No. 33 (1995)
Ensayos

Centroamericanos y caribeños en México, 1900-1970

Rodolfo Casillas
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede México

Published 1995-03-31

How to Cite

Abstract

La región del Soconusco es, por excelencia, el acceso principal de y hacia Centroamérica. Y es, con mucho, confluencia de pueblos y de culturas. A lo largo del tiempo, su importancia y fama han trascendido fronteras, han motivado flujos migratorios internacionales y, superando los olvidos que suele ocasionar el paso del tiempo, se mantiene como centro de interés por lo que en ella ocurre. En un entorno un poco más amplio, el chiapaneco, o sea, el área fronteriza de Chiapas con Guatemala -también hay que decirlo- ha sido motivo de conflicto por las riquezas naturales que sus usufructuarios en el pasado evaluaron a la luz de las luchas de independencia habidas en los albores del siglo XIX y la conveniencia de optar por uno u otro bando, de cobijarse bajo una bandera u otra. La frontera continental del sur mexicano se complementa con la otrora Honduras Británica, hoy Belice. Colindante con el actual estado de Quintana Roo, la ex colonia inglesa fue lugar de destino o de movimientos itinerantes de mayas, de comercio ilegal y de piratas, así como causa de reclamos guatemaltecos a México por las incursiones mayas a las tierras del quetzal.

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References

1 Los registros parroquiales son, sin duda, una rica fuente de información para algunos aspectos relativos a la población. Empero, haberlos consultado para esta investigación hubiera sido una tarea más allá de los propósitos y recursos disponibles, aparte de los problemas metodológicos que significa consultar registros realizados en tiempos, espacios y circunstancias tan diversas, lo que habría demandado más tiempo del establecido.
2 Es oportuno señalar que el texto que se presenta en este coloquio es parte, con adecuaciones propias para este foro, de un capítulo hecho por el autor para la obra coordinada por Ma. E. Ota, Cien años de migraciones a México, de próxima publicación por el Colegio de México.
3 Una crítica razonada y bastante fundamentada se encuentra en Moisés González Navarro, Población y sociedad en México (1900-1970), 2 vols., México, UNAM, 1974, tomo I, cap. 1, pp. 31-41. Particularmente entre los demógrafos, el censo de 1980 es calificado de calidad muy dudosa debido al incremento de cifras hecho después del levantamiento de campo.
4 En aras de hacer más fluida la lectura, convengamos con el lector en que las referencias a los censos generales de población de México los referiremos de manera económica como censos; el Registro Nacional de Extranjeros como RNE; la Dirección General de Servicios Migratorios como Migración y el Archivo Histórico Diplomático Mexicano de Relaciones Exteriores de México como AREM.
5 El trabajo de Sergio Camposortega, "Análisis demográfico de las corrientes migratorias a México desde finales del siglo XIX", que forma parte de la obra colectiva mencionada en la nota 2, incluye algunas gráficas que ilustran satisfactoriamente las poblaciones relativas que se mencionan en esta parte del texto.
6 De hecho, de la cifra total, 100 son anteriores a 1900 y 75 posteriores a 1950.
7 Los datos censales de Guatemala se tomaron del cuadro 1, cifras corregidas, p. 8, de la obra Crecimiento de la población de Guatemala y sus implicaciones, de Jorge Arias de B., publicado en Guatemala por APROFAM, s/f. De aquí en adelante las cifras de los censos guatemaltecos provendrán de esta fuente.
8 Con cierta facilidad, se han expresado señalamientos sobre la incidencia por excelencia de las "sectas" protestantes en las fronteras de México, en un intento desesperado por convertir la pluralidad religiosa (constitucionalmente factible y permisible) en un problema de seguridad nacional. Estos resultados, así como otros antes obtenidos, no permiten aseverar tales juicios. Sobre el particular, véase Rodolfo Casillas y R. Hernández, "Demografía y religión: una relación poco explorada", Cristianismo y Sociedad, vol. XXVIII, núm. 3, México, 1990, pp. 75-85.
9 Palabras dichas durante el Coloquio de Invierno organizado por la revista Nexos, México, 10 de febrero de 1992.