Publicado 1994-03-31
Cómo citar
Resumen
Leer en silencio, con frecuencia solos, dejando que la mirada recorra la página escrita y que el alma perciba, a través de los signos, las palabras de algún otro. Acto casi imperceptible de tan cotidiano. Y, sin embargo, si se reflexiona un momento, esta asociación entre lectura, silencio y soledad no tiene el carácter evidente que le asignamos. Esto es, al menos, lo que quiere mostrar este trabajo. En favor de nuestra tesis tenemos el hecho de que las cosas no siempre han sido así, y quizá sin percibirlo con claridad, esas mismas cosas ya estén cambiando ante nuestros ojos. Cambios más difíciles de apreciar no sólo porque son casi imperceptibles, sino porque se muestran en plena luz para mejor ocultarse. Esta es pues una invitación a iniciar una excursión en la antropología de la lectura; como recompensa, al vivir lo que ya somos, tal vez pueda reconocerse mejor nuestro presente, cuestión importante para aquellos que se interesen en saber cómo han llegado a ser lo que son.
Descargas
Referencias
2 Svenbro, J., Phrasikleia. Anthropologie de la lectura dans la Grece ancienne, pp. 72-73.
3 Margit Frenk, “'Lectores y oidores'. La difusión oral de la literatura en el Siglo de Oro”, Actas del VII Congreso Internacional de Hispanistas Giuseppe Bellini, tomo 1, Roma, Bulzoni, 1981, p. 112.
4 Idem, p. 111.
5 Idem, p. 109.
6 Paul Zumpthor, La letra y la voz. De la “literatura” medieval, p. 143.
7 Idem, p. 112.
8 El término es de Paul Zumpthor, idem, p. 118.
9 Idem, p. 135.
10 Idem, p. 124.