PRESENTACIÓN Y MARCO DE REFERENCIA
En las últimas décadas los estudios de género han crecido notablemente en el campo académico mexicano, por lo que se han generado notables análisis científicos sociales -sobre todo, por parte de mujeres- desde hace algunos años para tratar de entender el papel que representa el universo femenino en la sociedad y que, está presente en casi todos sus ámbitos. Esta perspectiva ha dado como resultado una diversidad de estudios que tienen como supuesto que en la sociedad mexicana existe una profunda desigualdad en las relaciones entre hombres y mujeres. Esta ideología creciente también dio como resultado lo que hoy conocemos como estudios de género.
Sin embargo, todavía hasta la fecha, existe todo un debate para lograr sentar las bases teóricas y metodológicas correctas en la utilización del término género y conocer las pautas para saber a quién o a qué corresponden cuando nos referimos a algún estudio -cualquiera- que utiliza tal concepto, además de que nos ayuden a entender cómo lo creamos desde una perspectiva epistemológica. En este sentido, la antropóloga Elsa Muñiz señala que la categoría género indudablemente ha aportado a los estudios de la mujer una diversidad importante para comprender las dinámicas sociales en las cuales se encuentra presente. Empero, a la fecha, sigue en discusión la relación naturaleza/cultura de tales estudios. Por ello, señala esta investigadora, que uno de los temas recurrentes en la producción contemporánea, es la construcción de la identidad femenina a partir de las relaciones de género, étnicas y de clase [Muñiz 1997: 127].
En lo que respecta a los estudios de género en la religión, la psicóloga Sylvia Marcos ha hecho importantes contribuciones en este campo. Sus contribuciones son el resultado de las diferentes intersecciones de múltiples disciplinas, entre las que destacan las teologías de las religiones institucionales, la hermenéutica bíblica y la ética; y, por otra, la sociología, la psicología y la antropología de las religiones [Marcos 2004: 9].
Para esta investigadora es crucial que los distintos campos del saber religioso tanto institucionales como históricos sean reexaminados por teólogas, biblistas, expertas en las religiones, permitiendo que cada flanco incorpore su perspectiva de género. Incluso, su propuesta es de largo alcance, ya que pretende estructurar toda una teología feminista desde las relaciones de género en las religiones; en otras palabras, Marcos pretende usar el género no como un aditivo, sino más bien como una categoría critica de análisis, en cuanto a las conceptualizaciones de las categorías hegemónicas de los discursos religiosos [Marcos 2004: 10].
Para Marcos, en casi todos los universos religiosos, las mujeres han tenido un acceso limitado al estudio formal teológico, al sacerdocio ordenado, a la enseñanza autorizada de la tradición. Entre otras cosas, esto se debe a su mera condición biológica y, en otros casos, a su posición simbólica dentro de los universos religiosos. Desde esta perspectiva el panorama no es muy alentador. En pocas palabras, el papel en el que interviene la mujer dentro de los sistemas religiosos tiene poca o nula participación en los asuntos importantes de las instituciones religiosas, por lo tanto, las mismas pasan a un segundo término. Por ello, esta autora resalta la importancia de reexaminar la situación de las mujeres en las distintas religiones y reivindicar su presencia en dichas organizaciones. Teniendo en cuenta esta perspectiva, nos atrevemos a preguntar: ¿funciona así en todos los sistemas religiosos? ¿Realmente las mujeres en los distintos sistemas religiosos se sienten invisibles o menospreciadas? ¿Las mujeres verdaderamente desean ocupar algún puesto de importancia en los sistemas religiosos? De estas preguntas, intentaremos responder más adelante con un sujeto y objeto de estudio, que conllevan características muy particulares y que son, el centro de estas líneas.
Ahora bien, antes de presentar los casos de estudio es importante que precisemos nuestra propuesta de análisis. Comenzaremos por definir qué es lo que entendemos por perspectiva de género y, sobre todo, cómo lo aplicamos en los estudios del fenómeno religioso.
Pues bien, entendemos dicho concepto desde dos perspectivas. Primero, como una categoría que nos permite analizar a grupos muy específicos de un sistema religioso1 (hombres y mujeres) y poder comprender sus relaciones sociales con el sexo opuesto y con la institución. Segundo, el termino género nos ayuda a referirnos a la construcción cultural de la diferencia sexual, aludiendo a las relaciones sociales de los sexos [Lamas 1999]. Consideramos importante mostrar que hablar de género no sólo es referirse a los estudios de las mujeres, también es hablar de hombres. Incluso, sería interesante atender las construcciones culturales de las masculinidades, ya que, entendiendo esta parte, los estudios de las mujeres podrán entenderse desde una perspectiva aún más amplia dentro de los sistemas religiosos. A dichas perspectivas, añadiríamos el análisis dialéctico de la relación de las mujeres con las instituciones religiosas.
Ahora bien, dentro de nuestra propuesta de análisis, consideramos de suma importancia atender la perspectiva del creyente [Masferrer 2013: 24]. Mediante ésta, podremos comprender adecuadamente la dinámica de los sistemas religiosos y las solidaridades que se construyen entre miembros de distintas confesiones religiosas. Además, de conocer, otras formas de percibir a las instituciones religiosas y a las relaciones de género que establecen las mismas mediante los discursos religiosos. Estas identificaciones también son elaboradas y analizadas por otros investigadores que señalan que en los sistemas religiosos existe una institucionalización religiosa del género, la cual, estructura las relaciones, los espacios, las prácticas y discursos entre hombres y mujeres a partir de las prescripciones canónicas [Velázquez 2013]. Es así, que si atendemos a los sujetos podremos entonces conocer otro punto de vista de las dinámicas religiosas internas.
Dicho lo anterior, el presente documento pretende comprender desde los sujetos, cómo el sistema ético-religioso de los Testigos de Jehová es útil como mecanismo de reivindicación para las mujeres Testigo, que las ayuda a evadir algunas adversidades culturales propias de su sistema cultural predominante. Además, sirva para entender, cómo se van construyendo las relaciones de género dentro de este sistema religioso.
Para ahondar en ello, las entrevistas a profundidad y semiestructuradas con mujeres mexicanas conversas2 a los Testigos de Jehová nos resultan de gran utilidad. De esta manera, creemos, que podemos comprender de manera más cercana la situación de las mujeres en esta organización religiosa y así, de alguna manera, podemos evitar algunas generalizaciones en cuanto a otros sistemas religiosos.
Ahora bien, nuestra exposición está dividida en tres partes. La primera, expone de manera breve algunos aspectos históricos generales de los Testigos de Jehová. Atendemos su llegada a México, así como aspectos doctrinales que definen su postura ética y religiosa en la sociedad mexicana. La segunda, trata de ofrecer un panorama de las estrategias y mecanismos de proselitismo de los Testigos de Jehová que inciden en la conversión de las mujeres y su relación con la institución y con los hombres. En la última parte, exponemos las experiencias de las mujeres mexicanas conversas, por medio de la voz interna de algunas de ellas, así como las razones y consecuencias que tienen al involucrarse con este sistema religioso y de la situación por la que consideran a la organización como un mecanismo contracultural que les ayuda a contrarrestar adversidades culturales en la sociedad mexicana. Por razones de tiempo y espacio sólo mencionaremos los aspectos más sobresalientes. Este trabajo, es resultado de una investigación mucho más amplia.
EL SISTEMA RELIGIOSO DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
No es de dudarse, que, desde su surgimiento, los Testigos de Jehová3 sean una de las religiones más estigmatizadas en la sociedad mexicana.4 A pesar de los calificativos, los Testigos de Jehová han logrado consolidarse a lo largo de más de un siglo. Su estructura teocrática se ha constituido como la entidad legal conocida como The Watch Tower Bible and Tract Society5 en los Estados Unidos. Actualmente están presentes en 240 países con un poco más de ocho millones de seguidores en el orbe [Anuario 2016]. Sus creencias tienen fundamento en la Biblia y consideran que de acuerdo con sus estudios bíblicos, vivimos el tiempo final. Ellos creen que el actual sistema de cosas (modernidad) llegará a su fin con todo lo que exista en él.6
Pero, ¿quiénes son?, ¿de dónde provienen?, ¿cuál es su pensamiento religioso?, ¿cómo llegan a México? Pues bien, de manera breve, podemos decir que su historia y origen se remonta a principios de 1870 cuando el presbiteriano Charles Taze Russell formó un pequeño grupo de estudio de la Biblia en Allegheny, que hoy forma parte de Pittsburgh [Pensilvania, EUA]. Su ideología fue una mezcla de interpretaciones adventistas7 y milenaristas8 acerca del retorno de Cristo. Desilusionado de otros movimientos de corte protestante, Russell comenzó a elaborar en 1879 sus propias interpretaciones, las mismas, lo llevaron a fundar la revista Zion´s Watch Tower y Herald of Christ´s Presence [La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la presencia de Cristo].9 A partir de estos momentos el fundador se colocó como líder auténtico y único ante sus simpatizantes. Además, se autonombró el esclavo fiel y discreto y se consideró como uno de los 144 mil esclavos de Dios de los que se hablaba en la Biblia cristiana.
Por otra parte, el movimiento de los entonces Estudiantes de la Biblia,10 es el resultado del contexto revivalista del siglo XIX. Este siglo, fue la gran época de la religión estadounidense [Bloom 1992: 163]. Esto se debió a la persecución religiosa en Europa, numerosas oleadas fundamentalistas y de reavivamiento se instalaron con más fuerza en América durante este siglo. Muchas de ellas fueron protagonizadas por reformadores religiosos que procedían del protestantismo evangélico del siglo XVI. Incluso muchos de ellos tomaron orientaciones milenaristas, proféticas o utópicas diversas.
Actualmente sus interpretaciones bíblicas son difundidas en todo el mundo. Cuentan a su vez, con un portafolio proselitista muy extenso: diversas publicaciones periódicas impresas que nos invitan a conocer su doctrina; un proselitismo personalizado, que llevan con gran celo de puerta en puerta; cuentan con una página en Internet que puede consultarse en: jw.org y que ofrece una biblioteca digital muy amplia de la mayoría de su literatura y su infraestructura, los Salones del Reino que prácticamente se encuentran por doquier. Aunado a lo anterior, en los últimos años han diversificado aún más sus métodos de proselitismo, actualmente sus integrantes se encuentran en diversos espacios públicos distribuyendo y ofreciendo distintos tratados a través de stands portátiles.
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ EN MÉXICO
Según fuentes de la propia organización, la historia de los Testigos en México comienza en 1917 con Abel Ortega, un estudiante de medicina que en su estancia en los Estados Unidos obtuvo algunos ejemplares de las obras del pastor Russell. A su regreso a México promovió estas nuevas ideas que lo habían impactado. De acuerdo con esta fuente, Ortega comenzó a celebrar reuniones a las orillas del barrio de Santa Julia en el norte de la Ciudad de México. En un lapso de dos años llegó a reunir cerca de unas treinta personas, quienes fueron los primeros Estudiantes de la Biblia en México.
Para 1925 ya se habían organizado varias clases o congregaciones. En unos cuantos años, el número llegó a nueve; aunque para 1929 sólo quedaban cuatro. Aún con la poca membresía, en ese año, por iniciativa del segundo presidente de los Testigos de Jehová, Rutherford, se decidió abrir una sucursal en la Ciudad de México.
Con estos avances, el establecimiento de los Testigos en territorio mexicano tuvo demasiadas dificultades. Plutarco Elías Calles [1924-1928] había aprobado durante su gestión, una legislación que transformaba las infracciones religiosas en delitos criminales, además de que imponía límites al ejercicio del ministerio religioso y a la labor educativa. Estas disposiciones afectaban a todas las organizaciones religiosas, incluida a la de los Estudiantes de la Biblia. A pesar de estos desencuentros es a finales de 1927 cuando ya encontramos constituida legalmente la Rama Mexicana de la Asociación Internacional de los Estudiantes de la Biblia, con sus instalaciones en la Ciudad de México [Gutiérrez 2004: 154]. Incluso, en su informe constitutivo existían dos mujeres, una era la tesorera de la asociación y la otra la encargada del Salón donde se llevaban a cabo las reuniones.
En este contexto, los Testigos se declararon de manera simulada como una organización filantrópica, argumentaban que su organización tenía por objeto, por todos los medios posibles, la difusión de principios y verdades que contribuyen a la cultura de todas las clases sociales, muy especialmente de las humildes persiguiendo su elevación, tanto económica, como moral y física. Además, señalaban que no tenían ningún tipo de relación con la Iglesia católica [Gutiérrez 2004: 156]. Lo anterior, les permitió a los Testigos evadir al Estado durante la persecución religiosa que llevó a cabo en contra de todos los actos de culto público.
Esta simulación les permitió coexistir con el Estado por más de cincuenta años [Barrios 2013] hasta la reforma de 1992 en materia religiosa, la cual les proporcionó una identidad jurídica que les permitió obtener derechos y obligaciones en la sociedad mexicana. Cabe mencionar que estas enmiendas constitucionales contribuyeron de manera notable en su crecimiento y en todas sus dimensiones. De acuerdo con fuentes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el 2010 los Testigos de Jehová ocuparon los primeros lugares de preferencia religiosa en México con un total de 1 561 086 adeptos. Simultáneamente, su infraestructura también aumentó. De acuerdo con la Dirección General de Asociaciones Religiosas, para 2012 los Testigos de Jehová poseían 4 852 inmuebles11 distribuidos a lo largo y ancho del territorio mexicano.
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ EN LA SOCIEDAD MEXICANA
La posición de los Testigos de Jehová en la sociedad mexicana ha sido muy controvertida. Su negativa a saludar a la bandera, su indiferencia ante los cantos nacionalistas, la evasión de sus jóvenes para con el servicio militar y su profundo rechazo a las transfusiones de sangre, les ha valido para que algunos sectores de la sociedad los consideren como antinacionalistas y antipatrióticos, además de atentar contra la vida de sus seguidores por su postura ante el uso de la sangre. Estas inclinaciones son derivadas de sus líneas e interpretaciones doctrinales. Además, prohíben a sus integrantes varias conductas como: no consumir tabaco y alcohol, no inmiscuirse en la política, no celebrar festividades como cumpleaños, Navidad, fiestas patronales, Pascua, etcétera, no dedicar mucho tiempo al arte, la ciencia y estudios de otra índole que puedan restar esfuerzos a las actividades proselitistas. Desde una perspectiva antropológica podemos decir que los Testigos proponen a un nuevo ciudadano [Molina 2000:11] que va contraculturalmente de manera personal y colectiva con las prácticas predominantes.
Empero, aun con estas características doctrinales y teológicas, el sistema ético-religioso de los Testigos ha provocado en los seguidores mexicanos y mexicanas una reformulación importante en su vida cotidiana y religiosa. Desde sus contextos personales los resultados pueden variar. En este sentido, las mujeres mexicanas encuentran aspectos positivos dentro del grupo. Es por ello, por lo que, muchas han decidido involucrarse con la organización de una manera más formal. Para entender, de alguna manera, el cómo las mujeres se adhieren al grupo, la hipótesis que sostenemos, es que, un factor que influye en su conversión son las estrategias y mecanismos de proselitismo de la organización.
IMITANDO A JESÚS, UN PROSELITISMO DE PUERTA EN PUERTA
Una característica que distingue a los Testigos de Jehová de cualquier otro grupo religioso es su proselitismo. Su eficiencia, a nuestro parecer, radica en la diversidad y capacidad de llegar a diversos auditorios con su mensaje. Sin embargo, esta labor religiosa impacta de diferente manera entre los participantes que deciden aceptarlo. Hombres y mujeres captan y hacen suyos, o no, los discursos de la organización de acuerdo a sus necesidades y a sus contextos personales, culturales, sociales y religiosos. Asimismo, que, estos factores influyen directamente en la conversión de los mismos [Barrios 2016]. En el caso de las mujeres los discursos proselitistas de la organización moldean su comportamiento y redireccionan su relación y lugar en el grupo y en la sociedad. En otras palabras, el grupo les ofrece una identidad y una nueva visión del mundo que para ellas les resulta positivo.
Para hablar de manera breve de su proselitismo hemos dividido estos recursos en dos: argumentos escritos y argumentos orales. Los primeros se refieren a toda literatura religiosa escrita que los Testigos de Jehová producen como sostén y difusión de su mensaje a nivel mundial. Los segundos se refieren a las estrategias discursivas derivadas de sus escritos, los cuales fungen como canal de comunicación para hacer llegar su mensaje doctrinal a distintos auditorios.
LA ARGUMENTACIÓN ESCRITA
Para los Testigos, los argumentos escritos son un factor importante en la conformación de su organización y de todo su pensamiento. Mediante estos recursos pretenden influir en sus simpatizantes y así poder asegurar la adhesión de más personas al movimiento.
Es por ello que, como mencionamos, en 1879 el fundador decidió de manera independiente crear su primera revista La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la presencia de Cristo, en ella planteaba todas sus interpretaciones bíblicas, así como su pensamiento acerca del segundo advenimiento de Cristo. Asimismo, esta publicación fungía como canal de comunicación con la organización y a su vez como estrategia de proselitismo religioso. Cabe mencionar que en la fundación de esta organización y de todo su imperio editorial, una mujer, de nombre María Francés Ackley tuvo una importante participación como escritora y administradora de la organización. Además, fue la esposa legal del fundador por varios años. Sin embargo, su relación con la organización llegó a fracturarse cuando, por iniciativa propia, reclamó sus derechos como coeditora de un sinfín de artículos que Russell firmaba como único autor. Este asunto llegó a los tribunales, asimismo se llegaron a ventilar algunos casos de adulterio de parte del fundador con menores de edad [Romero y Campio 2010: 45-46].
Empero, continuando con la argumentación escrita, en su historia los Testigos han producido una amplia diversidad de argumentos escritos. La organización produce masivamente, además de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, revistas, manuales, libros, trípticos, anuarios, etcétera. Esto sin contar las revistas La Atalaya y ¡Despertad! que son sus mayores argumentos escritos de difusión. También producen videos y audios relacionados con la obra de los Testigos en el mundo, así como sus logros y crecimiento de la organización. Incluso, en los últimos años muchas de sus publicaciones las podemos encontrar en lenguas indígenas. En su conjunto, estos textos de carácter vinculatorio, proveen a sus seguidores de las directrices que los guiarán de manera formativa y normativa en su adhesión y permanencia dentro del grupo.
La literatura religiosa es accesible para todos los miembros de la organización, sin embargo, dentro de cada escrito existen líneas dirigidas a hombres, mujeres, jóvenes, incluso tienen literatura dirigida especialmente a los niños. Para hacer notar más aún esta diversidad en los últimos años, difunden su mensaje con las tecnologías correspondientes a personas sordomudas. Nos parece que esta variedad en los canales de comunicación de su mensaje es uno de los grandes éxitos de la organización. El valor cuantitativo de su literatura es un aspecto esencial y sobresaliente de cualquier organización religiosa. Para darnos una idea clara, cabe mencionar que tan sólo el número 1 de la revista La Atalaya de 2017 tuvo un tiraje de 7 millones 400 mil ejemplares [La Atalaya, enero de 2017].
En el caso de las mujeres, este tipo de textos indican explícitamente cómo deben comportarse. Por el momento no es nuestra intención citar aquí todos los textos de la organización dirigidos hacia las mujeres, porque el tiempo y el espacio no lo permiten. Pero el texto El secreto de la felicidad familiar, nos brinda un ejemplo significativo y sugiere a las mujeres permanecer en una sujeción incuestionable de sus esposos. Además, categóricos señalan que las buenas esposas no sólo deben de ser sumisas, sino deben de figurar ante sus esposos como una “ayudante”, la cual debe de estar constantemente apoyando las decisiones de su cónyuge [El secreto de la felicidad familiar 1996: 31-34]. Estas indicaciones nos brindan una idea exacta de las relaciones de género que existen entre los hombres y las mujeres. Además, nos ofrece una idea de la construcción cultural de la diferenciación sexual entre los mismos, a partir de toda una hermenéutica bíblica con una perspectiva andrógina.
Desde una lectura externa pudiera parecernos que la situación de las mujeres en la organización es desigual y hasta inequitativa, pero según los Testigos, estas reglas ayudan a tener un matrimonio feliz. No obstante, lo que resulta aún más interesante, desde la perspectiva creyente, es que estas normas ético-religiosas han funcionado sobremanera para las mujeres mexicanas que deciden adherirse al movimiento.
Como veremos más adelante, la normatividad y la sujeción resultan ser un atractivo para las mujeres entrevistadas. Algunas de ellas señalan que su vida ha cambiado desde que llevan una vida ordenada y sin practicar lo que “todos hacen”.
LA ARGUMENTACIÓN ORAL
Para los Testigos de Jehová la argumentación oral juega un papel importante en sus labores proselitistas. El mensaje se estructura y se difunde de acuerdo con la literatura religiosa que la organización provee a sus seguidores. A través de ellos, es el grupo en su conjunto que se comunica a sí mismo, haciendo presente un esencial fondo vinculante de saber normativo y formativo que pueda reproducirse con las generaciones.
Consciente de esta dinámica comunicativa, la organización provee a sus seguidores en las diferentes congregaciones, de la instrucción, el estímulo y la ayuda para la predicación, y es mediante la Escuela del Ministerio Teocrático12 que los Testigos aprenden estas habilidades a desarrollar en sus labores proselitistas. Este método resulta ser un medio efectivo para entrar en contacto con el auditorio de manera personal, el cual es un hecho distintivo de este grupo religioso.
Sin embargo, aunque es personalizado este mensaje, su eficiencia también radica en las diferentes vías y momentos en que los Testigos transmiten y muestran el mensaje como único y verdadero. Esta comunicación impacta de manera notable en el proceso de conversión paulatino de las mujeres.
Para ello, la organización utiliza diferentes estrategias que permiten mediante la transmisión oral la difusión de su mensaje religioso. Por esta razón, los Testigos acuden todos los días a las calles, y van de puerta en puerta, para ofrecer estudios bíblicos, dar sesiones de estudio y se reúnen semanalmente para dotarse de nuevas técnicas orales para conseguir sus fines proselitistas.
Durante esta labor los miembros de la organización intentan que su primer mensaje tenga un gran impacto en los oyentes. Preguntas como: ¿Le gustaría vivir para siempre? ¿Le agradaría volver a sus seres queridos ya fallecidos? ¿Le gustaría vivir en un paraíso? ¿Cree que pueda haber un mundo sin guerras?, son argumentos orales iniciales, los cuales a quien decide escucharlos son respondidos mediante la literatura religiosa de la organización. Es por este canal que los Testigos examinan a los posibles conversos. Mediante esta interlocución, identifican debilidades y fortalezas de su interlocutor. Una vez hecha esta tarea comienzan a estructurar un mensaje personalizado.
Para las mujeres, los mensajes iniciales de contacto con la organización son de suma importancia, mediante éstos, ellas detectan si la propuesta puede resolver o no, alguna de sus problemáticas planteadas a su interlocutor. Ante esto, los proselitistas experimentados plantean problemas y situaciones del mundo actual, y sobre todo dificultades que enfrentan las mujeres de acuerdo con los sistemas culturales donde su doctrina es difundida. En el caso mexicano los planteamientos son claros: ¿Le gustaría tener un matrimonio feliz? ¿Viviría usted mejor sin violencia? ¿Cómo podemos alejarnos del consumo de drogas y alcohol? ¿Cómo educar a los hijos? ¿Cómo aprender a ahorrar dinero? Etcétera. Sólo por mencionar algunos. Sin embargo, no es únicamente el planteamiento mediante una pregunta explícita, los Testigos en este sentido ofrecen una posible solución en el aquí y en el ahora mediante su literatura religiosa.
Es importante hacer notar que algunos de los planteamientos están estructurados en torno a lo que muchas mujeres viven a diario, en un contexto cultural como el mexicano, en donde actualmente muchas de ellas viven episodios no poco frecuentes de violencia en sus diferentes modalidades, alcoholismo por parte de sus cónyuges, poco acceso a la educación, infidelidad de su pareja, entre muchos otros. Esta tendencia cultural adversa en contra de las mujeres es un hecho innegable en la sociedad mexicana, sobre todo si consideramos que el “machismo” y sus diferentes expresiones, están muy difundidos en distintos sectores de la población. Diversos estudios, por igual, de género, nos revelan la problemática.
Por ello muchas mujeres deciden contrarrestar esta tendencia mediante su adhesión al grupo, ya que la organización moldea el comportamiento de los hombres y de las mujeres de acuerdo con un modelo ético-religioso que va contraculturalmente en contra de estas prácticas. Es por esa razón que, mencionamos casi al inicio de estas líneas que los Testigos proponen a un nuevo ciudadano [Molina 2000: 11] que va en contra de lo que “normalmente” todos hacen.
Empero, la corrección de estas prácticas que dañan considerablemente a las mujeres, surte efecto cuando el cónyuge decide integrarse por igual al movimiento. Mediante el sistema ético-religioso de los Testigos, los hombres tienden a cambiar paulatinamente sus anteriores prácticas y conductas derivadas de un contexto cultural predominante. Una vez dentro del grupo los hombres dedican más tiempo a su familia en lugar de gastar su dinero en fumar o beber, por citar algunos ejemplos. Este cambio sistemático de conducta en los hombres es una gran ventaja para las mujeres, sobre todo después de haber vivido periodos prolongados de problemas relacionados con estas cuestiones. Es entonces, que la relación del hombre y la mujer dentro de este sistema religioso se convierte en una relación de respeto y consideración. Por ello, muchas mujeres consideran que haber entrado a la organización fue lo mejor que les pudo haber pasado, aunque en la práctica jamás se les permite acceder a un puesto o cargo dentro del grupo religioso. Al parecer, y de acuerdo con los testimonios recogidos, esto, a las mujeres Testigo poco les interesa, más bien, se centran en intentar contrarrestar el contexto cultural que les es adverso, de ahí su percepción de la organización como mecanismo contracultural.
Pues bien, es importante mencionar que los casos de estudio fueron analizados desde una perspectiva holística y heurística. Hemos tomado un modelo propuesto por el psicólogo Lewis Rambo, el cual incluye componentes como sistemas culturales, sociales, personales y religiosos de cada uno de nuestras entrevistadas. A su vez, estos análisis giran en torno a un modelo de fases secuencial que nos explica las razones y consecuencias que tienen las mujeres al adherirse al movimiento. Aspectos como: contexto, crisis, búsqueda, encuentro, interacción, compromiso y consecuencias, son analizados [Rambo 1993: 31-39, 40-43].
No obstante, veamos ahora los casos de estudio en mujeres, porque quizás con ellos nuestros planteamientos anteriores queden más claros.
LA EXPERIENCIA DE LAS MUJERES MEXICANAS CONVERSAS
MARGARITA
Esta mujer nació en la cuna de una familia católica, originaria del estado de Oaxaca, lugar donde la tradición y los usos y costumbres son los que imperan en la sociedad. Sin embargo, por razones personales se mudó a vivir a las colonias populares de la zona metropolitana de la Ciudad de México. Para ella, el catolicismo no era un sistema religioso congruente, señala que muchas de las personas que se dicen practicantes, realizaban otras actividades que no tenían ninguna relación con la propuesta teológica y espiritual de la Iglesia católica. Además de este contexto, Margarita experimentaba problemas que hacían que su vida fuera muy complicada:
Y este, por decirlo mi esposo tomaba desde el viernes, sábado, domingo, lunes y martes. Fíjate, yo iba a la iglesia y decía “Ay, quisiera que dejara de tomar mi esposo” y luego le platicaba yo así al sacerdote que conocía ahí en la iglesia y me decía “pues rézale unos 10 padres nuestros y unas 10 aves marías y pídele lo que deseas” y este, yo decía bueno sí y yo lo hacía con mucha fe pero nunca veía el cambio y yo sufría mucho de intrigas y todo. Yo decía, quisiera mejor morirme, porque estoy así y siempre voy a vivir así, pues no quiero vivir ya [Margarita, 2015].
La experiencia de nuestra informante nos ofrece al menos dos lecturas que tienen que ver con la pérdida de la eficiencia de la Iglesia católica en la sociedad mexicana. Por una parte, su incapacidad pastoral por resolver problemas que presenta su propia feligresía, en relación con actividades como beber o fumar y en las que su consumo está ampliamente difundido en la mayoría de la población, derivado en no pocas ocasiones de un “machismo” que impera en una sociedad como la mexicana. Por la otra, la indiferencia de la institución por proscribir estas actividades de “recreación” en sus seguidores. Sin duda, para la mayoría de mujeres mexicanas, el alcoholismo en sus entornos familiares es un problema “cotidiano” que atenta en muchas de las ocasiones con su dignidad física, económica y mental. Para Margarita la Iglesia católica carece de estrategias claras que los pueda ayudar a “normalizar” sus vidas.
Al conocer el sistema ético-religioso de los Testigos, Margarita pudo revertir esta situación, ya que, mediante la literatura pudo encontrar una solución a estos problemas. Como parte de la solución, el esposo llegó a ser parte de la comunidad, ya que, mediante la normatividad, él dejó sus antiguas prácticas relacionadas con el consumo de alcohol. En otras palabras, se crea una nueva construcción cultural en las relaciones entre la mujer y el hombre. Sin embargo, ésta es creada mediante todo un sistema ético-religioso.
Pero en otra de nuestras entrevistadas podemos advertir que se refuerza la percepción que tienen las mujeres acerca de la organización en sus vidas.
SOFÍA
Es una mujer que lleva siete años en la organización. Nació en cuna católica, sus padres eran asiduos practicantes de esta religión. Sin embargo, para Sofía, el catolicismo provocó ciertas contradicciones, porque señala que, las personas católicas no siempre se comportan como ellas dicen. Lo que veía ella, le provocaba inciertos en su vida. Por ello haberse adherido al movimiento provocó en ella mucha tranquilidad. Ella afirma, que desde su situación de género, ya no se siente tan vulnerable y señala, que en la organización se siente más segura. Pero dejemos que Sofía detalle su experiencia, nos parece del todo pertinente:
La mujer tiene mucho valor en todo, hay mucho respeto, si tenemos algún problema los hermanos se acercan a las hermanas a ver qué podemos hacer por equis hermana, ¿no?, bueno, al menos de mi parte que yo llevo seis o siete años, este, yo estoy muy bien porque en ciertas cosas me han ayudado, yo tengo antes de conocer a Jehová, pues yo tenía bastantes problemas como todo el mundo, pero de salud, sobre todo [Sofía, 2014].
Estos testimonios nos ilustran de manera breve cómo el sistema religioso de los Testigos de Jehová ofrece una alternativa a las mujeres que se hallan inmersas en cierto contexto y buscan protección para poder resolver sus problemas, además de ofrecer discursos de reivindicación hacia las mujeres, por lo cual pertenecer al grupo resulta para ellas atractivo, sobre todo para las mujeres que han atravesado algún tipo de violencia de género o problemas de distinta índole.
Como podemos observar estos eventos de crisis provocan una búsqueda. En este nivel las mujeres deciden buscar una solución o al menos estar dispuestas a escuchar otra alternativa que en este caso la encuentran en este sistema religioso. En este sentido el incesante proselitismo es eficiente ya que sus diversos canales pueden ser aceptados por distintas mujeres que en ocasiones atraviesan por estas situaciones. Cuando las mujeres transitan por estas fases del proceso, la fase del encuentro es detonante en la conversión ya que una vez que las personas conocen al grupo deciden tener una interacción más formal con el grupo religioso en cuestión.
SANDRA
Otra de nuestras entrevistadas señala cómo vivió su encuentro con los Testigos de Jehová. Después de haber pasado por una crisis emocional muy fuerte y la enfermedad de una de sus hijas decidió buscar una solución a su vida y a sus problemas. Fue entonces que se dispuso a aceptar un estudio bíblico con la organización e interactuar de una manera más formal. Señala que la didáctica que utilizan los Testigos durante sus reuniones es agradable y entendible. Pero, más aún, le parecieron atractivos los consejos que proporciona la organización y que le son útiles en su vida diaria. Ella narra su experiencia en las reuniones:
Mira, hasta para saber ahorrar dinero, por ejemplo, yo era bien gastalona, cosa que me ofrecían compraba y cuando yo entré a los Testigos de Jehová pues ellos te enseñan a ahorrar, te enseñan a no malgastar, te enseñan a tener un dinerito alzado por alguna situación de problemas. Para que no digas ¡ay! híjole fíjate, que no tengo dinero y ya tienes dinero de este lado. Pero ellos te enseñan de todo y es bueno porque es para tu persona, es para que vivas bien y bueno ellos dicen que Dios quiere que vivas bien y es lo que yo te digo, pienso que todo es literal o sea Dios quiere que todos vivan bien porque mucha gente dice: “Ay, tengo dinero”, pero no de eso, sino en la forma de vivir bien, tampoco físicamente, sino espiritualmente. Pues para mí es excelente [Sandra, 2016].
Con este testimonio podemos ver cómo este sistema ético-religioso les ofrece a las mujeres mecanismos para afrontar distintos problemas, desde los personales hasta los espirituales. En la organización les ofrecen soluciones en el aquí y en el ahora. De hecho, en su literatura religiosa existen temáticas donde les enseñan a los miembros de la organización a ahorrar o a utilizar el dinero de la mejor manera.
Para Sandra, este fue uno de los factores que influyó en su decisión de adherirse al movimiento. Sin embargo, para nuestra entrevistada hubo algo más que llamó poderosamente su atención y fue la construcción éticoreligiosa que se da en las relaciones dentro del grupo entre el hombre y la mujer. Constata mediante su experiencia que en este sistema cultural religioso es diferente el trato, la reivindicación de la mujer es algo notable. Sin embargo, reconoce que, en la estructura de la organización, la mujer no puede acceder a cargos dentro de la misma. Pero esta desigualdad parece ser que no le genera ningún problema, por el contrario, de acuerdo con sus afirmaciones, lo que aprecia más son los cambios pragmáticos en su vida. Estos resultados tienen más importancia para ella que tener o poder accesar a un cargo dentro de la Iglesia. Ella lo narra de la siguiente manera:
Sí es diferente, pero valoran mucho a la mujer o sea no es el trato conforme a los niveles jerárquicos, ahí si son diferentes porque una mujer no puede ser una anciana, pero respetan mucho a la mujer. Quieren a la mujer o sea la mujer es delicada para ellos es algo especial o sea no la hacen a un lado no la subestiman, o sea, pero si es diferente en el poder jerárquico [Sandra, 2016].
Una vez que las mujeres interactuaron con la organización y consideran que han encontrado respuestas a sus muchas inquietudes, deciden entonces pactar un compromiso con el grupo. Es aquí donde surgen los rituales tales como el bautismo y el testimonio. En este caso, las mujeres entrevistadas decidieron bautizarse dentro de los cánones del grupo, de esta manera dejan ver su grado de compromiso y su decisión de adherirse totalmente al movimiento. Para estas mujeres, su bautismo significó de manera simbólica “dejar su antigua vida, para ingresar a otra”. Pero, ser bautizado por la organización no representa tan sólo una interacción más íntima con la organización o asistir más a las reuniones. Significa también un compromiso que incluye la aceptación de cánones, reglas, valores y una ética moral que de ninguna manera es cuestionable.
Una vez que han llegado a la fase del compromiso, existen diferentes consecuencias para cada una de ellas en sus diferentes contextos personales y espirituales. Para ejemplificar esto citaremos lo que vivió otra de nuestras entrevistadas.
ROCÍO
En el caso de Rocío, ella había experimentado una vida complicada después de haberse divorciado de su esposo, el cual no era Testigo y esto definió en muchas ocasiones su convivencia dentro y fuera de su núcleo familiar. La relación terminó cuando ella descubrió que él tenía otra pareja. De estos eventos, Rocío intentó buscar una solución y llegó a los Testigos, ya que algunos miembros de su familia también lo eran de la organización. Después de interactuar y sellar su compromiso con ellos, menciona nuestra entrevistada, su estancia en la organización ha sido agradable y señala que las consecuencias son buenas:
Pues le digo, soy una mejor persona, me siento más tranquila pues ya ve que uno se preocupa por la economía, ahorita no, pues yo entré a la organización y me da tranquilidad porque como dicen los discursos de La Atalaya, dicen que a Jehová le interesamos y él nos da consuelo, no debemos preocuparnos por el día de mañana, porque el día de mañana trae sus propias inquietudes y sí es cierto, por eso no me preocupo. Bueno sí me preocupo poco, pues que voy hacer de comer y esto y el otro, pero así como antes, no, o sea que mi vida ya tiene un sentido, es muy bonito [Rocío, 2014].
Muchas de las mujeres entrevistadas experimentan satisfacción después de haberse unido al grupo. Incluso mencionan que son más felices ahora y que de ninguna manera abandonarían la organización. Empero, habría que preguntarnos cuáles son los parámetros de la felicidad y de lo que consideran ellas “ser feliz”. El término felicidad es muy ambiguo. Sin embargo, esta perspectiva es muy frecuente en nuestros casos estudiados. Es lo que nos dicen.
Para reforzar esta idea regresaremos con Sandra, la cual señala con énfasis las consecuencias que tuvo en su vida después de haberse adherido al movimiento. Para esta mujer haberse relacionado con los Testigos le ha traído consecuencias importantes en su vida. Por una parte, le ayudó a elevar su autoestima, problema que le provocaba intensos periodos de ansiedad. A su vez, le ayudó también a afrontar problemas por los que atravesaba, en este caso, la enfermedad de su hija. También le ayudó, como menciona ella, a ser mejor persona y a tener una mejor relación con su familia, en particular con sus hijas, ya que antes de llegar a la organización, no era muy cercana. En un balance general nuestra entrevistada señala que actualmente se siente plena y feliz, ya que la organización le ha enseñado a que la vida no te “pese”. Ella misma detalla las consecuencias de haber conocido a los Testigos de Jehová.
Hasta como a los 35 o 40, de verdad yo fui una persona muy controvertida, muy compleja, antes me sentía fea, me sentía la peor del mundo, pero ahorita digo ¡Ay Dios mío, dónde andaba!, la verdad me siento plena […] Sí, porque te enseñan más que nada a valorarte, te enseñan a dar soluciones, no a dejarlos pasar o dejarlos así, o sea te enseñan a dar soluciones porque hasta ellos te dicen y a lo mejor dices ya no hay solución para el matrimonio más que el divorcio, entonces te dan soluciones, no te dicen déjalo pasar, te hacen solucionar el problema, eso es lo que nos ha ayudado dentro de esta religión, es lo que nos ayuda a tomar buenas decisiones […] Sobre todo enseñándote y aprendiendo que eres excelente persona, que seas una buena persona, por ejemplo uno ya es adulto, uno debe de saber cómo ser una buena persona, por ejemplo yo no sabía cómo acercarme a mi hija y decirle hija me pasa esto o ella que me tenga la confianza y que me diga oye mamá me duele esto, más sin en cambio uno con ellos aprende, los hijos, las mamás. Yo no era de las personas que hablaba con mis hijas, de veras que yo era muy fría [Sandra, 2016].
Con la experiencia de Sandra, podemos advertir las consecuencias positivas que trajeron consigo el hecho de haberse adherido al movimiento, que se tradujeron en tranquilidad y felicidad para ella y su entorno. Los consejos de la organización, considera ella, son los que han logrado estos cambios en su vida. A su vez, señala, que estos consejos sólo los pudo encontrar a través del modelo ético-religioso de los Testigos de Jehová. Considera, categórica, que en la Iglesia católica existe un vacío de consejos y respuestas a los diferentes problemas, tanto espirituales como personales, de sus seguidores.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
En este análisis pudimos conocer cómo es que las mujeres mexicanas perciben a la organización como un mecanismo contracultural que les ayuda a contrarrestar adversidades culturales en la sociedad mexicana. Mediante la perspectiva del creyente, logramos comprender que la adhesión de las mujeres al movimiento se debe a que, mediante un sistema ético-religioso logran reformular sus vidas y eliminar paulatinamente las prácticas culturales hegemónicas que les son adversas. Hábitos cotidianos como el consumo de alcohol y otras situaciones derivados de un “machismo” muy difundido en la sociedad, son erradicadas paulatinamente.
También, observamos que uno de los atractivos que encuentran las mujeres en esta organización es de carácter reivindicativo dentro del sistema religioso. Nuestras entrevistadas mencionan que les gusta el trato hacia ellas, situación que pocas veces encuentran “afuera”. Sin embargo, están conscientes de que en la estructura de la organización no pueden accesar a ningún tipo de cargo o puesto, pero parece que esto poco les afecta, más bien lo que les interesa es el cambio pragmático y real en sus vidas y así poder escapar de las adversidades que día a día viven. Con ello queremos distinguir que, dentro de este sistema religioso, la situación de la mujer se muestra aceptable de acuerdo con la perspectiva que expresó cada una de ellas.
Por otra parte, la organización les ofrece consejos prácticos que son aplicables en su vida en el aquí y en el ahora. Además de que les enseñan a valorarse como mujeres. Por ello, la organización insta a las mujeres a “invitar” a sus parejas a que conozcan su propuesta y así poder vivir bajo las reglas de su dios, Jehová. Entre sus estamentos, esta organización considera que, a través de su literatura religiosa, los hombres y mujeres pueden conocer la “verdad”. En este sentido, una vez integrados los varones a la organización se reestructura toda una relación de género entre los hombres y las mujeres, la cual, es impuesta por los discursos religiosos del grupo. En adelante y paulatinamente, la relación cultural religiosa entre sus miembros se integra a los discursos relacionados con aspectos como el amor, el respeto, la confianza, entre otros. Por ello, las mujeres entrevistadas afirman categóricamente que estas nuevas relaciones y cambios de vida son a través de las pautas culturales creadas dentro de la organización. Es así, que dentro de este grupo comienza todo un proceso de institucionalización religiosa de género.
Para finalizar, podemos decir, que en estas líneas nos enfocamos en trabajar únicamente con mujeres mexicanas conversas, las cuales se encuentran inmersas en el sistema religioso denominado Testigos de Jehová. Creemos que en el ámbito académico hacen falta más estudios religiosos que nos permitan escuchar la voz interna de muchas de las mujeres que forman parte de las distintas denominaciones religiosas. Con ello, podríamos oír las razones de cada una de ellas y de los motivos de su adhesión y permanencia. A su vez, obtener un material más riguroso de estudio y reflexión que permita colocar en su justa medida las causas internas de algún movimiento religioso. Desde esta perspectiva nuestro trabajo es una contribución.
Hay que advertir que, aunque existe inequidad entre hombres y mujeres dentro de este sistema religioso, de acuerdo con los testimonios presentados, para las mujeres esto no ha sido obstáculo para su permanencia. Su adhesión y lealtad radica en función de soluciones pragmáticas que encuentran en el sistema ético-religioso de este grupo.
No obstante, deseamos señalar que al utilizar la categoría de género para trabajar con mujeres es importante reafirmar su uso extendiéndolo a otros estudios con hombres, jóvenes, niños, etc., dentro de los sistemas religiosos, pues de esta manera los estudios relacionados con las mujeres en el ámbito de las religiones pueden entenderse desde un punto de vista más amplio.
Cabe señalar que, desde esta misma perspectiva de género, la intención de este estudio fue dar a conocer las construcciones culturales que se dan en las relaciones entre el hombre y la mujer desde los planteamientos de todo un sistema ético-religioso. La “voz” de algunas mujeres pertenecientes a dicho sistema, nos permitió acercarnos a la organización religiosa para valorar cómo se realizan dichas construcciones al interior de dicha organización.