Evidencias arqueológicas del ceremonial de profesión y muerte de las antiguas monjas del convento de la Encarnación y Santa Catalina de Siena de la ciudad de México
Abstract
En este artículo se mencionan dos comunidades religiosas femeninas, cuyos conventos se encontraban avecindados de manera muy cercana uno del otro. El primero de ellos fue el antiguo convento concepcionista de la Encarnación y, el segundo, el convento dominico de Santa Catalina de Siena. En ellos se realizaron exploraciones en sus correspondientes coros bajos y se encontraron semejanzas en cuanto a los vestigios arqueológicos asociados a las monjas de ambas comunidades y que fueron sepultadas en estos lugares. Se ha publicado poco, con base en los registros arqueológicos, sobre la vida cotidiana de las religiosas en el coro bajo donde pasaban la mayor parte de su vida y en el cual se celebraban distintas ceremonias, siendo las más destacadas la profesión de hábitos, la elección de la abadesa a la que le precedía el víctor y los funerales de las monjas, sitio en el que además se resguardaba para la posteridad sus virtudes, razón por lo cual se le consideraba a este lugar como el de mayor religiosidad de todo el convento. Como resultado de la investigación en estos coros, es posible mencionar, que las religiosas eran enterradas con gran parte de su vestimenta de profesión como fue el sayal, delantal, toca, velo, medallón, rosario, corona, ramo o “palma” y que aparentemente se les retiraba el relicario y la capa; pero en algunos casos, estos últimos aditamentos permanecían con ellas, ya que la religiosa que los portaba pudo haber tenido alguna característica especial dentro de la comunidad enclaustrada. Cada una de las prendas con las que eran sepultadas tuvieron un significado durante la profesión, las cuales eran preservadas con el fin de acompañar a la difunta a la “vida eterna” y presentarse ante su esposo místico Jesús. De los vestigios mencionados y asociados a los restos yermos de las monjas, el más persistente fue la corona, de la cual se encontraron ejemplares con diversa manufactura, que va de la más sencilla a la más suntuosa, tanto en su elaboración como en los materiales y que al parecer esta calidad, fastuosidad o austeridad varió según el gusto y capacidad económica de las profesas, así como del tipo de orden religiosa a la que pertenecían ya que cada comunidad tuvo diferente interpretación de los votos y, por lo tanto, distinta forma de llevarlos.