Los jardines en México y la idea de ciudad decimonónica

Autores/as

  • Ma. Estela Eguiarte Sakar

Resumen

El espacio público es el signo más evidente de la cultura de una sociedad. Es el “texto social” en el que se reproducen y se pueden descifrar las relaciones de la vida social. Es el lugar donde confluyen costumbres, tradiciones, códigos de conducta, actividades disímiles que marcan la cotidianidad del hombre urbano. El sentido y el uso de estos espacios tienen su propia historia. Historia defInida por la manera en que la sociedad vive y entiende sus formas de existencia. De ahí que la transformación de los espacios esté condicionada por la concepción del uso que la sociedad les otorga. El jardín como espacio público de recreación, de moralización, de belleza y ornato, fue en ?4éxico una concepción que en el siglo XIX adquirió preponderancia. A lo largo de ese siglo, el jardín transformó la imagen y la vida de la ciudad, al reemplazar las plazas coloniales por jardines florales y al proyectar y crearse nuevos jardines con esta idea. Si bien desde la colonia existió la idea de la alameda como espacio de recreación, se pensaba como un lugar a las afueras de la ciudad; sólo quedaría integrada a ella con la propia expansión urbana. Los jardines en el siglo XIX fueron la vía más adecuada para llevar una naturaleza domesticada a la urbe, con ese carácter estético y moralizante. Como muchos otros discursos europeos, se trasladó a México aquel que hablaba de la nostalgia y de la necesidad de recuperar la naturaleza perdida en las ciudades agobiadas por el desarrollo industrial. En el México decimonónico, el jardín y los espacios arbolados serían panacea idílica que resolvería todos los males sociales.

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Citas

1 Henri Lefebre, en su libro De lo rural a lo urbano, considera que la calle abre ante nuestros ojos un buen "texto social" que ae nos ofrece como cualquier otra
forma de espectáculo, p. 94 .
2 Ver Adriana López Mojardín, Hacia la ciudad capital, México, DEH-INAH, 1985, p. 83.
3 Boletín Oficial del Ayuntamiento, 25 de diciembre de 1903, p. 801.
4 Boletín Oficial del Ayuntamiento, 19 de septiembre de 1911, p. 364.
5 lbid, 25 de diciembre de 1903, p. 801.
6 Boletín Oficial 5 de septiembre de 1911, p. 301.
7 Ibidem.
8 Ibid, p. 396.
9 Boletín Oficial, 26 de febrero de 1904, p. 259.
10 Miguel Angel de Quevedo, Boletín Oficial del 22 de septiembre de 1911.
11 Boletín Oficial, 26 de febrero de 1904, p. 259.
12 Ibidem.
13 Boletín Oficial, 19 de septiembre de 1911.
14 El Arte y la Ciencia, enero de 1905, p. 155.
15 Boletín Oficial, 26 de septiembre de 1911, p. 395.
16 El Pájaro Verde, 9 de septiembre de 1863.
17 Según el Boletín Oficial del 26 de febrero de 1904, p. 258. Los jardines en construcción eran: al poniente en la Rivera de San Cosme, en la Plazuela de Loreto (que después fue mercado que se trasladó a San Cosme); al oriente en la Plaza de Santiago; al norte, en la Plazuela de los Angeles o de Zaragoza y otro en la Plazuela de la Concepción Cuevas; al sur, en la Plazuela del Arbol. Como proyecto en ese año: al oriente de la Plazuela de Mixcalco; al poniente en la calle Potosí; al sur en la Plazuela
Díaz en Arcos de Belén; al norte, en la Plazuela de Jardín o del Baratillo. Para 1905 se registran jardines en la Plazuela de San Lucas; al oriente, en la Plazuela de San
Sebastián, en la de Palomares, en la de San Agustín Tomatlán, en la isla de Venegas, en la Plaza de Juan José Baz, en la de Santo Tomás y en la de Candelaria de los
Patos. Como proyecto, sin especificar orientación pero en su mayoría en la parte oriental: en la Plazuela de Regina, en la de la Concepción, en la del Salto del Agua y en la Plaza de Armas de la Ciudadela dos jardines.
18 Boletín Oficial, 25 de febrero de 1904, p. 259.
19 El Eco de Ambos Mundos, 11 de enero de 1873.
20 Boletín Oficial, 17 de noviembre de 1903, p. 265.
21 Ibidem.
22 Ibidem .
28 Boletín Oficial, 19 de noviembre de 1901, p. 642.
24 Boletín Oficial, 8 de septiembre de 1911, p. 310.
25 Boletín Oficial, 8 de septiembre de 1911, p. 311.
28 M. Perrot y R. H. Guerrand, "Escenas privadas", en Historia de la vida privada, tomo IV, p. 326.
27 El Arte y la Ciencia, enero de 1905, p. 155.
28 Miguel Angel de Quevedo, en el Boletín Oficial, 22 de septiembre de 1911, p. 379.
29 Boletín Oficial, 8 de septiembre de 1911, p. 814.
30 Boletín Oficial, 25 de diciembre de 1903, p. 804.
31 Boletín Oficial, 15 de enero de 1904. Todas las citas de este inciso son tomadas de este boletín.
32 Gaborit, citado en el Boletín Oficial, 15 de enero de 1904.
33 W. Haussmann, Jardines del Renacimiento y el Barroco, Madrid, Nerea, 1989.
34 Raynaud, citado en Galindo y Villa, Apuntes de ordenes clásicos y composición de arquitectura, pp. 118 y 119.
35 Galindo y Villa, op. cit., p. 115.
36 Ibid.
37 Gaborit, citado en Boletín Oficial, 15 de enero de 1904, p. 67.
38 Boletín Oficial, 15 de enero de 1904, p. 68.
39 Galindo y Villa, op. cit., pp. 119 y 120.
40 Boletín Oficial del 22de septiembre de 1911, p. 381.

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Publicado

1992-03-31

Cómo citar

Eguiarte Sakar, M. E. (1992). Los jardines en México y la idea de ciudad decimonónica. Historias, (27), 129–140. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/14442

Número

Sección

Ensayos