NARRATIVAS ANTROPOLÓGICAS,
año 3, núm. 5, enero-junio de 2022
Oratorios familiares...
T. Quiñones Vega
Por la información que se tiene, estos oratorios
familiares son propios o sólo se han encontrado en
territorio de los mayas máasewáalo’ob. Autores que
han trabajado la zona maya macehual hacen men-
ción de la existencia de este tipo de oratorios: Terán
y Rasmussen los identifican en Xocén, Yucatán; Villa
Rojas y Coot, en pueblos del actual municipio de
Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo.11
Es posible que en el pasado los oratorios familia-
res fueran más comunes entre los mayas y, en parti-
cular, en la zona maya macehual. Redfield menciona
que en Chankom, la gente recordaba que años atrás
“todas las imágenes se guardaban en oratorios espe-
ciales”.12 En Tihosuco, un señor comentó que su
abuelo era originario de Dzitnup, Yucatán, de allí
emigró con una imagen de la Santa Cruz y se esta-
bleció un tiempo en Ekpedz, Yucatán, donde hizo
una capilla para su imagen, pero por problemas tuvo
que salirse y llegó a vivir a Tihosuco.
En la época prehispánica era una práctica común
entre la élite, ya que, según Landa: “Tenían los seño-
res sacerdotes y gente principal oratorios e ídolos en
casa para sus oraciones y ofrendas particulares”.13
Durante la Colonia, a través de las ordenanzas de
11 Terán y Rasmussen, Xocén. El pueblo...; Villa Rojas, Los elegi-
dos...; Eriberto Coot, Las fiestas de la selva maya. México:
URQOO / INAH, 2002). En otros pueblos originarios de México hay
oratorios o capillas familiares, es el caso de los otopames del
Estado de México; ver en Felipe González Ortiz, “La organización
social de los mazahuas del Estado de México”, Ciencia Ergo Sum,
vol. 8, núm. 1 (marzo, 2001), 19-29, acceso el 15 de julio del
2020, http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10402003. Entre
los otomíes de Querétaro, consultar: Jacques Galinier, La mitad
del mundo: cuerpo y cosmos en los rituales otomíes (México:
UNAM / CIESAS / INI, 1990); Diego Prieto y Beatriz Utrilla, “Ar ngú,
ar hnini, ya meni. La casa, el pueblo, la descendencia (los oto-
míes de Querétaro”, en La comunidad sin límites, coord. por Saúl
Millán y Julieta Valle, t. II (México: INAH, 2003) 143-210; y en el
blog del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), “Las
capillas familiares otomíes en el semidesierto queretano” (julio
de 2017), acceso el 15 de julio del 2020, https://www.gob.mx/inpi/
articulos/las-capillas-familiares-otomies-en-el-semidesierto-queretano.
12 Robert Redfield, Yucatán: una cultura de transición (México:
FCE, 1944), 293.
13 Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán (México:
Porrúa, 1973), 48.
Tomás López Medel, se prohibió a los señores y
principales mayas establecer oratorios o capillas.14
¿Qué santos o imágenes son veneradas en los
oratorios familiares?, tanto en Xocén como en pue-
blos de Quintana Roo, la Santa Cruz es la imagen
más común.15 En Tihosuco, a los santos a quienes se
les rinde culto en los oratorios se los vincula con la
actividad agrícola, la milpa y especialmente con la
lluvia, éstos son: san Antonio de Padua, san Miguel
Arcángel y la Santa Cruz.
Cada una de estas imágenes católicas, los mayas
—como otros grupos mesoamericanos— se las apro-
piaron y resignificaron. San Antonio de Padua, cuya
celebración es en el mes de junio, coincide con el
inicio de la época de lluvia, de la cual depende el
maíz de la milpa.16 En el caso de san Miguel y otros
arcángeles, se les asoció con los pauahtunes, anti-
guas deidades que eran los guardianes de los cuatro
puntos cardinales; a san Miguel se le reconoció —
todavía hoy es así— como el más poderoso y que
dirige a los chaques17 (señores de la lluvia); según su
iconografía porta una espada, y los mayas creen que
su brillo es el relámpago.18 Entre los mayas, la cruz
—en especial la cruz verde— se relaciona con la ceiba
oyaxche’, el axis mundi maya19, y en esta región son
las cruces verdes las más veneradas.
14 Nancy Farriss, La sociedad maya bajo el dominio colonial
(México: Artes de México / Conaculta / INAH, 2012), 415.
15 Hay que considerar que la Santa Cruz fue muy importante
durante la Guerra de Castas, en particular la conocida como la
Cruz Parlante.
16 En algunas comunidades mayas de Yucatán, como Pocoboch,
la celebración a san Antonio incluye el ritual de petición de lluvia
(ch’aa cháak); ver en Ella Quintal, Martha Medina, Teresa Qui-
ñones, Lourdes Rejón y María Cen, “Los que son como nosotros:
santos y pixanes en la cosmovisión de los mayas peninsulares”,
en Creando mundos entrelazando realidades. Cosmovisiones y
mitologías en el México indígena, coord. por Catharine Good y T.
V. Marina Alonso (México: INAH, 2014), 29-95.
17 Mario H. Ruz, “La familia divina. Imaginario hagiográfico en
el mundo maya”, en De la mano de lo sacro. Santos y demo-
nios en el mundo maya, ed. de Mario H. Ruz (México: UNAM,
2006), 21-66.
18 Quintal et. al, “Los que son como nosotros...”, 54.
19 Mercedes de la Garza, Rostros de lo sagrado en el mundo maya
(México: Paidós / UNAM, 1998).