Memoria sobre las bebidas de la Nueva España, sus efectos y sus gravámenes excesivos

Autores/as

  • Eduardo Flores Clair Dirección de Estudios Históricos, INAH
  • Teresa Lozano Armendares

Resumen

En todos los pueblos del mundo existen bebidas embriagantes; hasta en los lugares más recónditos, el hombre ha encontrado en la naturaleza los elementos imprescindibles para elaborar cualquier tipo de bebida estimulante. El licor ha pasado a formar parte de la cultura de los pueblos y se ha convertido en símbolo de su identidad. De hecho, hoy en día estamos acostumbrados a identificar ciertas bebidas con algunos lugares. Estas regiones se han convertido en una especie de representantes de la cultura nacional; a través de la producción de licores han alcanzado fama internacional y por medio de la comercialización han llegado a imponerse en el gusto universal.

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Citas

Raúl Guerrero, El Pulque, México, Joaquín Mortiz, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1985, p. 10.

Miguel Ángel Vásquez y Arturo Soberón, "El consumo de pulque en la ciudad de México (1750-1780)", tesis para obtener el título de licenciado en historia, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 1992, pp. 204-214.

William B. Taylor, Embriaguez, homicidio y rebelión en las poblaciones coloniales mexicanas, México, Fondo de Cultura Económica, 1987, pp. 232.

Teresa Lozano Armendares, El chinguirito vindicado, el contrabando de aguardiente de caña y la política colonial, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1995, p. 101.

Verónica Zárate Toscano, "Los nobles ante la muerte en México. Actitudes, ceremonias y memoria, 1750-1850", México, tesis para optar al grado de doctor en historia, El Colegio de México, 1996, pp. 513-537.

Carmen Yuste, "El conde de Tepa ante la visita de José de Gálvez", Estudios de Historia Novohispana, núm. 11, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 1991, pp. 121-124.

Carmen Yuste, op. cit., p. 132.

José Jesús Hernández Palomo, El aguardiente de caña en México (1724-1810), Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1974, pp. 147-169.

(29) Voz compuesta de matlat, que significa la red y por lo parecido al Redaño, y de zahuatl que significa pústula o grano, por lo que los indios a su modo llaman a esta enfermedad granos en el Redaño, o Red de granos. Véase Cabrera, lib. 1, cap. 10, núm. 134. y en el cap. 7, núm. 87, folio 38 la relación de un médico que dice así: un continuado y universal frío que sienten en todo el cuerpo con grave incendio en todas las entrañas lo que explican [los enfermos] diciendo tener un volcán de fuego en el estómago, intestinos gláciles, y todo lo restante de la cavidad natural, declarando al mismo tiempo grande estorbo, dolor, ansiedad, fatiga, ardor y compresión en la cavidad vital, y región del corazón, con vehemente dolor de cabeza, y rubor de ojos intenso, a muchísimos ha sobrevenido flujo de sangre por las narices tan cuantioso, e impertinente en su duración, que uno y dos días enteros la estaban echando. Las palotidas [sic] que sobrevienen a muchísimos (aunque a ninguno han quitado la vida) atormentándolos los desvelan solamente. Termínase este accidente en muchísimos de los que de él se libertan por un dolor intenso, y ardor sensibilísimo en todos los artículos de planta pedio, usque ad verticem capitio. A muchos sobreviene ictericia tan intensa, que causa admiración la amarillez de sus cuerpos, de los que viven pocos, si no se socorren muy en tiempo con auxilios propios. A algunos, o muy pocos, les comienza con la enfermedad, al 3º o 4º día de ella, un delirio, o demencia tan intensa, que con mucha diligencia de los asistentes, y aun usando el áspero medio de ataduras y de cepos no se sosiegan, de los que ninguno que yo haya visto ha muerto. Libres ya de la enfermedad aunque no purgados, recaen casi con generalidad, una, dos y tres veces.

(30) Lib. 1, cap. 1º, núm. 73; y al núm. 151 dice lo siguiente la causa de matlazahuatl es de abuso de los aguardientes contrahechos, tepaches y otras bebidas fermentadas: lo mismo del uso continuo del aguardiente de Castilla por bueno que sea: del pulque viciado con palos, y hierbas nocivas, con lo que lo mixturan para fortalecerlo: que el pulque siendo fresco, no retenido, y de maguey maduro, tomado en moderada cantidad, no solamente no es nocivo, pero es un buen diluente y bebida muy apropiada para las Indias.

(36) El virrey marqués de Croix representó a SM en 25 de enero de 1767, que convenía la extinción de la bebida del pulque y la permisión de la fábrica y uso del chinguirito, y sin embargo de la resolución contraria, repitió 2ª representación en 30 de marzo de 1768 insistiendo en la primera, con apoyo de dictámenes de sujetos de alto carácter que seguramente se preocuparon de ideas erradas e imbuidas por quien manifestó su interés particular en este empeño, y habiéndose examinado de nuevo esta materia con todos sus antecedentes por los ministros de la mayor condecoración nombrados por SM, se conformó con su dictamen, y resolvió que precisamente subsista en todo ese reino la prohibición de la bebida del chinguirito, y que sólo se permita la fábrica y uso del pulque, que además de la utilidad y ventajas que de su consumo se siguen a la Real Hacienda, convienen cuantos han estado en ese reino, en que es saludable y medicinal a esos naturales, aun en la planta de maguey de que se saca. Y por real orden de 20 de febrero de 1769, comunicada por el señor Bailío Arriaga, al citado virrey de México, marqués de Croix, mandó SM encargarle muy estrechamente ponga su mayor conato [sic] en que se cumpla rigurosamente la prohibición del chinguirito, que por tan repetidas cédulas y órdenes está determinada, encargando muy particularmente al juez de la Acordada, y expidiendo de nuevo a las justicias de ese reino; las más eficaces órdenes, para que celen este importante objeto, en inteligencia de que al mismo tiempo es la voluntad de SM que VE promueva la fábrica y expendio de la bebida del pulque, a fin de que los indios logren este beneficio, y el real erario los posibles aumentos. En Guatemala se estableció estanco de chinguirito por real orden de 22 de octubre de 1753, y se arrendó en 800 pesos al año. Se informó a SM haberse aumentado los excesos, hasta introducirse en los indios el pernicioso uso de la citada bebida: la prohibió SM bajo las más severas penas, por real cédula de 23 de agosto de 1776. Se intentó después el restablecimiento del estanco, y clamaron contra él el cabildo eclesiástico, los prelados de las religiones y la ciudad. El cabildo eclesiástico dijo: que si con el anterior estanco cundió tanto en los indios y ladinos el vicio de la embriaguez, y sus funestas consecuencias, ¿qué sucedería ahora que aquel vicio se encuentra tan arraigado y extendido? ¿Y qué perjuicios no causará a sus almas y a sus cuerpos, a cuya complexión es tan contraria esta bebida?

Las religiones que el anterior estanco hizo tales estragos en las costumbres de personas de todas clases, que no respetó este veneno al santuario mismo que cuando antes era mirado con ojeriza cualquiera artesano que se embriagaba una vez a la semana en el día ha plagado tanto la peste, que aun entre personas distinguidas no es notado, ni tenido por raro el que se entrega a este vicio, de que resultan tantas familias perdidas, mujeres abandonadas, perseguidas y a veces muertas por sus maridos, y niños sin otra educación que la del pernicioso ejemplo de sus padres; de los cuales males dicen son todos testigos, y particularmente los confesores: que sobre aumento de delitos que produjo el otro estanco, y su impunidad a título de haberse cometido en la embriaguez, se han acabado enteramente muchos pueblos, otros están en deplorable situación, y de todos debe temerse el exterminio, si se reduce a ejecución el nuevo proyecto, y que en quienes se ha experimentado principalmente la ruina e innumerables muertes lastimosas, ha sido en los indios pescadores y viajeros (que dicen son casi todos) y los que tienen cerca de sus pueblos ríos caudalosos o lagunas, que sin ningún recelo pasan o atraviesan, en unos pequeños mal seguros barcos que llaman cayucos, y naufragan por lo pequeño del barco, fácil a voltearse con los vaivenes que les causa la embriaguez.

La ciudad, después de referir hechos y noticias singulares, renueva en la representación que hizo a SM el allanamiento hecho en la Audiencia de Guatemala de pagar los 150 pesos anuales ínterin esté suspenso el mencionado estanco.

(46) Los consumos de Madrid en estos últimos años, han sido de 500 mil arrobas de vino según consta en sus respectivas oficinas.

(139) En el pleito sobre diezmo de pulques, fueron citados los cosecheros españoles, y consta que más de 340 de ellos no quisieron seguir esta instancia contra la catedral de México, prueba de las muchas familias que subsisten con este fruto, a más de las innumerables de los indios.

(150) Por un documento de la Real Aduana de México, consta que en el año de 1785 [sic, debe ser 81 por la fecha del documento] se cobraron por cada arroba de pulque dos tomines y un grano, o lo que es lo mismo 25 granos, y según este aumento de derechos, y nuevos impuestos, resulta que por el valor de 6 granos se exigen y cobran 25, que es lo mismo que contribuir a razón de 4164/6 por ciento sobre su capital.

(158) Por la entradas y derechos de pulques de México en cada año, resulta que en el de 1776 produjeron los derechos antiguos de pulques 351,938 pesos; que con los nuevos impuestos del año de 1777 y 1780 ascendieron respectivamente los derechos hasta el año de 1784 [sic, a lo mejor las notas fueron puestas después...] que importaron 654,175 pesos y fue el mayor incremento de este ramo que después empezó a decaer el año de 1785, cuyos productos importaron 585,330 pesos en que se verificó la rebaja de 68,845 pesos, y en el año pasado de 1786 bajaron tan extraordinariamente los referidos derechos, que sólo importaron 392,525 pesos en que se nota la rebaja respecto del año de 85 [¿otra vez sic?] de 192,805 pesos y de 261,650 respecto del de 1784; [sic una vez más] y por estas pérdidas de derechos, que consisten en las menos cargas de pulque que se introducen en México, se puede inferir la incomparable pérdida de los cosecheros.

(168) Véase lo que queda dicho en la nota 6ª correspondiente al párrafo 150 sobre la contribución actual de 25 granos por cada arroba de pulque, y resulta que el 575 por ciento regulado a los 23 granos, asciende a 265 por ciento por el cómputo de los 25.

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Publicado

1998-03-31

Cómo citar

Flores Clair, E., & Lozano Armendares, T. (1998). Memoria sobre las bebidas de la Nueva España, sus efectos y sus gravámenes excesivos. Historias, (39), 117–148. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/13874

Número

Sección

Cartones