Publicado 1991-09-30
Cómo citar
El juez y el historiador. (1991). Historias, 26, 3-15. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/14512
Resumen
Tomado de Il giudice e lo storico . Considerazioni in margine al processo Sofri, Torino Giulio Einaudi editore, 1991. Se reproducen a continuación sólo los capítulos II y XVIII, que corresponden, respectivamente, a las páginas 8-14 y 101-110.Tomado de Il giudice e lo storico . Considerazioni in margine al processo Sofri, Torino Giulio Einaudi editore, 1991. Se reproducen a continuación sólo los capítulos II y XVIII, que corresponden, respectivamente, a las páginas 8-14 y 101-110.
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Referencias
1 Cfr. A. Momigliano, "History Between Medicine and Rhetoric", Ottavo contributo alla storia degli studi classici e del mondo antico, Roma, 1987, pp. 14-25.
2 C. Ginzburg, "Montrer et citer" , Le Débat, núm. 56, Septiembre-Octubre, 1989, pp. 46-64.
3 Cfr. A Momigliano, "Storia antica e antiquaria", Sui fondamenti della storia antica, Torino, 1984, pp. 5-45.
4 Del escrito de Griffet he consultado la segunda edición (Liege 1770). A. Johnaon, The Historian and Historical Evidence, New York , 1934 (1ª ed. 1926), p. 114, que cita el pasaje que mencioné, defime el Traité como "el libro más importante sobre el método hiatórico después de el De re diplomatica de Mabillon". Ver también Momigliano, Sui fondamenti, cit., p. 19; y, de C. Ginzburg, "Just One Witness", comunicación presentada enel Congreso, "The 'Final Solution' and the Limita of Representation", Los Angeles, 25-29 de Abril de 1990; sobre Gibbon hay que ver sobre todo los ensayos fundamentales de Momigliano reunidos en Sui fondamenti, cit ., pp. 294-367.
6 Cfr. K. Löwith, Significato e fine della Storia (trad. it. de The Meaning in History . The Teological lmplications of the Philosophy of History, 1949), Milán, 1963, p. 92. (Edición en español El sentido de la historia, Madrid, Aguilar, 1958.) ("La historia del mundo es el tribunal del mundo", traducción que hace que se diluya la ambigu?edad del texto, debidamente
subrayada por Löwith; en la p. 36 la misma frase está dada como "la historia del mundo es el juicio del mundo". Propondría "la historia del mundo es el juicio final", o algo parecido). La frase (como me sugiere Alberto Gajano) vuelve por lo menos tres veces en la obra de Hegel: cfr. Enciclopedia delle scienze filosofiche, trad. it. de B. Croce, Bari, 1951, fracción 648; Filosofia del diritto, trad. it. de F. Messineo, fracción 340; Lezioni sulla Filosofia della Storia, trad. it. de G. Calogero , Florencia, 1967, pp. 70. En general cfr. R. Koselleck, Futuro Passato, trad. it., Génova, 1986, p. 49.
6 Cfr . Lord Acton, Lectures on Modem History, London, 1960, p. 17.
7 De la "historiografía judicial" ha hablado con agudeza L. Ferrajoli en un artículo sobre el caso "7 de Abril", publicado en "Iln Manifesto", 23-24 de Febrero 1983.
8 He utilizado provechosamente L'albero della Rivoluzione. Le interpretazioni della Rivoluzione francese, al cuidado de B. Bongiovanni y L. Guerci, Turín, 1989. Véanse en especial los apartados Alphonse Aulard y Albert Mathiez (de M. Vovelle), y Hippolyte Taine (de R. Pozzi). De Aulard, cfr., Taine historien de la Révolution française, París, 1907, introducido por la característica declaración (p. VII): "Creo entonces estar seguro, no digo de parecer imparcial, sino de ser imparcial". Siempre a propósito de metáforas judiciales véase el título de la recopilación de ensayos de varios autores, Eine Jury fu?r Jacques Roux, en "Sitzungsberichte der Akademie der Wissenschaften der DDR" (Gesellschaftswissens-chaften), Berlín, 1981. En un nivel infinitamente más vulgar véanse en Italia los muy recientes procesos que se han intentado sobre el Risorgimento y la resistencia antifascista.
9 Cfr. M. Bloch, Apologia della storia o mestiere di storico, trad. it ., Turín, 1969, pp. 123-25 (modifico ligeramente la traducción). (Edición en español, Introducción a la historia, México, FCE, 1970).
10 Véanse las observaciones sobre Mathiez de F. Furet, Dictionnaire critique de la Révolution Française, París, 1988, apartado "Histoire Universitaire de la Révolution", pp. 990-91. Sobre La Grande Peur de 1789, (Edición en español El gran pánico de 1789. La Revolución francesa y los campesinos, Barcelona, Editorial Paidós, Paidós Studio, 64, 1986.) véase la introducción de J. Revel en la edición de 1989. La contraposición entre los dos libros es puramente simbólica; no toma en cuenta, por ejemplo, La vie chère et le mouvement social sous la Terreur, 1927 (A Mathiez, Carovita e lotte sociali sotto il Terrore, Turín, 1949).
11 Cfr. el apartado de George Lefebvre (de L. Guerci), L'albero della Rivoluzione , cit.
12 La frase de Brecht referida por Benjamin es "río hay que partir de las buenas cosas viejas, sino de las malas cosas nuevas" (cfr. W. Benjamin, Avanguardia e rivoluzione. Scritti letterari, Turín, 1973, p. 233). (Modifico ligeramente la traducción). Sobre los ecos de Gentile en los escritos de H. White (ver más adelante) en "Just one Witness", cit.
18 Marcel Mauss era de opinión diferente: cfr. "Rapports réels et pratiques de la psychologie et de la sociologie" (1924), Sociologie et Antropologie, París, 1960, p. 281-310, sobre todo la página 287, donde rechaza la tendencia a separar "la conciencia del grupo de todo el substrato material y concreto. En la sociedad, hay otra cosa que las representaciones colectivas, por más importantes o dominantes que éstas sean".
14 Entre las figuras más representativas de este clima véase –desde puntos de vista diferentes- Michel de Certeau (en Francia) y Hayden White (en los EE.UU.); respectivamente La escritura de la Historia, México, UIA, 1985 y Metahistoria. La imaginación histórica en la Europa del siglo XIX, México, FCE, 1992. Sobre White cfr. A. Momigliano, "La retórica della storia e la storia della retorica: sui tropi di Hayden White", Sui fondamenti, cit., pp. 465-76; y de C. Ginzburg, "Montrer", cit., y "Just one Witness", cit. Sobre F. Hartog, Le miroir d'Hérodote, París, 1980; cfr . "Prove e possibilitá", postfacio a N. Zemon Davis, Il ritorno di Martin Guerre, Turín, 1984, pp. 143-144.
16 Sobre la prueba cfr. L. Ferrajoli, Diritto e ragione. Teoria del garantismo penale, Bari, 1989, p. 108 ss.
16 M. Bloch, Apología della storia, cit., pp . 117 ss.
17 Cfr. Ferrajoli, Diritto e ragione, cit., p. 32.
18 Cfr. A. Momigliano, Lo suiluppo del la biografia greca, Turín, 1974, p. 40. (Edición en español, Génesis y desarrollo de la biografía en Grecia, México, FCE, 1986).
19 Ibid., pp. 4-5.
20 Este breve escrito apareció primero en el "Censeur européen" del 12 de mayo de 1920: cfr. la introducción de R. Pozzi a A. Thierry, Scritti Storici, Turín, 1983, p. 26, que en general subraya la colaboración del joven Thierry con Saint-Simon. El ensayo fue después republicado en Dix ans d'études historiques, París, 1835; he consultado la edición Milán [París] 1843, donde se encuentra en las pp. 202-8; en la p. 207 se habla de "plaisanterie". Cfr. L. Gossman, "Augustin Thierry and Liberal Historiography",History and Theory, Beiheft 15, 1976. Ver también M. Gauchet, Les lieux de la mémoire, II, París, 1986.
21 Le Crépuscule du Soir, últimos versos: "Enore la plupart n'ont-ils jamais connu La douceur du foyer et n'ont jamais vécu!". Charles Baudelaire, Les Fleúrs du Mal.
22 Cfr. C. Ginzburg, "Provee possibilitá", cit.
23 Cfr. A. Momigliano, "Marcel Mauss e il problema della persona nella biografia greca", Ottavo contributo, cit., pp. 179-90; A Momigliano, "The Life of St, Macrina by Gregory of Nyssa", Ibid., pp. 333-47.
24 La idea central de Orlando tal vez deriva de She, a History of Adventure, la novela de Henry Ridder Haggard publicada en 1887.
25 Cfr. P. Viallaneix, prefacio a J. Michelet, La sorciére, París, 1966, p. 20.
26 Cfr. M. M. Postan, prefacio a la Storia economica Cambridge, III, Turín, 1977, p. 13. Sobre Power vista en paralelo con Bloch, cfr . N. Zemon Davis, "History's Two Bodies ", American Historical Review, núm. 93, 1988, pp. 1-30, sobre todo pp. 18 ss.
27 Cfr. E. Power, Vita nel Medioevo, Turín, 1966, p. 7.
28 Ibid., p. 22 (y véase todo el capítulo, pp. 11-36).
29 Ibid., pp. 32, 18. Se nota que la palabra "seguramente" significa "muy probablemente" (éste es un vicio muy difundido entre los historiadores; pero no sólo entre ellos sino también entre los jueces).
30 Cfr. Zemon Davis, "History's Two Bodies", cit., p. 22, que remite también a E. Power, "On Medieval History as a Social Study", Económica, n.s., I, 1934, pp. 13-29, sobre todo pp. 20-21 (donde se critica a Max Weber).
31 Cfr. R. Furet, "Pour une définition des classes inférieures à l'époque moderne", Annales ESC, XVIII, 1963, pp. 469-74, especialmente p. 459 [cit. de C. Ginzburg, Il formaggio e i vermi, Turín, 1976, pp. XIX (Edición en español, El queso y los gusanos, Barcelona, Muchnik Editores, 1981)].
32 Cfr. Zemon Davis, Il ritorno, cit., pp. 6-7.
33 Id., History's Two Bodies, cit.
34 Cfr. C. Ginzburg, "Prove e posaibilitá", cit., especialmente pp. 134 y 146-47.
35 Sobre este último punto insiste sobre todo Calamandrei, en el ensayo Il giudice e lo storico. El reconoce la verdad de la tesis formulada por Croce enFilosofia della practica, según la cual la actividad jurídica, comparable en la fase de verificación de los hechos a la actividad historiográfica, se vuelve en su fase final (la sentencia) ligada al momento de la volición, un
acto político. Calamandrei observa que esta tesis, que declara verdadera en el plano puramente teórico, comporta el riesgo de tener consecuencias prácticas, extremadamente peligrosas en una situación en la cual, bajo el modelo de la Rusia soviética o de la Alemania nazi, también en Italia se pide desde varias partes al juez "expresar una voluntad política que nace y se afirma con su sentencia" (la referencia es con relación a posiciones similares a las que expresa contemporáneamente G. Maggiore en el ensayo "'Diritto penale totalitario nello stato totalitario", Rivista italiana di diritto penale, XI, 1939, p. 159. Calamandrei concluye proponiendo que el juez "se asuma nada más que un modesto y fiel historiógrafo de la ley, y no otra cosa, y actúe como tal", cometiendo "un error filosófico, pero un error prácticamente inocuo, que dejará intacta a la justicia " (p. 25). Discutir la declarada debilidad teórica de esta solución no nos interesa.
36 Cfr. Ferrajoli, Diritto e ragione, cit., p. 491.
37 Cfr. Momigliano, Lo suiluppo, cit., p. 8, citado por G. Levi, "'Les usages de la biographie", Annales ESC, núm. 44, 1989, pp . 1325-36.
2 C. Ginzburg, "Montrer et citer" , Le Débat, núm. 56, Septiembre-Octubre, 1989, pp. 46-64.
3 Cfr. A Momigliano, "Storia antica e antiquaria", Sui fondamenti della storia antica, Torino, 1984, pp. 5-45.
4 Del escrito de Griffet he consultado la segunda edición (Liege 1770). A. Johnaon, The Historian and Historical Evidence, New York , 1934 (1ª ed. 1926), p. 114, que cita el pasaje que mencioné, defime el Traité como "el libro más importante sobre el método hiatórico después de el De re diplomatica de Mabillon". Ver también Momigliano, Sui fondamenti, cit., p. 19; y, de C. Ginzburg, "Just One Witness", comunicación presentada enel Congreso, "The 'Final Solution' and the Limita of Representation", Los Angeles, 25-29 de Abril de 1990; sobre Gibbon hay que ver sobre todo los ensayos fundamentales de Momigliano reunidos en Sui fondamenti, cit ., pp. 294-367.
6 Cfr. K. Löwith, Significato e fine della Storia (trad. it. de The Meaning in History . The Teological lmplications of the Philosophy of History, 1949), Milán, 1963, p. 92. (Edición en español El sentido de la historia, Madrid, Aguilar, 1958.) ("La historia del mundo es el tribunal del mundo", traducción que hace que se diluya la ambigu?edad del texto, debidamente
subrayada por Löwith; en la p. 36 la misma frase está dada como "la historia del mundo es el juicio del mundo". Propondría "la historia del mundo es el juicio final", o algo parecido). La frase (como me sugiere Alberto Gajano) vuelve por lo menos tres veces en la obra de Hegel: cfr. Enciclopedia delle scienze filosofiche, trad. it. de B. Croce, Bari, 1951, fracción 648; Filosofia del diritto, trad. it. de F. Messineo, fracción 340; Lezioni sulla Filosofia della Storia, trad. it. de G. Calogero , Florencia, 1967, pp. 70. En general cfr. R. Koselleck, Futuro Passato, trad. it., Génova, 1986, p. 49.
6 Cfr . Lord Acton, Lectures on Modem History, London, 1960, p. 17.
7 De la "historiografía judicial" ha hablado con agudeza L. Ferrajoli en un artículo sobre el caso "7 de Abril", publicado en "Iln Manifesto", 23-24 de Febrero 1983.
8 He utilizado provechosamente L'albero della Rivoluzione. Le interpretazioni della Rivoluzione francese, al cuidado de B. Bongiovanni y L. Guerci, Turín, 1989. Véanse en especial los apartados Alphonse Aulard y Albert Mathiez (de M. Vovelle), y Hippolyte Taine (de R. Pozzi). De Aulard, cfr., Taine historien de la Révolution française, París, 1907, introducido por la característica declaración (p. VII): "Creo entonces estar seguro, no digo de parecer imparcial, sino de ser imparcial". Siempre a propósito de metáforas judiciales véase el título de la recopilación de ensayos de varios autores, Eine Jury fu?r Jacques Roux, en "Sitzungsberichte der Akademie der Wissenschaften der DDR" (Gesellschaftswissens-chaften), Berlín, 1981. En un nivel infinitamente más vulgar véanse en Italia los muy recientes procesos que se han intentado sobre el Risorgimento y la resistencia antifascista.
9 Cfr. M. Bloch, Apologia della storia o mestiere di storico, trad. it ., Turín, 1969, pp. 123-25 (modifico ligeramente la traducción). (Edición en español, Introducción a la historia, México, FCE, 1970).
10 Véanse las observaciones sobre Mathiez de F. Furet, Dictionnaire critique de la Révolution Française, París, 1988, apartado "Histoire Universitaire de la Révolution", pp. 990-91. Sobre La Grande Peur de 1789, (Edición en español El gran pánico de 1789. La Revolución francesa y los campesinos, Barcelona, Editorial Paidós, Paidós Studio, 64, 1986.) véase la introducción de J. Revel en la edición de 1989. La contraposición entre los dos libros es puramente simbólica; no toma en cuenta, por ejemplo, La vie chère et le mouvement social sous la Terreur, 1927 (A Mathiez, Carovita e lotte sociali sotto il Terrore, Turín, 1949).
11 Cfr. el apartado de George Lefebvre (de L. Guerci), L'albero della Rivoluzione , cit.
12 La frase de Brecht referida por Benjamin es "río hay que partir de las buenas cosas viejas, sino de las malas cosas nuevas" (cfr. W. Benjamin, Avanguardia e rivoluzione. Scritti letterari, Turín, 1973, p. 233). (Modifico ligeramente la traducción). Sobre los ecos de Gentile en los escritos de H. White (ver más adelante) en "Just one Witness", cit.
18 Marcel Mauss era de opinión diferente: cfr. "Rapports réels et pratiques de la psychologie et de la sociologie" (1924), Sociologie et Antropologie, París, 1960, p. 281-310, sobre todo la página 287, donde rechaza la tendencia a separar "la conciencia del grupo de todo el substrato material y concreto. En la sociedad, hay otra cosa que las representaciones colectivas, por más importantes o dominantes que éstas sean".
14 Entre las figuras más representativas de este clima véase –desde puntos de vista diferentes- Michel de Certeau (en Francia) y Hayden White (en los EE.UU.); respectivamente La escritura de la Historia, México, UIA, 1985 y Metahistoria. La imaginación histórica en la Europa del siglo XIX, México, FCE, 1992. Sobre White cfr. A. Momigliano, "La retórica della storia e la storia della retorica: sui tropi di Hayden White", Sui fondamenti, cit., pp. 465-76; y de C. Ginzburg, "Montrer", cit., y "Just one Witness", cit. Sobre F. Hartog, Le miroir d'Hérodote, París, 1980; cfr . "Prove e possibilitá", postfacio a N. Zemon Davis, Il ritorno di Martin Guerre, Turín, 1984, pp. 143-144.
16 Sobre la prueba cfr. L. Ferrajoli, Diritto e ragione. Teoria del garantismo penale, Bari, 1989, p. 108 ss.
16 M. Bloch, Apología della storia, cit., pp . 117 ss.
17 Cfr. Ferrajoli, Diritto e ragione, cit., p. 32.
18 Cfr. A. Momigliano, Lo suiluppo del la biografia greca, Turín, 1974, p. 40. (Edición en español, Génesis y desarrollo de la biografía en Grecia, México, FCE, 1986).
19 Ibid., pp. 4-5.
20 Este breve escrito apareció primero en el "Censeur européen" del 12 de mayo de 1920: cfr. la introducción de R. Pozzi a A. Thierry, Scritti Storici, Turín, 1983, p. 26, que en general subraya la colaboración del joven Thierry con Saint-Simon. El ensayo fue después republicado en Dix ans d'études historiques, París, 1835; he consultado la edición Milán [París] 1843, donde se encuentra en las pp. 202-8; en la p. 207 se habla de "plaisanterie". Cfr. L. Gossman, "Augustin Thierry and Liberal Historiography",History and Theory, Beiheft 15, 1976. Ver también M. Gauchet, Les lieux de la mémoire, II, París, 1986.
21 Le Crépuscule du Soir, últimos versos: "Enore la plupart n'ont-ils jamais connu La douceur du foyer et n'ont jamais vécu!". Charles Baudelaire, Les Fleúrs du Mal.
22 Cfr. C. Ginzburg, "Provee possibilitá", cit.
23 Cfr. A. Momigliano, "Marcel Mauss e il problema della persona nella biografia greca", Ottavo contributo, cit., pp. 179-90; A Momigliano, "The Life of St, Macrina by Gregory of Nyssa", Ibid., pp. 333-47.
24 La idea central de Orlando tal vez deriva de She, a History of Adventure, la novela de Henry Ridder Haggard publicada en 1887.
25 Cfr. P. Viallaneix, prefacio a J. Michelet, La sorciére, París, 1966, p. 20.
26 Cfr. M. M. Postan, prefacio a la Storia economica Cambridge, III, Turín, 1977, p. 13. Sobre Power vista en paralelo con Bloch, cfr . N. Zemon Davis, "History's Two Bodies ", American Historical Review, núm. 93, 1988, pp. 1-30, sobre todo pp. 18 ss.
27 Cfr. E. Power, Vita nel Medioevo, Turín, 1966, p. 7.
28 Ibid., p. 22 (y véase todo el capítulo, pp. 11-36).
29 Ibid., pp. 32, 18. Se nota que la palabra "seguramente" significa "muy probablemente" (éste es un vicio muy difundido entre los historiadores; pero no sólo entre ellos sino también entre los jueces).
30 Cfr. Zemon Davis, "History's Two Bodies", cit., p. 22, que remite también a E. Power, "On Medieval History as a Social Study", Económica, n.s., I, 1934, pp. 13-29, sobre todo pp. 20-21 (donde se critica a Max Weber).
31 Cfr. R. Furet, "Pour une définition des classes inférieures à l'époque moderne", Annales ESC, XVIII, 1963, pp. 469-74, especialmente p. 459 [cit. de C. Ginzburg, Il formaggio e i vermi, Turín, 1976, pp. XIX (Edición en español, El queso y los gusanos, Barcelona, Muchnik Editores, 1981)].
32 Cfr. Zemon Davis, Il ritorno, cit., pp. 6-7.
33 Id., History's Two Bodies, cit.
34 Cfr. C. Ginzburg, "Prove e posaibilitá", cit., especialmente pp. 134 y 146-47.
35 Sobre este último punto insiste sobre todo Calamandrei, en el ensayo Il giudice e lo storico. El reconoce la verdad de la tesis formulada por Croce enFilosofia della practica, según la cual la actividad jurídica, comparable en la fase de verificación de los hechos a la actividad historiográfica, se vuelve en su fase final (la sentencia) ligada al momento de la volición, un
acto político. Calamandrei observa que esta tesis, que declara verdadera en el plano puramente teórico, comporta el riesgo de tener consecuencias prácticas, extremadamente peligrosas en una situación en la cual, bajo el modelo de la Rusia soviética o de la Alemania nazi, también en Italia se pide desde varias partes al juez "expresar una voluntad política que nace y se afirma con su sentencia" (la referencia es con relación a posiciones similares a las que expresa contemporáneamente G. Maggiore en el ensayo "'Diritto penale totalitario nello stato totalitario", Rivista italiana di diritto penale, XI, 1939, p. 159. Calamandrei concluye proponiendo que el juez "se asuma nada más que un modesto y fiel historiógrafo de la ley, y no otra cosa, y actúe como tal", cometiendo "un error filosófico, pero un error prácticamente inocuo, que dejará intacta a la justicia " (p. 25). Discutir la declarada debilidad teórica de esta solución no nos interesa.
36 Cfr. Ferrajoli, Diritto e ragione, cit., p. 491.
37 Cfr. Momigliano, Lo suiluppo, cit., p. 8, citado por G. Levi, "'Les usages de la biographie", Annales ESC, núm. 44, 1989, pp . 1325-36.