El entierro del conde Orgaz, ¿un cuadro de ánimas?

Abstract

La pintura del entierro del señor Orgaz, plasmada por el Greco en la ciudad de Toledo durante el siglo XVI, fue pagada por el señor cura del templo de santo Tomé como una acción con la cual agradecía una fortuna económica legada por el noble para beneficio de dicha capilla.

El Greco vació en ella toda su imaginación, ideando cómo era el conde y cómo los santos san Agustín y san Esteban, ambos protectores del alma del Señor de Orgaz. Además de ellos, el pintor representó a varios de sus amigos y personajes que en alguna ocasión lo protegieron, como san Francisco de Asís, con cuyos hijos se educó en Candia. Para que esta pintura fuera un cuadro de ánimas, el Greco debió hablar con Federico Zuccaro, quien había pintado en la casa de los jesuitas un cuadro de ánimas. Ésta es la manera que encontró el señor Núñez par cumplir con su deuda moral para con el conde de Orgaz.