¿Por qué los arqueólogos hacemos etnografías? Introducción a la etnografía de una comunidad alfarera, Los Reyes Metzontla
Resumen
La búsqueda del pasado nos induce como arqueólogos a caminar entre fragmentos o artefactos, y tratar de imaginar cómo eran en las manos de sus antiguos productores o usuarios; qué pensaban mientras los usaban o los hacían, cómo estaban relacionados con su vida cotidiana y su trascender... para familiarizarnos con sus pensamientos y sentimientos, solamente podemos recurrir al “otro” contemporáneo a nosotros, porque el actor del pasado no está ya a nuestro alcance. Por eso, los arqueólogos hacemos etnografías para recuperar y recopilar información y generar datos a partir de comunidades humanas contemporáneas, que permitan desde el simple registro de las formas y conductas de producción, uso y desecho, hasta el entendimiento de estos procesos que son parte de la vida cotidiana familiar, social, económica, política e ideológica, con el fin de generar una reserva de datos que ayuden a interpretar el pasado. También puede plantearse como la manera de allegarse respuestas a problemas arqueológicos específicos u operar de una forma heurística que permita generar, no un nuevo conocimiento sobre el pasado, sino hipótesis aplicables a éste. En este artículo, a partir de un estudio de caso, se trata de ejemplificar cómo la etnografía aplicada a la arqueología actúa en la producción de hipótesis y provee de argumentos que permiten especular sobre el pasado.