Nuestra Señora de Guadalupe y compañía: la virgen María en la colonial ciudad de México

Autores/as

  • William Taylor University of California
  • Esteban Sánchez de Tagle Dirección de Estudios Históricos, INAH

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Citas

1 Guadalupe: Mother of the New Creation, Maryknoll, NY, 1977, pp. ix-xii.
2 Our Lady of Guadalupe: Faith and Empowerment Among Mexican-American Women, Austin, 1993, p. xxv.
3 Nathan Whetten, Rural Mexico, Chicago, 1948, p. 458-460.
4 Ignacio Carrillo y Pérez, Pensil americano florido en el rigor del invierno, la imagen de María Santísima de Guadalupe…, México, 1797, p. ii ("siendo una de las cosas que más agrandecen a esta Capital los célebres pasaron a Santuarios con que Dios la ha singularizado"). Otro texto colonial que celebra a los santuarios milagrosos de la ciudad como signo providencial incomparable es Br. Juan de Viera, Compendiosa narración de la ciudad de México (1777), México, 1952.
5 "Origen y breve noticia de la milagrosa imagen de Ntra. Sra. de las Lágrimas que se venera en la Metropolitana Iglesia de este Arzobispado", en Nicolás León, "Bibliografía mexicana del siglo XVIII", Boletín del Instituto Bibliográfico Mexicano, núm. 7, 1906, pp. 75-76.
6 Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Ramo de Real Junta, vol. 1. Y ahora tenemos a Nuestra Señora del Metro, una mancha en una porción del acabado de mármol del pavimento de la estación Hidalgo del metro, justo a un lado de la Alameda, que asemeja la forma ondulante de una imagen barroca de la Inmaculada Concepción y que cada año atrae más devotos a su pequeño nicho expuesto encima del piso, descubierto hace más de un año.
7 La estrella de el Norte de México…, (1688) Guadalajara, 1895, pp. 188-189. Florencia discute la relación entre estas dos imagenes de María también en otros pasajes ("son como dos brazos y como dos manos de esta Divina Señora, con que ampara a México", p. 116)
8 Aun entusiastas devotos de Guadalupe como el arzobispo-virrey Juan de Ortega Montañez en la década de 1690 y el arzobispo-virrey Vizarrón en la década de 1730, ofrecieron sus respetos a los Remedios.
9 Solange Alberro comienza a consignar esta historia más ambigua en "Remedios y Guadalupe: de la unión a la discordia", en Clara García Ayluardo y Manuel Ramos Medina (eds.), Manifestaciones religiosas en el mundo colonial americano, México, 1994, vol. II, pp. 151-164. En otro ensayo reciente María Dolores Bravo Arriaga acentúa el conflicto entre estas dos imágenes durante el periodo colonial en "Los Remedios y Guadalupe; dos imágenes rurales y una sola virgen verdadera", en La excepción y la regla: estudios sobre espiritualidad y cultura en la Nueva España, México, 1997, pp.167-172.
10 "Información por el sermón de 1556", en Ernesto de la Torre Villar y Ramiro Navarro de Anda (eds.), Testimonios históricos guadalupanos, México, 1982, pp. 36-141.
11 AGN, Acervo 49, caja 140, 11 de julio de 1633 y 25 de diciembre de 1649.
12 Archivo Histórico de la Ciudad de México (en adelante AHCM), número de inventario 3895, exp. 1.
13 Historia de El Principio, y origen [,] progresos [,] venidas a México y milagros de la Santa Imagen de nuestra Señora de los Remedios, extramuros de México. Precede por veintisiete años a la primera narración publicada de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en el Tepeyac, Miguel Sánchez, Imagen de la virgen María Madre de Dios de Guadalupe. Milagrosamente aparecida en México..., México, 1648.
14 O Quauhtli ("águila").
15 Linda Curcio-Nagy recoge el relato de los Remedios de la tradición asentada por Cisneros, que estaba sustentada y se sumerge en la rica documentación del santuario del AHCM en su "Native Icon to City Protectress to Royal Patroness: Ritual, Political Symbolism and the Virgin of Remedies", The Americas 52:3 (febrero de 1996), pp. 367-391. Lassodela Veva, Hueytlamahuiçoltica omonexiti in ilhuicac tlatocacihuapilli Santa María totlaçonantizin Guadalupe in nican huey altepenahuac Mexico itocayocan Tepeyacac, México, 1649. El libro de Sánchez se citó en la nota 9.
16 Desafortunadamente, Cisneros no abunda en torno a las apariciones guadalupanas. Parece asumir que los lectores entenderán lo que quiere decir, lo cual sugiere una audiencia de la ciudad de México.
17 Sánchez, Imagen de la virgen, f. 83v.
18 Para una referencia de la virgen de Guadalupe como "'conquistadora de este reyno", responsable de la rápida conversión, véase Archivo Histórico de la Mitra (ciudad de México), caja del año 1797, expediente de San Felipe de Jesús ("Tantos y tan rápidos progresos se deven a la Conquistadora de este Reyno, Nuestra Señora de Guadalupe"). Florencia, Estrella, p. 89, habla de un ermitaño indígena en el santuario que fue testigo de una batalla entre españoles y mexicas en el Tepeyac en 1521 en la que él y otros vieron "a esta Señora, en el mismo traje y forma que diez años después se pintó", aventando tierra a los ojos de los guerreros mexicas para imposibilitarles el triunfo.
19 Excepto mover la imagen a nuevos espacios en el recinto del santuario.
20 La imagen de los Remedios fue trasladada desde su santuario a la catedral por casi todo el periodo de la independencia. El declive de su popularidad allende la ciudad pareciera datar de este tiempo.
21 La conmemoración del centenario de la salvación de la gran inundación de 1629-1634 y el bicentenario de la fecha tradicional de las apariciones probablemente contribuyó a hacer a Nuestra Señora de Guadalupe particularmente atractiva como intercesora en este nuevo periodo crítico.
22 En cierto sentido, el trabajo fundamental fue realizado en los siglos XVII y XVIII tempranos con el desarrollo de importantes santuarios satélites a Guadalupe en San Luis Potosí, Querétaro y Zacatecas. Pero esta devoción extendida era dispersa y regional –probablemente un sustituto de afiliación con Tepeyac y peregrinajes al santuario madre-- mientras la expansión de la devoción a Guadalupe llegó, después de 1737, a proporciones sin precedentes y que nunca han sido revertidas.
23 Otros santuarios con la advocación de los Remedios fueron establecidos en el periodo colonial en Cholula (Puebla), Tepepan (Distrito Federal), Zitácuaro (Michoacán), San Juan Ixtepec (Puebla), Cozumel (Yucatán), Comonfort (Guanajuato), San Luis Pototsí, Durango, Acatepec (Guerrero) y Zacatecas. Pocas, si es que alguna, de las imágenes de María en esos santuarios eran copias de la virgen de los Remedios de la que hablamos aquí, y ninguna fue satélite del santuario de Totoltepec, pero existe evidencia de devoción a esta reputada imagen más allá del valle de México en las dádivas de tierras y otras propiedades al santuario de Totoltepec de parte de residentes de Morelia, Puebla, y, particularmente, del valle de Toluca. De los 326 benefactores para la publicación de la historia devocional de Nuestra Señora de los Remedios de Totoltepec en 1808 de Ignacio Carrillo Pérez, Lo máximo en lo mínimo: la portentosa imagen de Nuestra Señora de los Remedios, conquistadora y patrona de la imperial ciudad de México, por lo menos 93 (28.5 por ciento) vivían fuera del valle de México. Prácticamente todos eran del México central (incluso el Bajío).
24 Durante la Guerra de Independencia la imagen de los Remedios fue llevada a la ciudad de México y urgentes reparaciones al santuario fueron diferidas.
25 Juan Francisco Domínguez, Singular privilegio de la sagrada imagen en Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de Dios, México, 1809, p. 4 En la misma vena, véase Florencia, Estrella, op. cit., p. 35.
26 "Introducción" a Rodríguez, Our Lady of Guadalupe, p xiii. Elizondo se refiere a su informan te como "una sencilla indígena".

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Publicado

1999-08-31

Cómo citar

Taylor, W., & Sánchez de Tagle, E. (1999). Nuestra Señora de Guadalupe y compañía: la virgen María en la colonial ciudad de México. Historias, (43), 39–50. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/13787

Número

Sección

Ensayos