1914-1918 VISITA A MUSEOS Y SITIOS NATURALES

Dimensión Antropológica
Año 27, vol. 78, México,
enero-abril, 2020, pp. 161-180.
ISSN 1405-776X

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Cristal Bruñido
Fotografía histórica

1914-1918 VISITA A MUSEOS Y SITIOS NATURALES

Thalía Montes Recinas
Museo Nacional de Historia
Castillo de Chapultepec, INAH.


Durante las primeras décadas del siglo XX estuvo presente el proyecto que buscaba establecer museos en varias ciudades del país, iniciativa que en algunos casos tuvo éxito, y en otros tardó varios años en consolidarse. Al respecto destacó la formación del Museo de Guadalupe (1917), Zacatecas, y el hoy Museo Regional de Guadalajara (1918), y como propuestas postergadas quedaron las de un museo del Segundo Imperio, a instalarse en la planta baja del Alcázar de Chapultepec, un museo regional en la Casa del Alfeñique, en Puebla, y un museo de arte virreinal en el convento de La Merced, en la Ciudad de México. Parte del interés puesto en ese proyecto fue registrado por los fotógrafos y periodistas Carlos Quiroz, Pedro y José Mendoza F., Jesús Gómez, Agustín Casasola, Rafael Rentería, Patricio Ahealy, Ernesto Hidalgo y J. Rafael F. Sosa, quienes al registrar el movimiento constitucionalista, dejaron constancia de las visitas de Venustiano Carranza y su comitiva a la Zona Arqueológica y Museo de Teotihuacán, a las casas del cura Miguel Hidalgo y de José María Morelos, al Castillo de Chapultepec y al convento de La Merced, las cuales formaron parte de la agenda de trabajo del gobierno en turno, en las que se incluyeron además de lugares históricos, sitios de interés por sus paisajes y riqueza naturales.[1]

El material fotográfico seleccionado para estas líneas forma parte del acervo de la Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (CNMH-INAH), que se compone de una serie de álbumes dedicados al movimiento constitucionalista encabezado por Venustiano Carranza. El registro fotográfico abarca el periodo de 1913 a 1963, e inicia con el desconocimiento al gobierno de Victoriano Huerta por parte de la Legislatura del estado de Coahuila, formalizado el 26 de marzo de 1913 en el Plan de Guadalupe, nombre que hace referencia a la hacienda donde se firmó el documento, y culmina en mayo de 1963 con la ceremonia de exhumación de los restos de Venustiano Carranza, encabezada por el ministro de Gobernación, licenciado Gustavo Díaz Ordaz, y el regente de la Ciudad de México, Ernesto P. Uruchurtu.

Como reacción al asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, el gobernador del estado de Coahuila, Venustiano Carranza, proclamó el Plan de Guadalupe el 26 de marzo de 1913 que desconoce a Victoriano Huerta como presidente, a los miembros de los poderes Legislativo y Judicial, así como a varios gobernadores. Carranza, después de haber logrado la salida del país de los responsables del asesinato de Madero y la rendición del Ejército Federal, ocupó la Ciudad de México según lo estipulado en los tratados de Teoloyucan; y luego de asumir la Presidencia en forma interina, convocó a una reunión con los grupos revolucionarios a celebrarse en la Ciudad de México, con fecha 1 de octubre de 1914. Semanas después realizó un recorrido por el Desierto de los Leones, con su familia, acompañado de los miembros de su gabinete y algunos generales.

Vale mencionar que el Desierto de los Leones, una de las vertientes del Ajusco, contó con numerosos manantiales y una vegetación importante de oyameles, pinos y cipreses. Al iniciar el siglo XX, la superficie total del bosque era de 1 529 hectáreas.[2] El convento y demás construcciones levantadas en el sitio fueron abandonadas en 1814 por la congregación religiosa Carmelita, posteriormente tuvo varios dueños hasta que en 1876 el gobierno la adquirió para utilidad pública, considerando mantener el buen estado de los manantiales que surtían a la Ciudad de México y sus alrededores. Durante el gobierno del general Victoriano Huerta se trató de conceder a un restaurante la parte suroeste del bosque y más tarde se dieron permisos para establecer garitos y hoteles. No obstante, durante el gobierno de Venustiano Carranza se le declaró parque nacional y monte de reserva.[3]

En las fotografías de aquel evento se identifica a la esposa del político de Cuatro Ciénegas, Virginia Salinas, a dos de sus hijas, Virginia y Julia Carranza Salinas, así como a Félix Fulgencio Palavicini, oficial mayor encargado en aquel entonces de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (fotografías 1 y 2). En septiembre de 1917 se repitió el recorrido. En las imágenes es posible apreciar el estado de deterioro en que se encontraba el convento, donde también se hicieron fotografiar los miembros del ejército carrancista (fotografías 3, 4 y 5).

A modo de antecedente habría que recordar que mientras se libraban enfrentamientos entre las tropas constitucionalistas y el Ejército Federal, Nemesio García Naranjo[4] promovió la promulgación de la Ley sobre Conservación de Monumentos Históricos y Artísticos y Bellezas Naturales, que entró en vigor el 6 de abril de 1914, y contemplaba la creación de la Inspección Nacional de Monumentos Artísticos e Históricos y Bellezas Naturales. La atención a las llamadas bellezas naturales fue un elemento central, y un primer señalamiento no se hizo esperar para atender el eminente peligro de destrucción del Desierto de los Leones, del arbolado de la Fábrica de Belén —en ese entonces ocupado por una fábrica de explosivos de la Secretaría de Guerra— y las Fuentes de Tlalpan.[5]

En octubre de 1914, Carranza recorrió el Museo y la Zona Arqueológica de Teotihuacán. Como parte de la celebración de los cien años del inicio de la lucha por la Independencia de México, el 13 de septiembre de 1910 fue inaugurado Teotihuacán como el primer sitio arqueológico en toda América. En aquellos años se podía visitar la Pirámide del Sol y el Museo de Sitio, cuyo acervo se conformó con las piezas encontradas en las exploraciones emprendidas por Leopoldo Batres en los edificios cercanos a la llamada Calzada de los Muertos, donde encontró murales y esculturas, trabajos que contaron con el apoyo del gobierno de Porfirio Díaz. En las tomas se identifica en primer plano a Venustiano Carranza (fotografías 6 y 7). A mediados de 1915, la avanzada del Ejército Constitucionalista al mando de los generales Juan Lechuga, Pablo González y Francisco Cosio Robelo, se hicieron retratar en el Museo de Teotihuacán y en la gruta de San Juan Teotihuacán (fotografías 8, 9, 10). Las imágenes de enero de 1918 corresponden al ascenso a la Pirámide del Sol (fotografías 11 y 12).

La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas en 1905 solicitó al licenciado Genaro García, en su carácter de profesor de Historia del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía (en adelante Museo Nacional), se hiciera cargo de las llamadas casas históricas, entre ellas las de Hidalgo, en Dolores y Guanajuato; las de Morelos, en Morelia y San Cristóbal Ecatepec, así como la capilla del cerro de las Campanas, en Querétaro (fotografías 13 y 14).[6] Durante el periodo del gobierno constitucionalista, estos lugares fueron visitados por Carranza: en 1915 la casa del cura Miguel Hidalgo, y en una de las tomas se retrató el momento en que asienta en el libro de autógrafos: "La Patria que tu creaste sabremos conservarla Independiente", apareciendo como parte de su comitiva el pintor Gerardo Murillo, Dr. Atl (fotografías 15, 16 y 17).

En 1884 se destinó el Alcázar de Chapultepec para que fungiera como residencia oficial de los presidentes, correspondiendo al periodo de Carranza la reconstrucción de la escalera de honor y la propuesta de instalar en la parte baja del inmueble un museo dedicado al Segundo Imperio Mexicano. Las adecuaciones contemplaron el traslado de parte del mobiliario de Palacio Nacional y del Museo Nacional para estar en condiciones de mostrar la recámara de la emperatriz Carlota, un baño de la época, el Salón Chino, la Sala del Consejo, el Salón Fumador, y los salones de billar y boliche (fotografía 18).[7] La imagen de los boys scouts después de una sesión de práctica en el bosque de Chapultepec se inserta en el proceso de formación de la Asociación de Exploradores de México, dependiente del Departamento de Militarización a cargo del general Jesús Garza, y como responsable de las actividades, Federico Clarck, este último autor del libro El explorador, manual de principios y organización (fotografía 19). A partir de un acuerdo expedido por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, en noviembre de 1915, el convento de La Merced fue adscrito de la Secretaría de Instrucción Pública con el objetivo de establecer en el inmueble un museo con piezas de la época virreinal que fueran seleccionadas de las colecciones del Museo de Historia, Arqueología y Etnología y de la Escuela Nacional de Bellas Artes. El proyecto contó con una larga vigencia, ejemplo de ello fue el nombramiento de un conserje y un arquitecto para supervisar dichas obras en 1922; sin embargo, nunca se llegó a concretar (fotografía 20).

El año de 1917 fue crucial para las propuestas de formación de museos: hubo cambios en el sector educativo, dando cabida a la formación de museos en todo el país, buscándose el modo de promover ciudades como centros de cultura, desde los cuales se atenderían las tareas de registro y cuidado de los inmuebles considerados en ese momento como artísticos o históricos. Así, un número importante de los repositorios que se formaron fueron instalados en inmuebles vinculados con un personaje o un hecho históricos. Por tal razón, la supervisión de las adecuaciones a los inmuebles, así como la organización de sus acervos, se llevó a cabo en estrecha relación con el Museo Nacional y la Inspección General de Monumentos Artísticos e Históricos, esta última creada con el objetivo de conservar todos los muebles e inmuebles posteriores a la Conquista, ya fueran de propiedad nacional o privada. En ese año se estableció una comisión para estudiar la posibilidad de establecer un museo regional en la ciudad de Puebla, la cual estuvo a cargo de Jorge Enciso Alatorre, inspector general de Monumentos Artísticos de la República, y Rafael Cabrera, jefe del Departamento de Propaganda de la Dirección General de las Bellas Artes.[8]

Entre las tareas a cubrir por parte de Enciso y Cabrera estuvieron la de conocer la colección de Gómez de Presno, dar cuenta del estado en que se encontraba la torre de la iglesia de San Francisco y poner en relación la Biblioteca Nacional con las bibliotecas del Estado para intercambio y actualización de sus obras. La propuesta dada por la comisión fue establecer el museo en la casa conocida como el Alfeñique; se argumentó que se rescataría el inmueble hallado en malas condiciones, y con ello no "se pierde un ejemplar de los más interesantes y representativos de nuestra arquitectura nacional".[9] Para formar el primer acervo del museo se aprovecharía la colección de cuadros de la Academia del estado, los objetos interesantes de propiedad nacional existentes en las iglesias de la región, las donaciones de particulares y una selección de duplicados y vaciados del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, así como de la Escuela Nacional de Bellas Artes.[10] La propuesta estuvo acompañada de una iniciativa de apoyo a la industria de la cerámica del estado de Puebla, la cual, señalaron, estaba a punto de desaparecer, y con ello desaparecería una fuente de riqueza y una gloriosa tradición de arte; por ello, le propusieron al gobernador del estado la instalación en la Academia de una clase de cerámica, la cual serviría de base para más adelante establecer un museo dedicado a dichos objetos. De igual forma, se aprobó la formación de un cuerpo consultivo de bellas artes.[11] Los planes de organización de las colecciones de la Academia de Bellas Artes fue un asunto que estuvo sobre la mesa durante el gobierno de Carranza. En una de sus visitas a la institución, se hizo retratar al lado del director José Natividad Macías, quien se unió al constitucionalismo y apoyó de manera contundente el proyecto de reforma a la Constitución mexicana, en el que participó significativamente en la redacción del artículo 123 (fotografía 21).

La última de las imágenes corresponde a la enseña del batallón de San Blas, la cual se abanderó para recibir a Carranza en el Teatro Iturbide, y con ello dar inicio a los trabajos de redacción de la Constitución de 1917. Dicho lábaro corresponde al Cuerpo de Guardacostas del Pacífico, que durante el conflicto con Estados Unidos fue reorganizado por el teniente coronel Santiago Felipe Xicoténcatl, quien durante la batalla de 1847 cubrió la parte oriental del cerro de Chapultepec, hasta caer en combate con casi todos sus soldados. Los sobrevivientes envolvieron a su comandante con la bandera, la cual, a partir de tal episodio heroico,[12] es la insignia del Museo Nacional de Historia (fotografía 22).

A la par del movimiento revolucionario y del proceso de reforma de la Constitución mexicana, siempre estuvo la preocupación por impulsar la creación de museos y el cuidado a las llamadas bellezas naturales. Las fotografías muestran cómo algunos de los sitios formaban parte de los recorridos cotidianos de la gente, además de que llevar y mostrar al presidente los avances en su cuidado, formaba parte de la labor que se hizo para contar con su apoyo.


Citas

[1] Fototeca Constantino Reyes-Valerio, CNMH-INAH: Fondo Carranza, Historia Gráfica del gobierno constituyente. Querétaro.

[2] Agustín Tornel Olvera, Desierto de los Leones, México, Talleres de la Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos, 1922, p. 49.

[3] Ibidem, pp. 47-48.

[4] El licenciado Nemesio García Naranjo se encargó de la Secretaría Instrucción Pública y Bellas Artes del 21 de septiembre al 5 de octubre de 1913, como subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, y como encargado del despacho del 6 de octubre de 1913 al 15 de julio de 1914, todo bajo el gobierno del general Victoriano Huerta.

[5] UNAM-CESU, Fondo Ezequiel A. Chávez, c. 26, exp. 18, doc. 5, f. 4, 9 de junio de 1914.

[6] Archivo Histórico del Museo Nacional de Antropología (AHMNA), vol. 20, exp. 1, f. 1.

[7] Archivo General de la Nación (AGN), Dirección General de las Bellas Artes, Museo del Imperio Mexicano, caja. 161, exp. 3, 1916.

[8] Archivo General de la Nación-Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (AGN-SIPYBA), c. 119, exp. 31.

[9] Idem.

[10] Idem.

[11] Los integrantes de la comisión fueron Rafael Serrano, Ernesto Solís, Rafael B. García, Leopoldo González, Rodolfo Bello, Carlos Bellos, Mariano Bello, Adolfo Pérez Velasco, Adrián Revilla, J. M. Carreto, Miguel Sarmiento, Enrique L. Ventosa, Daniel Dávila y Felipe. N. Castillo. Igualmente se establecería una Junta de Embellecimiento para la ciudad.

[12] Archivo Histórico del Museo Nacional de Historia (AHMNH), Sección Documentos: 10-477180.