No. 80 (2011)
Ensayos

La Universidad de Mérida de Yucatán en la época colonial (1624-1767):documentos probatorios de su existencia

Published 2011-12-31

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La Universidad de Mérida de Yucatán en la época colonial (1624-1767):documentos probatorios de su existencia. (2011). Historias, 80, 47-62. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/1343

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References

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  7. El padre Ambrosio de Andrada o Adrada, fue natural de Navamorcuende, hoy en la provincia de Toledo, España. Estudió letras, filosofía y teología, y en 1664 era rector del colegio y universidad de Mérida. En 1668 se notificó su salida de Mérida, para hacerse cargo del colegio de Tepotzotlán. Muere en la ciudad de México el 13 de mayo de 1674;
  8. Francisco Zambrano, Diccionario Bio-Bibliográfico de cuala Compañía de Jesús en México, México, Jus, 1970, vol. III, pp. 351-353.
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  13. El padre Hernando Cavero fue procurador general de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada en 1654, en AGI, Indiferente, 2107, N.201 y todavía en 1658, AGI, Contratación, 5431, N.5, R.75. En 1664 se le localiza en Nueva España como viceprovincial y visitador, en AGN, Californias, V.60 bis, exp.1, ff. 1-16.
  14. Dante Alberto Alcántara Bojorge, “Bachilleres en teología en la Real Universidad de México: siglos XVI-XVIII (1553- 1738)”, México, tesis, FFYL-UNAM, 2002, citado por Enrique González González, “Precariedad jurídica de las universidades jesuíticas en el Nuevo Mundo”, en Gian Paolo Brizzi (coord.), Gesuiti e universita in Europa (secoli XVI-XVIII), Bolonia, Universidad de Bolonia, Clueb, 2002, p. 165.
  15. La lista de censos para sustentar esta cátedra fue uno de los testimonios que envió el gobernador y capitán general Cristóbal de Zayas en 1770. La escritura de dotación más antigua es de 29 de diciembre de 1760, y fue por un monto de 2 500 pesos otorgado por Francisco Xavier Montero; AGI, México, 3101, ff. 65-71.
  16. AGN, Jesuitas, v. II-36, exp. 211, ff. 309-310. El apelativo de “Real y Pontificia” con que el rey y su Consejo de Indias se refiere a la Universidad de Mérida, lo encontramos principalmente en la segunda mitad del siglo XVIII. Algo similar sucedió con la Universidad de México, la cual comenzó a nombrársele como “Real y Pontificia” hacia la segunda mitad del mismo siglo; véase Enrique González González, “¿Era pontificia la Real Universidad de México?”, en Enrique González González y Leticia Pérez Puente, op. cit., pp. 53-82.