Torres y fachada de la parroquia de Dolores: la reafirmación local de las “dos espadas” ante el trastorno del universo

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  • Juan Carlos Ruiz Guadalajara Programa de Estudios Antropológicos de El Colegio de San Luis, A.C.

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1 Elisa Vargas Lugo, Las portadas religiosas de México, México, UNAM, 1986, p. 12.
2 Véase ibid., 114-115 y Francisco de la Maza, La ruta del padre de la Patria, 2 ed., México, Secretaría de Gobernación, 1994, pp. 157-176.
3 Véase Guillermo Tovar y de Teresa, México Barroco, presentación de Pedro Ramírez Vázquez, prólogo de George Kubler, México, Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, 1981, p. 197.
4 El entendimiento territorial y administrativo de la diócesis michoacana a partir de provincias y comarcas históricamente formadas lo encontramos plenamente construido hacia finales del siglo XVI. Como ejemplo el lector puede remitirse a la "Relación del obispado de Michoacán dirigida al rey por el obispo Baltasar de Covarrubias en Valladolid en 1619", en Ernesto Lemoine Villicaña, Valladolid-Morelia 450 años. Documentos para su historia (1537-1828), Morelia, Morevallado Editores, 1993, pp. 149-186. Para un estudio detallado de la geografía diocesana véase Oscar Mazín Gómez, El Cabildo Catedral de Valladolid de Michoacán, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1996, pp. 47-76.
5 En cuanto a las congregaciones, debemos distinguir entre la política de congregaciones de indios, desarrollada por las autoridades virreinales a comienzos del siglo XVII, y las poblaciones españolas que surgieron como resultado de un esfuerzo congregacional con miras a la formación de poblaciones que fungieran como cabeceras de los poderes espiritual y temporal.
6 Sobre el tema de los cuatro novenos véase Osear Mazín, op. cit., pp. 49, 107-108 y Francisco Arnaldo de Ysassy, "Demarcación y descripción del obispado de Mechoacan y fundación de su iglesia cathedral. Número de prebendas, curatos, doctrinas y feligreses que tiene, y obispos que ha tenido desde que se fundó", en Bibliotheca Americana, Coral Gables, Florida, vol. 1, núm. l, septiembre de 1982, p. 67.
7 Sobre los cambios en el agro y las adaptaciones administrativas en la geografía decimal de la catedral, véase Osear Mazín Gómez, op. cit., pp. 62-69, 226-233 y María Isabel Sánchez Maldonado, Diezmos y crédito eclesiástico. El diezmatorio de Acámbaro entre 1724 y 1771, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1994.
8 Archivo parroquial de Dolores Hidalgo (en adelante APDH), "Libro de informaciones matrimoniales, 1704-1710", f. 243r. A partir del 30 de septiembre de 1710 el libro se refiere al 'Partido de Nuestra Señora de los Dolores', y deja de utilizar 'en la iglesia de La Erre' o 'en la vicaría de La Erre, ayuda de parroquia de San Miguel'. Entre septiembre de 1710 y mayo de 1711 el libro se refirió a la iglesia de La Erre como 'iglesia de la ayuda de parroquia de Nuestra Señora de los Dolores'.
9 Sobre la trayectoria profesional de Ocio y la relación que guardó con otros importantes clérigos celayenses de su generación véase Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Universidad, vol. 368, fs. 750r.-754v. y Archivo General de Indias (en adelante AGI), México, 1049: 150r.-153v. y AGI, México, 2566, fs. 64r.-65v.
10 Para todo lo relacionado con la operación de compra-venta de la hacienda de San Cristóbal y la fundación de la Congregación de los Dolores véase Archivo Particular de Joaquín Alday (en adelante APJA), "Títulos de San Pablo y San Cristóbal. Escritura de compra de la hacienda del Gallinero. Incluye dos mercedes de tierras que hizo el virrey Antonio de Mendoza a García de Morón en el sitio de chichimecas llamado Comacoran en 1544".
11 Como acontecimiento fundacional de la Congregación de los Dolores he considerado el traslado de las funciones parroquiales de la iglesia de La Erre al primitivo templo de Dolores, lo cual ocurrió a principios de junio de 1711. APDH, "Libro de informaciones matrimoniales, 1704-1710", fs. 224r.-224v.
12 APJA, "Títulos de San Pablo y San Cristóbal...", fs. 68r.-69v.
13 Alfonso el Sabio, Las Siete Partidas del Rey don Alfonso el Sabio cotejadas con varios códices antiguos por la Real Academia de la Historia y glosadas por el licenciado Gregorio López del Consejo Real de Indias de S.M., elogio del Rey Don Alfonso por D.J. de Vargas y Ponce y enriquecida con su testamento político, 5 vols., París, Librería de Rosa y Bouret, 1861, vol. II, pp. 2-3.
14 Véase "Evangelio de San Lucas" 22, 35-38, en Sagrada Biblia, ed. de Eloino Nacar Fuster y Alberto Colunga Cueto, O.P., 25 ed., Madrid, La Editorial Católica (Biblioteca de Autores Cristianos), 1985.
15 Silvio Zavala, La filosofía política en la conquista de América, 3 ed., prólogo de Rafael Altamira, México, FCE, 1977, pp. 19-20.
16 A partir de 1580, y como parte de la política centralizadora de Felipe II, los legistas del Consejo de Indias exacerbaron el sentido del Regio Patronato Indiano denominándolo Regio Vicariato Indiano en función de la figura del monarca como vicario de Cristo en la tierra. El Regio Vicariato fue concebido como una"[...] institución jurídico-eclesiástica y civil por la que los reyes de España ejercitan en Indias la plena potestad canónica disciplinar con implícita anuencia del pontífice, actuando dentro del ámbito fijado en las concesiones de los pontífices y en la legislación conciliar de Indias [...]". Giménez Fernández, "Regalías mayestáticas en el Derecho Canónico Indiano", Anuario de Estudios Americanos VI, Sevilla, 1950, pp. 801-802, citado por Alberto de la Hera, "La legislación del siglo XVIII sobre el patronato indiano", Revista Chilena de Historia del Derecho núm. 6, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile/Universidad de Chile, 1970, p. 103.
17 Juan de Solórzano y Pereyra, Política Indiana, 2 vols., (facsimilar de la edición madrileña de 1776), México, SPP, 1979, vol. II, p. 2.
18 Ibid., vol. 11, p. 8.
19 Ibid., vol. II, pp. 4-5. Cabe mencionar en este punto que el sentido de corresponsabilidad histórica entre la potestad temporal y la espiritual, culturalmente construido y definido en prácticas concretas de patrocinio monárquico, aparece sintetizado en Oscar Mazín, "El trono y el altar, ejes rectores de la vida novohispana'', Historias, núm. 39, México, DEH-INAH, octubre 1997-marzo 1998, pp. 27-43.
20 De acuerdo con Giménez Fernández, ni todas las concesiones apostólicas hechas por los pontífices a los monarcas españoles de la casa Habsburgo bastaron a los borbones españoles, "[...] imbuidos del absolutismo nacionalista de Luis XIV; y a partir de Fernando VI por sus legistas (Olmeda, Rivadeneyra, Campomanes, Ayala) se inicia la evolución doctrinal que culmina en la Reforma de la Iglesia Indiana intentada por Campomanes y demás ministros de Carlos III, apoyándose, frente al Pontificado y contra la autonomía disciplinar del Episcopado y de las órdenes religiosas, en la llamada Regalía Soberana Patronal, institución jurídica meramente civil por la que los reyes españoles borbónicos se arrogaron la plena jurisdicción canónica en Indias, como atributo inseparable de su absoluto poder real, fundamentándolo en las doctrinas antipontificias del absolutismo, el hispanismo y el naturalismo [...]". Véase Giménez Fernández, op. cit, pp. 801-802, citado por Alberto de la Hera, op. cit., p. 103.
21 Véase Oscar Mazín, El Cabildo Catedral de Valladolid de Michoacán, op. cit., pp. 301-307. Sobre el concordato, De la Hera establece que "Cuando en 1753, el Concordato entre S.S. Benedicto XIV y D. Fernando VI consagra para la metrópolis el patronato cuyo modelo era el indiano, estaremos ante un fenómeno jurídico verdaderamente singular: el traslado a España de una institución que en las Indias ha sido experimentada y que se introduce en la península con expresa referencia al precedente indiano." Alberto de la Hera, op. cit., p. 99.
22 La junta estaría exclusivamente dirigida a la revisión de la materia eclesiástica: "El trabajo de la llamada 'Junta para la corrección de las Leyes de Indias' consistió fundamentalmente en la redacción de un Proyecto de Libro I de la Recopilación, que sustituyese al que con el mismo número se destinaba en la de 1680 a las materias eclesiásticas." Ibid. Véase también Alberto de la Hera, "La junta para la corrección de las Leyes de Indias", Anuario de Historia del Derecho Español, vol. XXXII, Madrid, 1962, pp. 567-580.
23 La lista de clérigos que tomaron la administración parroquial de Dolores tras la muerte de Ocio y Ocampo va a continuación: Juan Carlos Muñoz de Sanabria, cura interino (1723-1728); Agustín de Tejeda, cura interino (1728); Gerónimo Quiñones, cura beneficiado (1728); Salvador Marino de Soria, ¿cura interino? (1728-1730); Miguel de Villanueva, cura interino (1731-1733); Luis de Nebe, vicario y cura sustituto (1733-1734); Lorenzo Martínez de Elexarzar, ¿?, (1734); Juan de Vargas Verbel, vicario y juez eclesiástico sustituto (1734); Miguel de Villanueva y Francisco González de Estrada, curas beneficiados (1734-1738); Francisco González de Estrada, cura beneficiado (1738-1751). Véase APDH, "Libro de informaciones matrimoniales. 1711-1727"; Archivo Casa Morelos (en adelante ACM), siglo XVIII, caja 1251, exp. 1; APJA, p. 8lv.
24 Desde los primeros años de existencia de Dolores, los otomíes del curato trasladaron su antigua Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción a la primitiva parroquia; los primeros vecinos españoles por su parte se organizaron desde antes de 1720 en la Hermandad del Santísimo Sacramento, la cual logró acceder a la categoría de cofradía en 1737; tres años antes, en 1734, los para entonces principales vecinos españoles, casi todos comerciantes, formalizaron la erección de la que sería la principal corporación del pueblo, la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, adscrita a la Congregación de Dolores del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de México y a la Congregación de la Buena Muerte. Hacia mediados del siglo XVIII ya pertenecían a la Cofradía de Dolores desde caciques otomíes hasta importantes comerciantes de la vecina villa de San Miguel; no obstante dicha diversidad, la mesa de la cofradía fue un espacio reservado para los vecinos más pudientes de la Congregación. Véase ACM, siglo XVIII, caja 1250, exp. 8; ACM, siglo XVIII, caja 1251, exp. 1; Archivo Histórico Enrique Arreguín Oviedo (en adelante AHEAO), caja 7, exp. 1, f. 7r.
25 ACM, Negocios diversos, legajo 144 (topografia antigua).
26 Miguel de Villanueva fue de los primeros presbíteros avecindados en Dolores, lo cual sugiere un posible origen regional; al parecer ejerció de diversas maneras su ministerio en la primitiva parroquia, hasta que en 1731 ascendió a cura interino, de ahí que hacia 1735 sea mencionado por las fuentes como "... cura más antiguo de dicha Congregación de los Dolores..." Por su parte, González de Estrada era natural del valle de Bedoya, montañas de Burgos en el obispado de Palencia; nació alrededor de 1700 y realizó estudios de teología en Sevilla; en 1721 se embarcó como capellán de la Real Armada del Océano; todo indica que residió por algún tiempo en el obispado de Cartagena, donde conoció al entonces obispo de aquella sede Juan José de Escalona y Calatayud, de quien fue capellán caudatario; hacia 1729, con el nombramiento de Escalona como obispo de Michoacán, Estrada pasó a dicha diócesis para desempeñarse como notario de la Audiencia Episcopal de Valladolid y como cura interino del Sagrario de la catedral; en 1734 llegó a Dolores. Véase APJA, f. 81 v.; AGI, Indiferente 233, núm. 50 y AGN, Capellanías, vol. 277, exp. 69, fs. 96r.-97v.
27 ACM, Negocios diversos, legajo 144 (topografía antigua).
28 Véase Oscar Mazín, El Cabildo Catedral..., p. 325.
29 Véase AGI, Indiferente 148, núm. 43 y Oscar Mazín, op. cit., pp. 315 y 321.
30 AHEAO, caja 18, exp. 19, f. 482r.
31 La demanda duró tres años con veintisiete días y estuvo a cargo del entonces sacristán mayor de la parroquia de Dolores, el bachiller Francisco Carvajal y Toledo, a quien el obispo Matos y Coronado ofreció una recompensa equivalente a la tercera parte de los dineros que lograra colectar. Véase AHEAO, caja 18, exp. 19, fs. 466r.-488r.
32 AHEAO, caja 18, exp. 19, f. 517r.
33 AHEAO, caja 18, exp. 19, fs. 448v.-449r.
34 Medina fue maestro mayor de arquitectura, maestro de ensambladuría y dorador; trabajó como oficial en la fábrica material de la catedral de Puebla de los Ángeles. En 1741 y ante el incumplimiento de Jerónimo de Balbás como maestro de torres y fachadas de Valladolid, Medina fue contratado para cubrir dicha plaza, misma en la que realizó un trabajo sistemático y eficiente introduciendo con sus ideas una nueva modalidad estilística en Michoacán. Véase Mina Ramírez Montes, La escuadra y el cincel, México, UNAM, 1987, p. 30.
35 Archivo Capitular de Administración Diocesana Valladolid-Morelia (en adelante ACADVM), topografía 05.0.02.19.07 de acuerdo con catalogación de El Colegio de Michoacán.
36 Victorio Ramos es un maestro mayor desconocido para la historia del arte, y es representativo de un tipo específico de artífice generalmente itinerante, que al lado de su cuadrilla ofrecía sus servicios en diversas fábricas materiales de la provincia Chichimeca. Sobre su ascenso como maestro mayor de la fábrica parroquial véase AHEAO, caja 18, exp. 19, fs. 491r.-511v.
37 AHEAO, caja 18, exp. 19, f. 520v.
38 AHEAO, caja 18, exp. 19, fs. 442v. y 562r.
39 AHEAO, caja 18, exp. 19, f. 457.
40 ACM, siglo XVIII, caja 106, exp. 7.
41 AHEAO, caja 18, exp. 19, fs. 451r.-452r.
42 AHEAO, caja 18, exp. 19, fs. 457r.-457v.
43 ACM, siglo XVIII, caja 106, exp. 9.
44 APDH, "Libro de cuentas de la fábrica material de la iglesia parroquial de Dolores. 1751-1760": foja previa a la 1r. Sobre Gallaga cabe decir que se trataba de un cura criollo nacido en 1725 y graduado de bachiller en artes en 1744. En los registros de la Universidad se le menciona como natural de Valladolid de Michoacán. Véase AGN, Universidad, vol. 167, f. 59v. Es más conocido por haber sido tío materno de los hermanos Hidalgo y Costilla, futuros beneficiados de la parroquia de Dolores.
45 APDH, "Libro de cuentas de la fábrica material de la iglesia parroquial de Dolores. 1751-1760", fs. 15r.-18r.
46 No contamos con datos específicos sobre la muerte de González de Estrada, sin embargo, llama la atención su total ausencia en las colectas y limosnas organizadas por Gallaga entre 1752 y 1753, o bien en otros espacios y referencias asociadas a la fábrica material a partir de 1752. Tampoco aparece o es mencionado en 1754, año de la consagración del templo. La posibilidad de que se haya trasladado a otro curato también es mínima, pues no aparece en diversas relaciones de la clerecía ni en otros documentos eclesiásticos.
47 APDH, "Libro de cuentas de la fábrica material de la iglesia parroquial de Dolores. 1751-1760", fs. 115r.-121v.
48 Véase John H. Elliott, Imperial Spain 1469-1716, New York, Mentor, 1966, pp. 375-376.
49 De acuerdo con Felipe Castro,"… A partir de la década de 1760 la corona procuró crear un verdadero aparato militar y burocrático con el cual desplazar a la Iglesia como pilar fundamental de la estabilidad sociopolítica. Se trató, pues, de limitar y recortar sistemáticamente sus prerrogativas y recursos, acabar con sus sectores más combativos, reafirmar el real patronato y convertir al clero en fiel defensor e incondicional apologista de la monarquía..." Felipe Castro, Nueva ley y nuevo rey. Reformas borbónicas y rebelión popular en Nueva España, Zamora, El Colegio de Michoacán/UNAM, 1996, p. 106.
50 Para conocer en detalle la gestión de Sánchez de Tagle el lector puede remitirse al documentado estudio de Oscar Mazín, Entre dos Majestades. El obispo y la Iglesia del Gran Michoacán ante las reformas borbónicas, Zamora, El Colegio de Michoacán, AC. 1981, passim.
51 Véase Felipe Castro, Movimientos populares en la Nueva España. Michoacán, 1766-1767, México, UNAM, 1990 y José de Gálvez, Informe sobre las rebeliones populares de 1767, y otros documentos inéditos, México, UNAM, 1990.
52 Marco Antonio Landavazo, La máscara de Fernando VII. Discurso e imaginario monárquicos en una época de crisis. Nueva España, 1808-1822, México, El Colegio de México/El Colegio de Michoacán/Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2001, p. 24.
53 AHEAO, caja 10, exp. 8, f. 342v. Durante los años de la fábrica de torres y fachada, la parroquia estuvo encabezada por los siguientes clérigos, algunos en calidad de beneficiados y otros como interinos y sustitutos: Juan Ruiz de Aragón (1761-1765), Juachín Ruiz de Aragón (1765-1766), Joseph Atanasio Sáenz de Villela (1766-1767), Alexo Sáenz de Villela (1767-1769), Pedro Alexandro Texeda (1770-1781), Vicente de Loredo (1781-1783), José Vicente de Ochoa (1783-1785), Juan Antonio Martínez (1785-1786) y Joseph Antonio Gallaga (1786-1793). Este último regresó a Dolores a más de veinticinco años de haber estado en la congregación como superintendente de fábrica; en 1786 volvió en calidad de beneficiado y presenció las etapas finales de la construcción de la fachada; a su muerte le seguirían en el beneficio sus sobrinos Joaquín Hidalgo y Costilla (1793-1803) y Miguel Hidalgo y Costilla (1803-1810). Véase AHEAO, caja 10, exp. 8, f. 269r.-441r. y caja 13, exp. 3, f. 84r.-85v.; AGN, Tierras, vol. 984, exp. 2, Universidad, vol. 81, f. 537r. y Universidad, vol. 129, fs. 220r.-226v.; e Ignacio Rubio Mañé, "Dolores Hidalgo y la familia Hidalgo y Gallaga", Boletín del Archivo General de la Nación, México, Secretaría de Gobernación, tomo 1, núm. 3, julio-septiembre 1960, p. 345.
54 Véase ACM, siglo XVIII, caja 107, exp. 23, 31 y 33, y AHEAO, caja 18, exp. 9, fs. 401r.-413v.
55 ACM, siglo XVIII, caja 107, exp. 23, f. 2r.
56 ACM, siglo XVIII, caja 197, exp. 31, f. 9r. ("Tercer libro o quaderno de las cuentas de la iglesia parroquial de los Dolores").
57 ACM, siglo XVIII, caja 108, exp. 41.
58 ACM, siglo XVIII, caja 108, exp. 38, f. 15v.
59 AHEAO, caja 18, exp. 9, fs. 401v.-408v.
60 Ibid., f. 409v. Los trabajos de fábrica material continuaron en Dolores hasta 1801, y estuvieron dirigidos a la construcción de las oficinas parroquiales.
61 Decreto del obispo de Michoacán fray Antonio de San Miguel, 1o. de julio de 1793, recibido en la Congregación de Dolores el 30 de julio. APDH, "Libro 2o. de providencias diocesanas", f. 35v.
62 APDH, "Libro 2° de providencias diocesanas", f. 44v. El subrayado es mío.

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Publicado

2002-08-31

Cómo citar

Ruiz Guadalajara, J. C. (2002). Torres y fachada de la parroquia de Dolores: la reafirmación local de las “dos espadas” ante el trastorno del universo. Historias, (52), 51–76. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/13357

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Ensayos