NARRATIVAS ANTROPOLÓGICAS,
año 3, núm. 5, enero-junio de 2022
Claude Lévi-Strauss: una mesa...
H. A. Reyes García
la antropología mexicana. Por eso es interesante hacer pública esta charla —entre vo-
ces y recuerdos—, con una pregunta que se formula la misma María Eugenia Olava-
rría: “¿qué podría decirse hoy, en México, tanto del efecto de su obra como del sedi-
mento que ha dejado en el pensamiento de las últimas décadas?”.8
—Me gustaría resaltar un conjunto de ideas que enuncia en el artículo “A propósito
del centenario de Lévi-Strauss: Presencia del estructuralismo en la antropología me-
xicana”, publicado en 2008. Concluye el texto recordando lo que enunció Claude Lévi-
Strauss y que en “Le structuralisme en Amérique” parafraseó Marshall Sahlins.9 Nos
dice: “no se trata de mostrar cómo los antropólogos piensan el estructuralismo, sino
en mostrar cómo el estructuralismo ‘se piensa’ en los antropólogos y en esa medida,
es susceptible de múltiples traducciones”.10 En este orden de ideas, le pregunto, para
la Dra. María Eugenia Olavarría: ¿cómo se piensa el estructuralismo?, ¿qué impacto
le genera el pensamiento de Lévi-Strauss, como investigadora y en un inicio, como es-
tudiante?
—Esto me remonta a finales de 1970, en la ENAH, cuando ingresé a la especialidad
de Etnología. En ese entonces ya no existía la especialidad, sólo estaba Antropología
Social, pero un grupo de profesores y alumnos encabezados —sobre todo— por Jesús
Jáuregui, Murilo Kuschick y otros, decidimos reabrir la especialidad de Etnología.
Porque el programa que se impartía en Antropología Social ignoraba muchos de los
antropólogos importantes del siglo XX, hasta ese momento. Entre ellos, Lévi-Strauss.
Fue en las clases de Jesús Jáuregui, Murilo Kuschick, Guillermo Díaz de León y Cesa-
rio Morales en donde nos los dieron a leer y pudimos conocer a Lévi-Strauss. En este
momento, estamos hablando de un periodo en el que la ENAH no contaba con un
cuerpo docente fuerte, los alumnos teníamos que pedirles a los investigadores que
nos fueran a dar clase; al final, era un poco caótico.11 En ese entonces la lectura de
Lévi-Strauss —para mí— fue lo más coherente que pude encontrar. Sí, me propor-
cionaba una seguridad filosófica, existencial, cognitiva, ¡impresionante! Leímos al-
8 María Eugenia Olavarría, “A propósito del centenario de Lévi-Strauss: Presencia del estructuralis-
mo en la antropología mexicana”, AIBR. Revista de Antropología Iberoamericana, núm. 2 (mayo-
agosto de 2008), 127.
9 Marshall Sahlins, “Le structuralisme en Amérique”, Magazine littéraire, núm. 5 (4o. trimestre de
2003), 78-80.
10 El legado del estructuralismo francés en la antropología mexicana y las apuestas que alrededor del
tema han soslayado los estudios sobre economía, organización social y ceremonial, simbolismo, paren-
tesco y mitología han sido reseñados por la Dra. Olavarría en el manuscrito de 2008 y en una versión
preliminar publicada en el mismo año, con el título “El estructuralismo en México: una reseña”, en el
volumen 8 de Inventario Antropológico. Anuario de la revista Alteridades (México: UAM / UAY, 2006).
11 En un texto que cuestiona las “afirmaciones incorrectas” sobre la antropología marxista en México,
Jesús Jáuregui recuerda que, al finalizar los sesenta, la ENAH empezaba a enfrentar “limitaciones acadé-
micas”. Por un lado, algunos antropólogos la abandonan para instalarse en la Universidad Iberoameri-
cana. Por el otro, las revoluciones derivadas de ese momento histórico incitaron a la eliminación de ma-
terias antropológicas, así como a la exclusión de antropólogos por economistas, sociólogos, filósofos,
líderes izquierdistas o del “marxismo radical” para ocupar las cátedras sobre los problemas sociales de
la contemporaneidad. Jesús Jáuregui, “La antropología marxista en México: sobre su inicio, auge y
permanencia”, Inventario Antropológico. Anuario de la revista Alteridades, vol. 3 (México: UAM, enero-
diciembre de 1997), 1-92.