La sociedad de la representación (La ciudad de México en la segunda mitad del siglo XVIII)

Autores/as

  • Eloísa Uribe

Resumen

Fiesta, ritual, celebración, teatro, signos inequívocos de la vida del siglo XVIII novohispano, que ofrecen, además, la oportunidad de conocer cómo se entrelazaron, por un lado, una concepción del mundo que manipulaba lo emotivo como medio para cohesionar y reforzar unión e identidad; y por otro, un resultado de la reflexión intelectual que de intención fundó su oferta de futuro en operaciones lógicas; la reflexión de la razón humana como fundamento científico del conocimiento. En suma, acercarse a la vida cotidiana y al calendario de celebraciones de los habitantes de la ciudad de México, capital de la Nueva España, permite comprender que la vida de aquellos hombres se desarrolló desbordando los límites de los principios que, por tradición, se reconocen como propios del llamado “Siglo de las Luces”.

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Citas

1 A partir de los años sesenta se da un interés por estudiar el siglo XVIII, sobre todo para desentrañar la supuesta univocidad del Movimiento Ilustrado que lle vó
a los historiadores a llamar al XVIII, “el siglo de la razón”. Desde distintos ángulos de la política, la economía, las costumbres, las producciones intelectuales o artísticas, los historiadores intentan una relectura de aquel modo que parecía no tener más explicación que el surgimiento de la Ilustración y sus consecuencias.
2 Juan Pedro Viqueira, ¿Relajados o reprimidos? Diversiones públicas y vida social en la ciudad de México durante el Siglo de las Luces, pp. 133 y 134. Estos datos
sobre la ciudad y los siguientes han sido tomados de este
estudio.
3 Viqueira, op. cit., pp. 132 a 138. Descripción de la ciudad y sus habitantes.
4 “Zócalo”, en Rogelio Alvarez, Enciclopedia de México, t. 12, p. 581.
6 Viqueiras, op. cit., p. 135.
6 John E. Kicza, Empresarios coloniales. Familias y negocios en la ciudad de México durante los Borbones, pp . 31, 33 y 35.
1 Felipe Castro Gutiérrez, La extinción de la artesanía gremial, p. 18.
8 William B. Taylor, Embriaguez, homicidio y rebelión en las poblaciones coloniales mexicanas, p. 63.
9 Castro Gutiérrez, op. cit., p. 17.
10 Viqueira, op. cit., pp. 219 y 222.
11 José Gómez, Diario curioso y cuaderno de las cosas memorables en México durante el gobierno de Revillagigedo (1789-1794), p. 63.
12 Paul Hazard, El penaamiento europeo en el siglo XVIII, pp. 274 y 275. Consúltese para conocer las diferencias al interior del Movimiento de la Ilustración y las causas que las originaron.
13 Pierre Francastel, "La estética de las Luces", en Arte, arquitectura y estética en el siglo XVIII, p. 15.
14 Sonia Lombardo de Ruiz, "Las Reformas Borbónicas y su influencia en el arte de la Nueva España", en Historia del arte mexicano, f. 61, p. 19.
15 Dorothy Tanck de Estrada, La flu.stración y la educación en la Nueva España, pp. 11 y 12.
16 Lombardo de Ruiz, op. cit., f. 61, p. 19.
17 O.A. Brading, Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810), pp. 48 a 118. Los acontecimientos relacionados con Gálvez se tomaron de este estudio.
18 Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe, p. 62. Para ampliar esta visión léase el capítulo 3 "sincretismo e Imperio".
19 Para este trabajo pueden tomarse como fechas límites: la venida del visitador José de Gálvez en 1765 o bien la expulsión de los jesuitas en 1767. Como fecha límite 1823 fin del Imperio de Iturbide, el cual culturalmente está relacionado con las vivencia.a sociales del siglo XVIII.
20 Para conocer distintas formas de representación consúltese de José María Díez Borque (comp.), Teatro y fiesta en el Barroco. En especial el capítulo escrito por
Claudio Esteva Fabregat, "Dramatización y ritual de la fiesta en Hispanoamérica", pp. 137 a 152.
21 Valeriano Bozal, Mímesis : las imágenes y las cosas, de su capítulo "Representación y sujeto", pp. 19 y 20.
22 Bozal, op. cit., p. 20.
23 lbid, pp. 20 a 23.
24 Hechos iguales o algún aspecto de la vida social de entre los que se consideran como iguales; que se le separa de la rutina de la vida diaria. Sobre este asunto léase de Jean Sarrailh el capítulo "El peso de la rutina", de su libro La España ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII, pp. 37 a 54.
25 Boza l, op. cit.; se ha hecho un resumen de algunas ideas de Bozal contenidas en las páginas 21 a la 23. Dado que no se conserva la redacción original (aunque se
respeta el contenido), no se entrecomillaron los enunciados, pero son obra de este autor.
28 lbidem.
27 Ibid, se ha hecho un resumen de algunas ideas de Bozal contenidas en las páginas 25 y 26. Dado que no se conserva la redacción original (aunque se respeta el contenido), no se entrecomillaron los enunciados, pero son obra de este autor . Como ejemplo de los conceptos expresados por Bozal pueden tomarse las providencias que fueron creadas para legislar sobre la vida de los indígenas que tienen en lo profundo, además de otras implicaciones, una connotación que se vincula con el agrado y el desagrado que se origina en los comportamientos que sustentan la identidad de un grupo. En la Nueva España, los déspotas ilustrados, sus intelectuales y su burocracia debieron tomar en cuenta, muy a su pesar, la existencia de la población indígena, cuya concepción de la vida, sus costumbres, diversiones, lenguaje... les fueron del todo ajenos. De ahí que sus medidas, además de controlar, implicaran en reite adas ocasiones la destrucción de las formas de vida de los indígenas, que entrañaban lo desagradable de un mundo distinto, el peligro de la otredad que no puede predecirse, de lo desconocido. Para conocer algunos ejemplos concretos léase de Eloísa Uribe, Tolsá hombre de la Ilustración, pp. 43 y 44.
28 Gómez, op. cit., p. 10. Para obtener mayor información léase de Guillermo Tovar y de Teresa, "Arquitectura efímera y fiestas reales. La Jura de Carlos IV en la ciudad de México 1789", en Artes de México, Nueva Epoca, pp. 34 a 47.
29 Israel Katzman, Arquitectura del siglo XIX en México, p. 272.
30 Otras referencias relativas a la persona de Cortés, dejan ver la vigencia de su figura más allá de las preferencias personales que puedan justificar las acciones del virrey. Viqueira, op. cit., p.119. El autor registra que las tres fiestas más importantes de la ciudad, de mayor a menor, eran la procesión de Corpus Christi, la entrada del virrey y la de San Hipólito; esta última consistía en revivir simbólica, teatralmente la capitulación de México-Tenochtitlán ante los conquistadores. En solemne procesión se paseaba el estandarte, copia del de Hernán Cortés, en signo de sujeción de la ciudad a la corona, pp. 112 a 114. Relata las controversias y animosidades que levantó la obra de teatro México rebelado o México segunda vez conquistado durante su única presentación en 1790. Como trataba del tormento a Cuauhtémoc, los espectadores, según origen y condición, tomaron partido y la disputa llegó hasta las autoridades, generándose una discusión de carácter histórico-teatral más profunda. Julio Jiménez Rueda, Historia de la literatura mexicana, pp. 144 y 145. Agustín Castro, jesuita radicado en Italia después de la expulsión, "intenta un poema épico sobre Hernán Cortés que llama La Cortesiada y que no llega a terminar".
31 Claudio Esteva y Fabregat, op. cit., pp. 140 y 141.
32 Ibid, p. 140.
33 Gómez, op. cit., p. 77.
34 Paz, op. cit., capítulo 2, "Ritos políticos", pp. 191 a 198.
35 Gómez, op. cit., p. 6. "... los que hicieron las muertes y el robo: Dos paisanos gachupines y un alférez de milicias de las islas Canarias..."
36 "Dongo (asesinato de)", en Miguel León Portilla (dir.), Diccionario Porrua de historia, biografía y geografía de México, t. I, p. 926.
37 Salvador Pinoncelly, Manuel Tolsá, arquitecto y escultor, p. 117.
38 Gómez, op. cit., p. 38. Gómez anota que hubo una ocasión en que Revillagigedo mandó poner centinelas a las puertas de Catedral para que no dejaran entrar
"mujeres de paño de rebozo, ni hombres de capote ni de frazada".
39 Gonzalo Aguirre Beltrán, "Los esclavos domésticos", El Gallo Ilustrado, suplemento de El Día, enero 1978.
40 Doris M. Ladd, La nobleza mexicana en la época de la Independencia, 1780-1826, p. 98. Proporciona el nombre de varias familias que tenían negros a su servicio. Señala que: "El marqués de Selvanevada era dueño de tres negros en 1811, una nacida en Nueva Orleans y dos africanos de Guinea".
41 Lucas Alamán, Historia de México, t. I, p. 19, citado en Brading, op. cit ., p. 41.
42 Silvia Marina Arrom, Las mujeres de la ciudad de México 1790-1957, p. 82.
43 Abelardo Carrillo y Gariel, El traje en la Nueva España, p. 165. De este estudio se tomaron los datos sobre la vestimenta de l siglo XVIII.
44 Viqueira, op. cit., p. 227.
45 Julio Bracho, De los gremios al sindicalismo. Genealogía corporativa, p. 40.
46 Bracho, op. cit., p. 40.

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Publicado

1992-03-31

Cómo citar

Uribe, E. (1992). La sociedad de la representación (La ciudad de México en la segunda mitad del siglo XVIII). Historias, (27), 79–90. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/14432

Número

Sección

Ensayos