Historias del 68. La cobertura fotoperiodística del Excélsior, “El periódico de la vida nacional”
Palabras clave:
1968, 2 de octubre, Fotografía, Fotoperiodismo, Movimiento Estudiantil, PrensaResumen
El análisis histórico de los cambios y las transformaciones del fotoperiodismo en México ha comenzado recientemente.1 La obra de fotógrafos como Enrique Díaz, los Hermanos Mayo, Juan Guzmán, Nacho López y Rodrigo Moya han sido objeto de estudios más o menos rigurosos de distintos especialistas, que han ponderado el peso de las imágenes fotográficas de estos profesionales de la lente en sus respectivos contextos sociales. Por lo que respecta a las décadas más recientes y al surgimiento de un “nuevo fotoperiodismo mexicano” a partir de fines de los años setenta del siglo pasado, dicho fenómeno no ha pasado inadvertido para cualquier observador atento a la historia política y cultural del país, pero el proceso como tal todavía no pasa por el análisis crítico de los historiadores pese a su importancia.
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2 El movimiento estudiantil de 1968 forma parte del segundo bloque de protestas sociales ocurridas en México durante el siglo XX después de la instauración de los regímenes revolucionarios. El primero abarca de 1920 a 1940 y tiene que ver con las pugnas revolucionarias. El segundo comprende de 1958 a 1968 y está representado por la movilización de obreros, empleados, estudiantes, empresarios, católicos, comunistas y anticomunistas; su objetivo central consistió en rebelarse contra los mecanismos de control del Estado. El tercero es una herencia del 68, se produce en la década de los años setenta y consistió en la insurgencia sindical y la lucha guerrillera. El cuarto se refiere a la reivindicación de las autonomías y los derechos humanos. Soledad Loaeza, “Las olas de la movilización y la protesta. 1920-2000”, en Gran Historia de México Ilustrada, México, Planeta/INAH, 2000, pp. 241-259.
3 Raúl Álvarez Garín, La estela de Tlatelolco, una reconstrucción del movimiento estudiantil de 1968, México, Itaca, 2002.
4 La bibliografía sobre el 68 es amplia y extensa. Para los fines de este artículo, baste recomendar al lector la obra Diálogos sobre el 68, coordinada por Silvia González y publicada por el Instituto de Investigaciones Bibliográficas en 2003, la cual cita cerca de 250 referencias importantes sobre el movimiento estudiantil, que comprenden investigaciones de corte histórico, literatura, testimonios, videos, grabaciones, catálogos y páginas de internet.
5 Aurora Cano, “Los libros y la prensa”, en Silvia González (coord.), op. cit., pp. 115-130.
6 Hemos optado por una lectura cualitativa de las fotografías publicadas por Excélsior durante el episodio estudiantil. Lo anterior significa que en algunas ocasiones se eligieron las imágenes que se consideraron más representativas de la propuesta visual del periódico, a veces en función de su originalidad, pero en otras tomando en cuenta el aspecto contrario, esto es, su reiteración. El hilo conductor consistió en cotejar en todo momento los aspectos gráficos con el punto de vista institucional del diario, representado por el editorial principal del día, el punto de vista crítico de los colaboradores y por supuesto los distintos reportajes y pies de foto —transcritos textualmente en cada una de las fotografías incluidas a lo largo de la revista— que acompañaron a las imágenes. Todo lo anterior nos proporcionó los matices y claroscuros para ir contextualizando el discurso narrativo de las imágenes. Al respecto, véase Lorenzo Vilches, Teoría de la imagen periodística, Barcelona, Paidós, 1987.
7 Desde el inicio del episodio estudiantil el gobierno atribuyó la dinámica de los acontecimientos a una conjura internacional de carácter comunista para sabotear las Olimpiadas y afectar la estabilidad política del país. Las declaraciones periodísticas de Díaz Ordaz y distintos gobernadores y miembros del gabinete al respecto tuvieron una presencia constante en ese lapso. Actualmente puede explorarse el microcosmos de los informes de los agentes de gobernación a esa secretaría y a la Presidencia de la República en los acervos de la Dirección Federal de Seguridad, los cuales se conservan en el Archivo General de la Nación. Dichos informes alimentaron cotidianamente esta idea de la conjura entre las autoridades.
8 La FNET fue creada en 1956, con la ocupación militar del Politécnico ordenada por el gobierno para impedir una reorganización del sistema de educación superior. Su control empezó a declinar en 1967, cuando los estudiantes del IPN participaron en apoyo a la huelga de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo.
9 Excélsior, 6 de agosto de 1968, p. 1.
10 Excélsior, 13 de agosto de 1968.
11 Las cifras de los participantes varían de acuerdo con la fuente consultada. Todos coinciden en que se trató de la manifestación más concurrida de la década de los años sesenta en la Ciudad de México. Cabe recordar que la capital contaba con unos seis millones de habitantes, lo que permite dimensionar la magnitud del evento.
12 Gabriel Alarcón, director de El Heraldo promovió la publicación de la foto del asta bandera con la bandera rojinegra en diversos medios periodísticos. Dicha imagen formó parte de la estrategia gubernamental para descalificar el movimiento estudiantil. La carta de Alarcón dirigida a Gustavo Díaz Ordaz en la que le explica ésta y otras cuestiones ligadas al episodio estudiantil del 68 se encuentra actualmente en el Archivo General de la Nación. Fue reproducida en el número 246 de la revista Nexos.
13 A partir del día 28 resultó más evidente la intervención de fuerzas paramilitares para intimidar, reprimir y asesinar estudiantes. La crónica de estos hechos, vista desde la perspectiva de los servicios de inteligencia del Estado, puede seguirse paso a paso en Sergio Aguayo, 1968. Los archivos de la violencia, México, Grijalbo/Reforma, 1998.
14 Excélsior, 29 de agosto, p. 7.
15 El licenciado Rodolfo González Guevara se encontraba aquella noche del 27 de agosto trabajando en Palacio Nacional en su oficina, que tenía una ventana hacia el Zócalo. Desde ahí observó cómo llegó un grupo de empleados del Departamento del Distrito Federal, de los llamados “halcones”, quienes bajaron la bandera y pusieron en su lugar el trapo rojinegro. Al respecto, véase Raúl Jardón, 1968. El fuego de la esperanza, México, Siglo XXI, 1998, p. 292.
16 La efigie de Emiliano Zapata está tomada de la famosa fotografía de Agustín Víctor Casasola. Un ícono que fue retomado a lo largo del siglo XX por los distintos regímenes priístas. La recuperación oficial de Casasola comenzó con la publicación de la Historia Gráfica de la Revolución Mexicana durante el cardenismo.
17 Julio Scherer, Los presidentes, México, Grijalbo, 1992, p. 54.
18 Excélsior, 2 de septiembre de 1968.
19 Ibidem, p. 4.
20 Herbert Braun ha analizado en su texto: “Protests of Engagement: Dignity, False Love and Self-Love in México during 1968”, en Comparative Studies in Society and History, vol. 39, núm. 3 (julio, 1997), p. 511-549, la relación entre el presidente y los estudiantes desde un punto de vista psicosocial, enfatizando la manera en que el sistema político mexicano giraba en la época alrededor de un autoritarismo representado por la figura paterna de GDO y la reacción adolescente de rebeldía de los jóvenes. Las fotografías en cuestión refuerzan el mensaje analizado por este autor. En esta misma línea, cabe recordar que el primer mandatario se refirió a Herbert Marcuse como “filósofo de la destrucción”. El académico estuvo en la UNAM en 1966 donde dictó tres conferencias. Uno de los ejes de su disertación fue la fuerza explosiva vital de los estudiantes como alternativa contra el autoritarismo de la sociedad tecnológica. La referencia a algunas de las ideas centrales del filósofo de la Escuela de Frankfurt refuerza las tesis psicosociales de Braun y forman parte del marco interpretativo de algunas de las imágenes del 68.
21 “La cuestión estudiantil”, de José Alvarado y “Grupos de choque”, de Froylán López Narváez. Excélsior, 4 de septiembre, pp. 8 y 9.
22 “La idea de la manifestación silenciosa se haría realidad el 13 de septiembre, en el momento más dramático del movimiento, cuando va contra una gran campaña publicitaria en nuestra contra. Una demostración colectiva de valor que reveló la fuerza interior del movimiento”. Gilberto Guevara Niebla, “El movimiento a la defensiva”, en Herman Bellinghausen y Hugo Hiriart (coords.), Pensar el 68, México, Cal y Arena, 1988, pp. 64-65.
23 César Gilabert, El hábito de la utopía: análisis del imaginario sociopolítico del movimiento estudiantil en México, 1968, México, Instituto Mora, 1993.
24 Ma. Teresa Jardí, “Así se acusó y juzgó”, en Bellinghausen e Hiriart (coords.), op. cit., pp. 145-147.
25 Hay que insistir en que este giro no comprende a todo el periódico como un bloque monolítico, sino que tiene matices e incluso contradicciones. En el caso del editorial del diario se cuestiona el uso de la violencia por parte del Estado, pero no se le condena. Se denunció el saqueo llevado a cabo por los estudiantes y “otros truhanes que entre ellos se cuelan”. Se señaló muy claramente que los estudiantes olvidaron sus límites y en la lógica del enfrentamiento el gobierno no podía permitir que nadie se le impusiera. Excélsior, “La universidad ocupada”, 19 de septiembre de 1968, p. 2.
26 Excélsior, 27 de septiembre de 1968, p. 6.
27 Excélsior, 20 de septiembre de 1968, p. 7.
28 Algunos estudios clásicos sobre este tema, como el de María del Carmen Ruiz Castañeda El periodismo en México: 500 años de historia, México, EDAMEX, 1995, pp. 357-58, han construido la imagen de “El periódico de la vida nacional” como un aliado incondicional del movimiento estudiantil y un crítico severo del gobierno: “Excélsior secundó el llamado movimiento estudiantil de 1968 a la vez que censuró con acritud a las autoridades que pretendían dominarlo”. Por el contrario, en este artículo mostramos los distintos contrapuntos y equilibrios del diario, representados por la línea editorial del mismo, las colaboraciones particulares de algunos de sus escritores, la labor de los reporteros y el discurso fotográfico de los profesionales de la lente.
29 Véase Herman Bellinghausen y Hugo Hiriart (coords.), op. cit.
30 Excélsior, 24 de septiembre de 1968.
31 Ariel Rodríguez Kuri, “Los primeros días. Una explicación de los orígenes inmediatos del movimiento estudiantil de 1968”, en Historia Mexicana, núm. 209, jul/sep, 2003, pp. 179-228, ha estudiado la violencia de la primera etapa del conflicto del 68 y ha destacado la juventud de los protagonistas. Se trata de adolescentes que tomaron la iniciativa y se enfrentaron a las fuerzas policíacas y posteriormente al propio ejército.
32 Excélsior, 25 de septiembre de 1968, p. 7.
33 Ibidem, p. 8.
34 Excélsior, 27 de septiembre de 1968, p. 8. Cabe recordar aquí que en aquellos días Ricardo Garibay tenía contacto personal con el presidente.
35 Excélsior, 3 de octubre de 1968, p. 1.
36 Se trata de la presentación de los guatemaltecos Mario René Solórzano y Carlos Rolando Segura ante las autoridades. En el pie de El Heraldo se re?eren a ellos como peligrosos agitadores extranjeros. Su foto se publicó el 3 de octubre, con lo cual se pretende asociarlos al movimiento estudiantil.
37 Juan Aguilera, “Oscuridad en Tlatelolco”, en Excélsior, 4 de octubre de 1968, p. 1.