Published 2004-04-30
Keywords
- Industria,
- Minería,
- Nueva España,
- Siglo XVIII
How to Cite
Tiempo y sociedad en el Real Seminario de Minería, 1792-1821. (2004). Historias, 57, 23-34. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/12934
Abstract
This paper draws the attention to the significance of time in the curricula of the Real Seminario de Mineria. Time, captured through the representation of the school calendar, was the expression of every collective activity and established the sequence and rate in which school chores, ceremonies and festivities should be performed.
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References
1 Entre otros véase, David A. Brading, Mineros y comerciantes en el México borbónico, México, Fondo de Cultura Económica, 1971; Cuauhtémoc Velasco Ávila, et al., Estado y Minería en México (1767-1910), México, Fondo de Cultura Económica, Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal, 1988.
2 Santiago Ramírez, Datos para la historia del Colegio de Minería, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería, ed. facsímil, 1982; José Joaquín Izquierdo, La primera casa de las ciencias de México; El Real Seminario de Minería, 1792-1811, México, Ediciones Ciencia, 1958.
3 Entre otros podemos nombrar a: Juan Lucas de Lassaga y Joaquín Velázquez de León, Representación que a nombre de la minería de esta Nueva España, las hacen al rey nuestro señor. Los apoderados de ella..., introducción de Roberto Moreno de los Arcos, ed. facsímil, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería, 1979; Francisco Xavier Gamboa, Comentarios a las Ordenanzas de minería dedicados al católico rey nuestro señor don Carlos III..., México, obra reimpresa por Díaz de León y White, 1874.
4 Al institucionalizar la enseñanza del trabajo minero, el conocimiento empírico quedó al margen y fue menospreciado, aunque prevaleció en los centros mineros y compitió fuertemente contra el conocimiento científico.
5 Archivo General de la Nación México (en adelante AGNM), Minería, vol. 11, exp. 2.
6 José Joaquín Izquierdo, op. cit., pp. 41-43.
7 Archivo General de Indias (en adelante AGI), México, 2237, “Sobre el cierre del Colegio y la desaparición del Tribunal de Minería, datos del gasto del Colegio, el recorte presupuestal y plan de gastos del Real Tribunal y colegio en 1814”.
8 Nos referimos principalmente a la escuela de Almadén, al Real Seminario Patriótico Vascongado y a la escuela de Freiberg, en Sajonia.
9 Archivo Histórico del Palacio de Minería (en adelante AHPM), caja 52, doc. 1, “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”, (1791).
10 AGI, México, 2238, “Testimonio del plan propuesto por el Tribunal de Minería para el gobierno del Colegio Metálico o Seminario, que debe establecerse en virtud de la Real Orden”.
11 AHPM, caja 52, doc. 1, (1791), “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”.
12 Las causas del abandono de los estudios fueron diversas: iban desde los asuntos familiares, pasando por la falta de recursos económicos e incluso por no aprobar las materias. En general, los alumnos tuvieron muchos problemas de aprovechamiento en la clase de matemáticas, como ocurre hoy en día en distintos centros escolares.
13 Adolfo Carrasco Martínez, escribió que “el tratamiento del tiempo histórico a lo largo de la evolución de la historiografía nos revela las discontinuidades de la actitud hacia el pasado, precisamente porque el diálogo entre la experiencia y las expectativas no ha empleado siempre el mismo código” en: “La trama del tiempo. Algunas consideraciones en torno a lo narrativo en historia”, en Cuadernos de Historia Moderna, núm. 20, Universidad Complutense, Madrid, 1998, p. 96.
14 Las constituciones o reglamentos de las escuelas de internado eran muy similares en Nueva España y en Europa, lo cual hace pensar que al elaborarlos, se copiaran las ideas de unos a otros, inclusive en la forma de distribuir el tiempo. Véase Jorge René González y Ma. Magdalena Ordóñez, Colegio Seminario de Tepotzotlán para instrucción, retiro voluntario y corrección de clérigos seculares, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1993.
15 Jacques Attali, Historias del tiempo, México, Fondo de Cultura Económica,1985, p. 201.
16 AHPM, caja 120, doc. 9. Reglamento sobre asuetos que debe haber en el Real Seminario de Minería con distinción de sus clases, 6 de septiembre de 1806.
17 Inés Pellón y Ramón Gago, Historia de las cátedras de química y mineralogía de Bergara a fines del siglo XVIII, Gipuzkoa, Ayuntamiento de Bergara, 1994, p. 39. Cabe aclarar que Koldo Larrañaga afirma que las vacaciones se iniciaban el 18 de agosto, día de la Asunción, y se prolongaban hasta el 18 de octubre, día de san Lucas, véase, Las manifestaciones del hecho ilustrado en Bergara, Bergarako Udala, Ikerlan Saila, 1991, pp. 42-43.
18 AHPM, Caja, doc. 13, “Vacaciones para los colegiales”, 26 de octubre de 1795.
19 AHPM, M.L. 90 B, “Libros de oficios 1789-1800”, fjs. 126 128 v.
20 AHPM, caja 76, doc. 13, “Vacaciones para los colegiales”, 26 de octubre de 1795.
21 En las fiestas civiles se contemplaban los cumpleaños del rey, el director del RSM, el administrador del Tribunal de Minería, el rector y vicerrector del RSM.
22 Albert Cristian Sellner, Calendario perpetuo de los santos, Buenos Aires, Sudamericana, 1994.
23 Carnestolendas, los tres días de carne que preceden al miércoles de ceniza, en los cuales se hacen fiestas, convites y otros juegos para burlarse y divertirse. Diccionario de Autoridades, Madrid, Gredos, ed. facsimilar, Biblioteca Románica Hispánica, t. 1, 1964, p. 188.
24 Santiago Ramírez, op. cit., p. 271.
25 El día 31 de ese mes era la fiesta de san Ignacio de Loyola pero suponemos que a raíz de la expulsión de los jesuitas, no se conmemoró oficialmente. Hernández y Dávalos, 1889, p. 321.
26 La fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe era la más fastuosa del año y en ella se llegaba a gastar una suma considerable. Sabemos que en 1792, ascendió a 423 pesos. AHPM, caja 56, doc. 1, (1792), “Comprobantes de las cuentas del Factor”.
27 Citado por Marc Baldó i Lacomba, Profesores y estudiantes en la época romántica. La Universidad de Valencia en la crisis del Antiguo Régimen (1786-1843), Valencia, España, Ayuntamiento de Valencia, 1984, p. 37.
28 AHPM, M.L. 90 B, “Libro de oficios 1789-1800”, fjs. 129-131v.
29 Ordenanzas de minería y colección de las leyes y órdenes que con fecha posterior se han expedido sobre la materia, compilada por el licenciado José Olmedo y Lama, México, Imprenta de Vicente G. Torres a cargo de Mariano García, 1873, pp. 41-43.
30 AHPM, M. L. 89B, “Libro de oficios 1801-1808”.
31 En el Real Seminario de Nobles de Madrid, la campana se tocaba sólo cuatro veces al día: para anunciar la primera clase de 7:30 de la mañana, el inicio de las clases de habilidades a las 9:30 de la mañana, para rezar el Rosario de las 11 de la mañana y para anunciar la clase de la tarde de 5:30. Archivo Histórico de Madrid, sección Universidades, Real Seminario de Nobles, leg. 689, exp. 3, “Actividades de los alumnos”, 8 julio de 1792.
32 Anne Staples, “El abuso de las campanas en el siglo pasado”, en Historia Mexicana, octubre-diciembre de 1977, p. 178.
33 Al parecer este horario tuvo una vigencia muy larga. Sólo hemos encontrado una modificación aplicada a partir de enero de 1819, cuando el director determinó que el día se iniciara a las 6:30 con el oficio de la misa.
34 AHPM, caja 52, doc. 1, (1791), “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”.
35 A grandes líneas, hemos encontrado que en muchas escuelas los jueves eran considerados como fiesta de guardar. Es posible que esta situación de deba a que en la religión cristiana el jueves se instituyó el sacramento eucarístico, en la cena que tuvo Cristo con sus apóstoles para celebrar la Pascua.
36 A petición del director José Francisco Robles, en 1828 se presentó un informe en el que se critican las horas de estudio de los domingos; al parecer los estudiantes no las cumplían. AHPM, caja 52, doc. 1, (1791), fjs. 53-55v, “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”.
37 Michel Foucault, Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión, México, Siglo xxi, 1976, p. 147.
38 Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultual: entre práctica y representación, Barcelona, España, Gedisa, 1992, p. 59.
2 Santiago Ramírez, Datos para la historia del Colegio de Minería, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería, ed. facsímil, 1982; José Joaquín Izquierdo, La primera casa de las ciencias de México; El Real Seminario de Minería, 1792-1811, México, Ediciones Ciencia, 1958.
3 Entre otros podemos nombrar a: Juan Lucas de Lassaga y Joaquín Velázquez de León, Representación que a nombre de la minería de esta Nueva España, las hacen al rey nuestro señor. Los apoderados de ella..., introducción de Roberto Moreno de los Arcos, ed. facsímil, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería, 1979; Francisco Xavier Gamboa, Comentarios a las Ordenanzas de minería dedicados al católico rey nuestro señor don Carlos III..., México, obra reimpresa por Díaz de León y White, 1874.
4 Al institucionalizar la enseñanza del trabajo minero, el conocimiento empírico quedó al margen y fue menospreciado, aunque prevaleció en los centros mineros y compitió fuertemente contra el conocimiento científico.
5 Archivo General de la Nación México (en adelante AGNM), Minería, vol. 11, exp. 2.
6 José Joaquín Izquierdo, op. cit., pp. 41-43.
7 Archivo General de Indias (en adelante AGI), México, 2237, “Sobre el cierre del Colegio y la desaparición del Tribunal de Minería, datos del gasto del Colegio, el recorte presupuestal y plan de gastos del Real Tribunal y colegio en 1814”.
8 Nos referimos principalmente a la escuela de Almadén, al Real Seminario Patriótico Vascongado y a la escuela de Freiberg, en Sajonia.
9 Archivo Histórico del Palacio de Minería (en adelante AHPM), caja 52, doc. 1, “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”, (1791).
10 AGI, México, 2238, “Testimonio del plan propuesto por el Tribunal de Minería para el gobierno del Colegio Metálico o Seminario, que debe establecerse en virtud de la Real Orden”.
11 AHPM, caja 52, doc. 1, (1791), “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”.
12 Las causas del abandono de los estudios fueron diversas: iban desde los asuntos familiares, pasando por la falta de recursos económicos e incluso por no aprobar las materias. En general, los alumnos tuvieron muchos problemas de aprovechamiento en la clase de matemáticas, como ocurre hoy en día en distintos centros escolares.
13 Adolfo Carrasco Martínez, escribió que “el tratamiento del tiempo histórico a lo largo de la evolución de la historiografía nos revela las discontinuidades de la actitud hacia el pasado, precisamente porque el diálogo entre la experiencia y las expectativas no ha empleado siempre el mismo código” en: “La trama del tiempo. Algunas consideraciones en torno a lo narrativo en historia”, en Cuadernos de Historia Moderna, núm. 20, Universidad Complutense, Madrid, 1998, p. 96.
14 Las constituciones o reglamentos de las escuelas de internado eran muy similares en Nueva España y en Europa, lo cual hace pensar que al elaborarlos, se copiaran las ideas de unos a otros, inclusive en la forma de distribuir el tiempo. Véase Jorge René González y Ma. Magdalena Ordóñez, Colegio Seminario de Tepotzotlán para instrucción, retiro voluntario y corrección de clérigos seculares, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1993.
15 Jacques Attali, Historias del tiempo, México, Fondo de Cultura Económica,1985, p. 201.
16 AHPM, caja 120, doc. 9. Reglamento sobre asuetos que debe haber en el Real Seminario de Minería con distinción de sus clases, 6 de septiembre de 1806.
17 Inés Pellón y Ramón Gago, Historia de las cátedras de química y mineralogía de Bergara a fines del siglo XVIII, Gipuzkoa, Ayuntamiento de Bergara, 1994, p. 39. Cabe aclarar que Koldo Larrañaga afirma que las vacaciones se iniciaban el 18 de agosto, día de la Asunción, y se prolongaban hasta el 18 de octubre, día de san Lucas, véase, Las manifestaciones del hecho ilustrado en Bergara, Bergarako Udala, Ikerlan Saila, 1991, pp. 42-43.
18 AHPM, Caja, doc. 13, “Vacaciones para los colegiales”, 26 de octubre de 1795.
19 AHPM, M.L. 90 B, “Libros de oficios 1789-1800”, fjs. 126 128 v.
20 AHPM, caja 76, doc. 13, “Vacaciones para los colegiales”, 26 de octubre de 1795.
21 En las fiestas civiles se contemplaban los cumpleaños del rey, el director del RSM, el administrador del Tribunal de Minería, el rector y vicerrector del RSM.
22 Albert Cristian Sellner, Calendario perpetuo de los santos, Buenos Aires, Sudamericana, 1994.
23 Carnestolendas, los tres días de carne que preceden al miércoles de ceniza, en los cuales se hacen fiestas, convites y otros juegos para burlarse y divertirse. Diccionario de Autoridades, Madrid, Gredos, ed. facsimilar, Biblioteca Románica Hispánica, t. 1, 1964, p. 188.
24 Santiago Ramírez, op. cit., p. 271.
25 El día 31 de ese mes era la fiesta de san Ignacio de Loyola pero suponemos que a raíz de la expulsión de los jesuitas, no se conmemoró oficialmente. Hernández y Dávalos, 1889, p. 321.
26 La fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe era la más fastuosa del año y en ella se llegaba a gastar una suma considerable. Sabemos que en 1792, ascendió a 423 pesos. AHPM, caja 56, doc. 1, (1792), “Comprobantes de las cuentas del Factor”.
27 Citado por Marc Baldó i Lacomba, Profesores y estudiantes en la época romántica. La Universidad de Valencia en la crisis del Antiguo Régimen (1786-1843), Valencia, España, Ayuntamiento de Valencia, 1984, p. 37.
28 AHPM, M.L. 90 B, “Libro de oficios 1789-1800”, fjs. 129-131v.
29 Ordenanzas de minería y colección de las leyes y órdenes que con fecha posterior se han expedido sobre la materia, compilada por el licenciado José Olmedo y Lama, México, Imprenta de Vicente G. Torres a cargo de Mariano García, 1873, pp. 41-43.
30 AHPM, M. L. 89B, “Libro de oficios 1801-1808”.
31 En el Real Seminario de Nobles de Madrid, la campana se tocaba sólo cuatro veces al día: para anunciar la primera clase de 7:30 de la mañana, el inicio de las clases de habilidades a las 9:30 de la mañana, para rezar el Rosario de las 11 de la mañana y para anunciar la clase de la tarde de 5:30. Archivo Histórico de Madrid, sección Universidades, Real Seminario de Nobles, leg. 689, exp. 3, “Actividades de los alumnos”, 8 julio de 1792.
32 Anne Staples, “El abuso de las campanas en el siglo pasado”, en Historia Mexicana, octubre-diciembre de 1977, p. 178.
33 Al parecer este horario tuvo una vigencia muy larga. Sólo hemos encontrado una modificación aplicada a partir de enero de 1819, cuando el director determinó que el día se iniciara a las 6:30 con el oficio de la misa.
34 AHPM, caja 52, doc. 1, (1791), “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”.
35 A grandes líneas, hemos encontrado que en muchas escuelas los jueves eran considerados como fiesta de guardar. Es posible que esta situación de deba a que en la religión cristiana el jueves se instituyó el sacramento eucarístico, en la cena que tuvo Cristo con sus apóstoles para celebrar la Pascua.
36 A petición del director José Francisco Robles, en 1828 se presentó un informe en el que se critican las horas de estudio de los domingos; al parecer los estudiantes no las cumplían. AHPM, caja 52, doc. 1, (1791), fjs. 53-55v, “Instrucción sobre la constitución y estado actual del Real Seminario de Minería de México”.
37 Michel Foucault, Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión, México, Siglo xxi, 1976, p. 147.
38 Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultual: entre práctica y representación, Barcelona, España, Gedisa, 1992, p. 59.