CON-TEMPORÁNEA. Toda la historia en el presente
1ª primera época, vol. 7, núm. 14, julio-diciembre de 2020, ISSN: 2007-9605
https://con-temporanea.inah.gob.mx/presentacion_num_14
El
presente en la historia o la memoria del presente. Pierre Nora
plantea que “la memoria es la vida, siempre llevada por grupos
vivientes y a este título, está abierta a la dialéctica del
recuerdo” (“Entre memoria e historia: la problemática de los
lugares”, 1984). Es justamente la memoria del lugar, del presente,
el leitmotiv de esta edición, la número 14, de
Con-temporánea.
En esta ocasión, son los pueblos originarios quienes recorren la revista, aquellos que muchos quisieran refundirlos en el pasado; sin embargo, están presentes con sus memorias, entendidas como la forma en que conciben, simplemente, la vida. Asimismo, no podemos soslayar el gran tema de estos tiempos actuales: la pandemia que azota a la aldea global.
En las secciones “Destejiendo a Clío”, “Del Oficio” y “Expediente H”, el peso actual de los pueblos originarios en las preocupaciones de los historiadores se hace evidente, y se muestran en sus varias dimensiones. Así, en la primera de nuestras secciones, “Destejiendo a Clío”, cuatro historiadores y antropólogos (Malely Linares, Claudia Álvarez, David Benítez y Mario Camarena) se posicionan ante el libro: El derecho en insurrección. Hacia una antropología jurídica militante, de Orlando Aragón Andrade. Se trata de un texto académico en el que realiza la sistematización reflexiva de su experiencia vivida como abogado, él representó al pueblo de Cherán en los tribunales para expresar la visión comunitaria sobre el sistema político actual y la vigencia de sus derechos colectivos. Los cuatro autores reiteran esta visión “desde adentro” de las comunidades que critica y propone abrir brechas en el sistema político para lograr la cabal representación de los pueblos.
En la sección “Del Oficio”, la más importante en términos de la profundidad académica, se propone una revisión crítica de la historiografía vigente y la consiguiente apertura de nuevas temáticas de estudio, en un asunto de gran pertinencia: la lucha social maya iniciada en 1847, provocada por el despojo de las tierras para dar paso a los cultivos comerciales, como el henequén, así como el excesivo pago de impuestos y obvenciones parroquiales; como es sabido, este conflicto recorrió la segunda mitad del siglo XIX y parte del siglo pasado.
En este sentido, Miguel Ángel Astor-Aguilera analiza uno de los grandes símbolos que unificaron a los diversos asentamientos mayas, la llamada Cruz Parlante, para rescatar el pasado mesoamericano de los objetos parlantes y su sentido para la existencia maya. Por su parte, Joel Wainwright desentraña al Estado colonial británico y su intento, junto con la Iglesia católica, por “asentar” territorialmente a las poblaciones itinerantes mayas, que bajo la intensidad del conflicto emigraron hacia Honduras Británica, hoy Belice. En otra colaboración, Terry Rugeley muestra la decadencia del control cultural y social de la Iglesia católica en Yucatán, que coincide con la irrupción de la gran rebelión maya. Un tema poco conocido es el que aborda José Manuel Chávez, nos referimos a los desplazados por el conflicto en Yucatán y que emigraron hacia el sur de la península, en un entorno desconocido para ellos; el autor realiza una narración etnográfica de dos mujeres que tuvieron que refugiarse en la selva, primero en familias extensas, y luego en la soledad del abandono. Asimismo, le proponemos al lector el trabajo pionero de Manuel Ferrer, “En busca de las razones de la Guerra de Castas de Yucatán”, quien abrió una nueva perspectiva, ahora vigente, en la manera de abordar el conflicto social maya, y que fue publicado por vez primera en la revista Historias, también de la Dirección de Estudios Históricos. Y como uno de varios frutos de su estancia en la región, Paloma Escalante Gonzalbo nos proporciona su visión y versión de la pervivencia actual de la memoria del conflicto maya, y la continuidad de los centros y rituales de las cruces mayas que le dan vigencia a los agravios que han tenido que soportar no sólo los mayas, sino los pueblos originarios en general. Y por último, Georgina Rosado revisa el silencio sobre la participación de las mujeres en la gran rebelión y nos ofrece varios testimonios que abren la urgencia de una indagación con perspectiva de género de la llamada Guerra de Castas.
Nuestro “Expediente H” ofrece al lector una mirada poco frecuente en la historiografía actual, en la cual la doctora Ethelia Ruiz Medrano resume varias de las aportaciones de sus libros, para contar el transcurrir de tres siglos en los que se crea un sistema de regulación y dominación política de los pueblos originarios; primero fue la Corona española, tanto en su versión de los Habsburgo como de los Borbones, un peculiar “gobierno a distancia” nutrido de mediadores, de hábitos que ahora se nombran como corrupción y de “saberes negociadores”. Además, aborda la intensa reacción de los pueblos de indios, ya transformados en repúblicas, inscritas en las leyes y administraciones de la monarquía, para adaptarse o luchar abiertamente, siempre persiguiendo mantener sus rangos de autonomía, sus territorios y su cultura.
En la sección “Post Gutenberg” ofrecemos una galería con el trabajo artístico de Pedro Hiriart y la curaduría de nuestra colega Rebeca Monroy Nasr, así como dos audios con rezos de santiguación. La santiguación es un tipo de purificación en la que el h-men realiza una invocación a distintas deidades del panteón maya contemporáneo y hace mención a lugares sagrados. También incluimos en esta sección un video con el testimonio de Ángel Sulub, un activo promotor de la cultura maya y de la defensa de los territorios, se trata de una entrevista realizada por la antropóloga Paloma Escalante en la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo.
La sección “Trayectorias” rinde un puntual homenaje a Leonardo Icaza (1945-2012), un destacado colega de esta Dirección de Estudios Históricos, un perfil heterodoxo de historiador, arquitecto, atento a la arqueología y a la restauración, quien realizó aportaciones en variados campos, como la medición castellana y la mesoamericana, sus arquitecturas para habitar y abastecer de agua los asentamientos novohispanos y su sorprendente relación con los paisajes; en esta sección participan con sus colaboraciones tres destacados investigadores, María del Carmen León, Guillermo Boils y José Manuel Chávez, amigos cercanos que participaron del quehacer amplio de Leonardo Icaza, quien más que un especialista fue una reencarnación del espíritu renacentista en su ansia de conocer, por la amplitud de sus saberes y la diversidad de sus aportes.
Nuestro número 14 en su sección “Noticias”, arranca con un conversatorio realizado en abril de 2021 en torno a un texto de Armando Bartra, donde formula un planteamiento de gran calado: ¿el Covid-19 aporta una nueva dimensión a la crisis actual del capitalismo?, encarnada en la amenaza de muerte que sacude a todos y nos hace afrontar el sentido mismo de nuestras vidas, un verdadero reto ontológico. Benjamín Berlanga y Carlos San Juan Victoria retoman la pregunta, uno para perfilar ciertas cualidades de los cambios para hacerlos inasimilables por el sistema actual de organización de la existencia y, el segundo, para sugerir rutas ya en marcha para superarlo. Y, enseguida, para cerrar el tema, un conjunto de tesis sobre el COVID-19 y las tareas editoriales de nuestra revista Con-temporánea que realizan Claudia Álvarez y Carlos San Juan.
Y luego se desgranan en la sección “Noticias” temas tan diversos como la crisis medioambiental en Valle de Bravo, en el Estado de México, y el deterioro de las capacidades de gobierno; este texto es escrito por Andrés Latapí. Por su parte, Claudia Álvarez nos plantea el camino para consensuar la nueva ley indígena y de la población afromexicana en reuniones con las representaciones de los pueblos originarios e indígenas en la Ciudad de México. Las dos últimas colaboraciones con las que se cierra esta sección abordan aspectos de las luchas culturales actuales para restablecer la memoria y el control cultural de los mayas, por ejemplo, en el nombre adecuado de las poblaciones en apego a su cultura, o el muy interesante rescate de la música y los bailes que se generaron al calor de la gran rebelión maya del siglo XIX, el maya pax, que nos entrega el cronista Carlos Chablé, en el primer caso, y Marcelo Jiménez, artista, en el segundo.
Finalmente, “Mirar libros” abre a temáticas diversas, fiel reflejo del gran campo de asuntos que por fortuna crecen y crecen en la historiografía, tales como las migraciones; los japoneses en Jalisco; viajeros ilustrados y aventureros del periodo colonial; los hampones, pelados, y pecatrices de la primera mitad del siglo XX en la Ciudad de México; afrodescendientes y afromestizos en Colombia; el caminar obrero en el siglo XX mexicano; la recuperación de la historia de las izquierdas en América Latina, así como varias facetas del ya comentado interés actual sobre los pueblos indígenas, donde se revisa la creación social de la comunidad de los mayas, las formas comunitarias de autodefensas surgidas en varias regiones del país y el momento privilegiado que hoy vive América Latina con los avances de los pueblos en el ordenamiento constitucional de las naciones, como ocurre en Bolivia, Ecuador y México, entre otros. También se incluye el tema del presente y su pasado inmediato, la revisión crítica del periodo neoliberal y la cultura en México.
Extendemos el más amplio agradecimiento, en primer lugar a José Manuel Chávez, quien coordinó los trabajos de las secciones “Del Oficio” y “Trayectorias”, además de los rezos de santiguación; al fotógrafo Pedro Hiriart, que de manera solidaria nos ofreció sus fotografías del territorio de Quintana Roo, a petición de nuestra colega Rebeca Monroy Nasr; a nuestra querida amiga Martha Latapí, quien nos enlazó con los autores, los testimonios y las pinturas, que nos muestran la vigencia memoriosa del movimiento social maya. A nuestra revista hermana, Historias, y a su directora Rebeca Monroy Nasr, así como a su Consejo de Redacción, quienes nos permitieron traerles el trabajo que sentó las bases de la actual historiografía sobre el movimiento social maya, el de Manuel Ferrer, a quien también le agradecemos su buena disposición que refrendó su publicación. Y a nuestro Consejo de Redacción, quien hizo posible los trabajos de conseguir reseñas, noticias y darle seguimiento a la edición de este nuestro ya número 14 que ahora entregamos a los lectores