Del Cristo de las Monjas al Señor de la Sacristía. Imágenes y relaciones sociales en Valladolid de Michoacán, siglo XVIII
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1 Fundada en 1536, la sede diocesana estuvo primero en Tzintzuntzan y Pátzcuaro, antiguos centros político y religioso de los tarascos o purépechas. Fue sin embargo trasladada en 1580 a Valladolid, antigua Guayangareo. Véase Carlos Herrejón Peredo, Los orígenes de Guayangareo-Valladolid, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1991.
2 No parece haber plano alguno de la ciudad anterior a 1660 que nos confirme la existencia de una gran plaza rectangular. No obstante, la división de espacios a la que dio lugar la nueva fábrica se encuentra documentada en varios protocolos notariales: Véase, por ejemplo, el contrato de compraventa efectuado por el canónigo magistral José Gómez de la Parra el 16 de agosto de 1684. ANM, Protocolos, vol. 38, ff. 253-254v.
3 De hecho unos meses después se afirmó que la abundancia de fiestas y ceremonias en el interior de la catedral era tal que hacía incompatible la puntual asistencia a todas ellas de los prebendados con las muchas ocupaciones administrativas y de gobierno de éstos. Véase Óscar Mazín, "Culto y devociones en la catedral de Valladolid", en Tradición e identidad en la cultura mexicana, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1995, pp. 305-347.
4 William B. Taylor, Ministros de lo sagrado, sacerdotes y feligreses en el México del siglo XVIII, México, El Colegio de Michoacán/Secretaría de Gobernación/El Colegio de México, 1999, 2 vols.
Tan sólo la ciudad de México, nos dice Taylor, fue hogar de varias imágenes milagrosas de Cristo crucificado, incluidos el Santo Cristo de los Desagravios que, según se dijo, sudó sangre; el Señor de la Misericordia y el Santo Cristo autorestaurado de Santa Teresa, trasladado desde Ixmiquilpan. En los santuarios menos famosos de la arquidiócesis se hallaban el Cristo crucificado de Cuezala en el distrito de Ichcateopan, el Cristo milagroso de Totolapa y el de Nuestra Señora de Tonatico, en la parroquia de lxtapan.
En la diócesis de Michoacán destacan sobre todo el Señor del Hospital de la Salud, en Salamanca, el Señor de la Piedad en la población del mismo nombre y los crucifijos vallisoletanos objeto de este trabajo. Véase José Alfredo Rangel Silva, "Identidad, devoción y conflicto en el Bajío colonial. El Señor del Hospital y los indios en Salamanca, siglos XVII y XVIII", tesis de maestría inédita del Colegio de Michoacán, 1998; Alberto Carrillo, La primera historia de La Piedad, el fénix del amor, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1991.
Para la diócesis de Guadalajara, Mota Padilla informó de cruces milagrosas al poniente del lago de Chapala, en Sayula y Autlán. El obispo Alcalde se refirió a un Señor del Mesquite de Zacoalco que deseaba fuese trasladado a la iglesia parroquial, Taylor op. cit., en Archivo General de Indias (en adelante AGI), Guadalajara, 341, testimonio de la visita pastoral de 1776. Más al sur, en el distrito de Zapotlán el Grande, varias imágenes burdas de Cristo fueron muy apreciadas y exhibidas en las procesiones de Semana Santa en los años de 1790. Taylor, op.
cit., en Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Inquisición, 1318 exp. 5, 1793.
5 Nelly Sigaut, "Azucenas entre espinas. El traslado del convento de las monjas de Santa Catalina de Siena en Valladolid en 1738", en El arte y la vida cotidiana, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Estéticas, 1995, pp. 199-215.
6 Archivo del Cabildo Catedral de Morelia (en adelante ACCM), Actas capitulares, sesión del 30 de septiembre de 1642.
7 En mayo y junio de 1689 por "mal temporal y crecida enfermedad"; en octubre de 1692 por "crecida y general necesidad: hambre y abundancia de enfermedades"; en mayo de 1696 por los "graves achaques en todo género de vivientes por las ningunas lluvias"; en febrero de 1706 por epidemia en la ciudad; en agosto de 1720 por falta de aguas, "el tiempo es calamitoso y riguroso. Señales de hielo". ACCM, Actas capitulares.
8 Sobre las concreciones de actor, uso, objeto y función de las imágenes que definen los diferentes tipos de uso de ésta véase Jean-Claude Schmitt, "La mobilité des images dans l'Occident Médiéval", conferencia impartida en el encuentro Mundos de aquí, mundos de allá. Confrontación de mundos: Historia/Antropología/Sociología comparadas de las sociedades europeas y mesoamericanas, organizado en colaboración entre la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Sureste) y la École des Hautes Études en Sciences Sociales en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en julio de 1998. Resulta indispensable en este mismo evento el comentario de la ponencia de Schmitt a cargo de Jean-Claude Bonne, quien al tratar sobre el desplazamiento de las imágenes desarrolla las nociones de polo de sacralidad y de conformación del entorno o sistema contextual que asegura una virtus ontológica de la imagen, no visual, que hace sistema, es decir estructura para aquel que la percibe.
9 En un artículo sumamente sugerente centrado en los rasgos que definen el orden visual en la percepción de las imágenes, Jean-Claude Schmitt insiste en que lo que importa ente todo en las palabras "milagro" y "maravillla" es la raíz mir-, que denota "ver". El autor distingue entre las miradas sobre la imagen y la mirada de ésta misma. Véase Jean-Claude Schmitt, "Cendrillon crucifiée à propos du Volto Santo de Lucques", en Miracles, prodiges et merveilles au Moyen Age, París, Publications de la Sorbonne, 1995.
10 Véase Sigaut, op. cit., que contiene referencias de archivo de las fundaciones y participación financiera de obispos y canónigos. Discute asimismo, apoyado en algunos trabajos de Pilar Gonzalbo y de Asunción Lavrin, los conceptos de custodia y protección, claves para la comprensión de las relaciones entre ambos sexos.
11 De esta obra se ha ocupado Nelly Sigaut en el artículo arriba citado.
12 Sigaut, op. cit., p. 210.
13 ACCM, Actas capitulares, sesiones del 16 de agosto de 1738 y 13 y 30 de enero de 1739, 17 de abril de 1739 y 12 de mayo de 1739.
14 Francisco Arnaldo de Ysassy, Demarcación y descripción del obispado de Mechoacan y fundación de su iglesia cathedral. Número de prebendas, curatos, doctrinas y feligreses que tiene, y obispos que ha tenido desde que se fundó. En Bibliotheca Americana, Coral Gables, Florida, vol. I, núm. 1, septiembre de 1982, pp. 60-178 + notas.
15 Se determinó "ser necesario el que se retoque o aderece la imagen de dicho Señor crucificado sin llegársele al rostro, respecto a estar el cuerpo algo apolillado", ACCM, Actas capitulares, sesión del 13 de enero de 1739. El altar fue ejecutado por Sebastián de Guedea, ibid., sesiones del 17 de marzo y 27 de mayo de 1740.
2 No parece haber plano alguno de la ciudad anterior a 1660 que nos confirme la existencia de una gran plaza rectangular. No obstante, la división de espacios a la que dio lugar la nueva fábrica se encuentra documentada en varios protocolos notariales: Véase, por ejemplo, el contrato de compraventa efectuado por el canónigo magistral José Gómez de la Parra el 16 de agosto de 1684. ANM, Protocolos, vol. 38, ff. 253-254v.
3 De hecho unos meses después se afirmó que la abundancia de fiestas y ceremonias en el interior de la catedral era tal que hacía incompatible la puntual asistencia a todas ellas de los prebendados con las muchas ocupaciones administrativas y de gobierno de éstos. Véase Óscar Mazín, "Culto y devociones en la catedral de Valladolid", en Tradición e identidad en la cultura mexicana, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1995, pp. 305-347.
4 William B. Taylor, Ministros de lo sagrado, sacerdotes y feligreses en el México del siglo XVIII, México, El Colegio de Michoacán/Secretaría de Gobernación/El Colegio de México, 1999, 2 vols.
Tan sólo la ciudad de México, nos dice Taylor, fue hogar de varias imágenes milagrosas de Cristo crucificado, incluidos el Santo Cristo de los Desagravios que, según se dijo, sudó sangre; el Señor de la Misericordia y el Santo Cristo autorestaurado de Santa Teresa, trasladado desde Ixmiquilpan. En los santuarios menos famosos de la arquidiócesis se hallaban el Cristo crucificado de Cuezala en el distrito de Ichcateopan, el Cristo milagroso de Totolapa y el de Nuestra Señora de Tonatico, en la parroquia de lxtapan.
En la diócesis de Michoacán destacan sobre todo el Señor del Hospital de la Salud, en Salamanca, el Señor de la Piedad en la población del mismo nombre y los crucifijos vallisoletanos objeto de este trabajo. Véase José Alfredo Rangel Silva, "Identidad, devoción y conflicto en el Bajío colonial. El Señor del Hospital y los indios en Salamanca, siglos XVII y XVIII", tesis de maestría inédita del Colegio de Michoacán, 1998; Alberto Carrillo, La primera historia de La Piedad, el fénix del amor, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1991.
Para la diócesis de Guadalajara, Mota Padilla informó de cruces milagrosas al poniente del lago de Chapala, en Sayula y Autlán. El obispo Alcalde se refirió a un Señor del Mesquite de Zacoalco que deseaba fuese trasladado a la iglesia parroquial, Taylor op. cit., en Archivo General de Indias (en adelante AGI), Guadalajara, 341, testimonio de la visita pastoral de 1776. Más al sur, en el distrito de Zapotlán el Grande, varias imágenes burdas de Cristo fueron muy apreciadas y exhibidas en las procesiones de Semana Santa en los años de 1790. Taylor, op.
cit., en Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Inquisición, 1318 exp. 5, 1793.
5 Nelly Sigaut, "Azucenas entre espinas. El traslado del convento de las monjas de Santa Catalina de Siena en Valladolid en 1738", en El arte y la vida cotidiana, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Estéticas, 1995, pp. 199-215.
6 Archivo del Cabildo Catedral de Morelia (en adelante ACCM), Actas capitulares, sesión del 30 de septiembre de 1642.
7 En mayo y junio de 1689 por "mal temporal y crecida enfermedad"; en octubre de 1692 por "crecida y general necesidad: hambre y abundancia de enfermedades"; en mayo de 1696 por los "graves achaques en todo género de vivientes por las ningunas lluvias"; en febrero de 1706 por epidemia en la ciudad; en agosto de 1720 por falta de aguas, "el tiempo es calamitoso y riguroso. Señales de hielo". ACCM, Actas capitulares.
8 Sobre las concreciones de actor, uso, objeto y función de las imágenes que definen los diferentes tipos de uso de ésta véase Jean-Claude Schmitt, "La mobilité des images dans l'Occident Médiéval", conferencia impartida en el encuentro Mundos de aquí, mundos de allá. Confrontación de mundos: Historia/Antropología/Sociología comparadas de las sociedades europeas y mesoamericanas, organizado en colaboración entre la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Sureste) y la École des Hautes Études en Sciences Sociales en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en julio de 1998. Resulta indispensable en este mismo evento el comentario de la ponencia de Schmitt a cargo de Jean-Claude Bonne, quien al tratar sobre el desplazamiento de las imágenes desarrolla las nociones de polo de sacralidad y de conformación del entorno o sistema contextual que asegura una virtus ontológica de la imagen, no visual, que hace sistema, es decir estructura para aquel que la percibe.
9 En un artículo sumamente sugerente centrado en los rasgos que definen el orden visual en la percepción de las imágenes, Jean-Claude Schmitt insiste en que lo que importa ente todo en las palabras "milagro" y "maravillla" es la raíz mir-, que denota "ver". El autor distingue entre las miradas sobre la imagen y la mirada de ésta misma. Véase Jean-Claude Schmitt, "Cendrillon crucifiée à propos du Volto Santo de Lucques", en Miracles, prodiges et merveilles au Moyen Age, París, Publications de la Sorbonne, 1995.
10 Véase Sigaut, op. cit., que contiene referencias de archivo de las fundaciones y participación financiera de obispos y canónigos. Discute asimismo, apoyado en algunos trabajos de Pilar Gonzalbo y de Asunción Lavrin, los conceptos de custodia y protección, claves para la comprensión de las relaciones entre ambos sexos.
11 De esta obra se ha ocupado Nelly Sigaut en el artículo arriba citado.
12 Sigaut, op. cit., p. 210.
13 ACCM, Actas capitulares, sesiones del 16 de agosto de 1738 y 13 y 30 de enero de 1739, 17 de abril de 1739 y 12 de mayo de 1739.
14 Francisco Arnaldo de Ysassy, Demarcación y descripción del obispado de Mechoacan y fundación de su iglesia cathedral. Número de prebendas, curatos, doctrinas y feligreses que tiene, y obispos que ha tenido desde que se fundó. En Bibliotheca Americana, Coral Gables, Florida, vol. I, núm. 1, septiembre de 1982, pp. 60-178 + notas.
15 Se determinó "ser necesario el que se retoque o aderece la imagen de dicho Señor crucificado sin llegársele al rostro, respecto a estar el cuerpo algo apolillado", ACCM, Actas capitulares, sesión del 13 de enero de 1739. El altar fue ejecutado por Sebastián de Guedea, ibid., sesiones del 17 de marzo y 27 de mayo de 1740.
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Publicado
2000-08-31
Cómo citar
Mazín, Óscar. (2000). Del Cristo de las Monjas al Señor de la Sacristía. Imágenes y relaciones sociales en Valladolid de Michoacán, siglo XVIII. Historias, (46), 45–54. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/13627
Número
Sección
Ensayos