Marija Gimbutas y las diosas de la Vieja Europa
Resumen
Marija Gimbutas, The Goddesses and Gods of Old Europe. 6500-3500 B.C. Myths and Cult Images, Berkeley y Los Angeles, University of California Press, 1982, 304 pp. Hay edición inglesa, Londres, Thames and Hudson.
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Citas
2 Marija Gimbutas, The Prehistory of Eastern Europe, 1956.
3 Marija Gimbutas,Bronze Age Cultures in Central and Eastern Europe, La Haya, 1965. Ver también: The Balts, Londres, 1963 y The Slaus, Londres, 1971.
4 Citemos, de la extensa producción de Marija Gimbutas: "Proto-IndoEuropean Culture: The Kurgan Culture During the Fifht, Fourth and Third Millenia B.C.", en George Cordona, ed., Indo-European and Indo-Europeans, Philadelphia, 1970, pp. 155-197; "The Beginning of the Bronze Age in Europe and the Indo-Europeans: 3500-2500 B.C.", Journal of IndoEuropean Studies (JIES), Montana, 1, 1973, pp. 163-214; "The First Wave of Eurasian Steppe Pastoralists into Copper Age Europe", JIES, 5, 1977, pp. 277-338; "The Kurgan Wave 2 (c. 3400-3200 b.C) into Europe and the Following Transformation of Culture", JIES, 8, 1980, pp. 273-315; "Primary
and Secondary Homeland ofthe IndoEuropeans", JIES, 13, 1985, pp. 185-212; etc.
5 Algunos investigadores plantean la posibilidad de ampliar esta zona hacia el norte de Europa. Un buen balance del estado actual de la cuestión se encuentra en el libro de J.P. Mallory, In Search of the IndoEuropeans. Language, Archaeology and Myth, Londres, Thames and Hudson, 1989, caps. vi-viii.
6 Marija Gimbutas, The Gods and Goddesses of Old Europe: 7000-3500 B.C., Berkeley y Los Angeles, University of California Press, 1974.
7 Marija Gimbutas, The Goddesses and Gods of Old Europe: 6500-3500 B.C. Myths and Cult Images, Berkeley y Los Angeles, University of California Press, 1982, 804 pp. Hay edición inglesa, Londres, Thames and Hudson.
8 Marija Gimbutas, The Goddesses and Gods, p. 9. El antecedente de Dionisios se representaba como danzante itifálico, adorando en éxtasis a la Gran Diosa. "Rebosante de virilidad, era el preferido de todas las mujeres" (pp. 220-227).
9 Sigo el resumen de Robert H. Lowie, Historia de la etnología (1937), trad. de Paul Kirchhoff, México, FCE, 1946, pp. 55-59.
10 Karl Marx, Manuscritos: economia y filosofia (1844), ed. y trad. De Francisco Rubio Llorente, Madrid, Alianza, 1968, pp. 142-143. Vale la pena releer una vez más el célebre fragmento de la sección sobre "Propiedad privada y comunismo" del tercer Manuscrito de 1844: "En la relación con la mujer, como presa y servidora de la lujuria comunitaria, se expresa la infinita degradación en la que el hombre existe para sí mismo, pues el secreto de esta relación tiene su expresión inequívoca, decisiva, manifiesta, revelada, en la relación del varón con la mujer y en la forma de concebir la inmediata y natural relación genérica. La relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre es la relación del varón con la mujer. En esta relación natural de los géneros, la relación del hombre con la naturaleza es inmediatamente su relación con el hombre, del mismo modo que la relación con el hombre es inmediatamente su relación con la naturaleza, su propia determinación natural. En esta relación se evidencia, pues, de manera sensible, reducida a un hecho visible, en qué medida la esencia humana se ha convertido para el hombre en naturaleza o en qué medida la naturaleza se ha convertido en esencia humana del hombre. Con esta relación se puede juzgar el grado de cultura del hombre en su totalidad.(...)"
Rectifiqué la traducción de Rubio Llorente poniendo "hombre" por Mensch y "varón" por Mann, siguiendo a Wenceslao Roces (Carlos Marx, Escritos de juventud, trad. de Wenceslao
Roces, México, FCE, 1982, pp. 616-617) y al original alemán (Pariser Manuskripte 1844, Munich, Rowolt, 1966, pp. 74-75). Es notable que las traducciones francesas de Emile Bottigelli (Editions Sociales) y de Maximilien Rubel (Pléiade), y la inglesa de Livingston y Benton (Penguin), entre varias otras, supongo, tampoco toman en cuenta la distinción de Mann y Mensch. De esta forma Marx se hace más "dialéctico" de la cuenta: "la relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre es la relación del hombre con la mujer..."
11 Marija Gimbutas, The Goddesses and Gods, p. 9.
12 Esta expansión protoindoeuropea desde Rusia es un remoto antecedentede los expansionismos ruso-normando-escandinavo y ruso-tártaro de los que habla Karl Marx, en "El enigma ruso: el esclavo-soberano", trad. de Aurelia Alvarez Urbajtel, nota de Octavio
Paz, Vuelta, 179, octubre de 1991; también en Karl Marx y Friedrich Engels, Escritos sobre Rusia, vol. I, Historia diplomática secreta del siglo XVIII, ed. de José Aricó, México, Cuadernos
de Pasado y Presente 87, 1980, pp.
187-148.
13 Gimbutas, pp. 11-15.
14 Mircea Elíade, Histoire des croyances et des idées religieuses, vol. I, De l'age de la pierre aux mystères d'Eleusis, París, Payot, 1976, cap. ii, p. 62.
15 Mallory, In Search of the IndoEuropeans, pp. 259-261.
16 Y la fase industrial moderna se mide en decenios, en los que los cambios han sido aceleradísimos e irreversibles.
17 Erich Neumann, The Great Mother. An Analysis of the Archetype, trad. de Ralph Manheim, New Jersey, Princeton University Press, Bollingen Series, 1955, p. 51, n.: "En las culturas agrarias, con su énfasis en el crecimiento, la imagen de la Gran Madre y el matriarcado sociológico ocupan el primer plano. Pero esto sólo quiere decir que aquí el Arquetipo Femenino adquiere mayor claridad que en otras partes -y también mayor unilateralidad. En realidad, este arquetipo está activo en los estratos bajos así como en los altos. La estructura arquetípica de la Gran Madre se encuentra entre los cazadores de la Edad de Piedra tanto
como en el mundo moderno -independientemente de la estructura social(…)"
18 André Leroi-Gourhan, Les religions de la Préhistoire: Paléolithique, París, 1964, cit. por Eliade, Histoire, vol. I, cap. i, pp. 31-33.
19 Antonio Alatorre, Los 1,001 años de la lengua eapañola (1979), México, FCE, El Colegio de México, 1989, cap. i, p. 17. "En las palabras indoeuropeas pater y mater, lo único específicamente indoeuropeo es el elemento -ter, usado en muchas otras palabras indoeuropeas (tal como el elemento –ador es lo único específicamente español de la
palabra esquiador)".
20 Eliade, Traité d'histoire des religions, París, Payot, 1949, cap. ix. Me parece extraño que, según Gimbutas (p. 237), los pueblos de la Vieja Europa desconocieran la relación entre sexualidad y procreación.
21 "Y ahora que lo pienso -dice una vocecita a mi oído- ¿no será una mujer, o no será una sociedad matriarcal la primera que inventó el aprovechamiento del fuego? Lo hallo más propio, lo hallo más acomodado a las artes 'muliebres' (como decía Gracián) que a las varoniles. Imagino fácilmente al peludo cazador primitivo, de regreso a su cueva o choza, al anochecer, 'pisando la dudosa luz del día' (como dice Góngora), espantado ante la mujer
que, en cuclillas, se las ha arreglado para cautivar una mariposita de lumbre. 'iDeja eso, estúpida, que hace daño!' Y ella, sonriendo: 'Paciencia, Cromañón, paciencia. Ya verás las sorpresas que te he preparado para la cena. Vosotros, los hombres, sois unos niños. Nunca entenderéis lo que os conviene'.
"Y así pudo empezar el fuego, que es realidad útil, aunque parece fantasía desorbitante, que es comodidad y es peligro, que es recurso doméstico y elemento mágico, arma y defensa, sangre y alma, cielo e infierno, mitología e historia". Alfonso Reyes, "El fuego" (1958), del Tercer ciento inconcluso de Las burlas veras, en Obras completas de Alfonso Reyes, vol. XXII, ed. de José Luis Martínez, pp. 805-806.
22 Eliade, Histoire, vol. I, cap. ii y p. 400.
23 lbid., capa. i y ii.
24 Sigo a Mircea Eliade, Le Yoga. Immortalité et liberté, París, Payot, 1954, cap. viii: "Le Yoga et l'Inde aborigène" y "Conclusion". Con todo, deben tomarse en cuenta las reservas, en cuanto al predominio del culto a la Gran Diosa, de Sir Mortimer Wheeler, The Indus Civilization (1953), Cambridge University Press, 3a. ed., 1968, pp. 91 y 107.
25 Véase, por ejemplo, el bello libro de Jacqueline Larralde de Sáenz, Crónicas en barro y piedra. Arte prehispánico de México en la Colección Sáenz. El periodo formativo, Fotografías de Dolores Dahlhaus, México, UNAM, 1986, 250 pp.
26 Sobre el incipiente culto al dios caballo en la tierra de Canek, ver José Luis Martínez, Hemán Cortés, México, FCE, UNAM, 1990, cap. xiv, pp. 438-440; y Fernando Benítez, Caballo y Dios, México, Antares, 1945, p. 9-24.
27 Rubén Bonifaz Nuño, Imagen de Tláloc, México, UNAM, 1986.
28 Octavio Paz, El laberinto de la soledad (1960), ed. revisada y aumentada, México, FCE, 1959, cap. iv, "Los hijos de la Malinche".
29 Wigberto Jiménez Moreno y Alfonso García Ruiz, Historia de México. Una síntesis, México, INAH, 1962, p. 13.
30 En las importantes e insuficientemente conocidas Notas anónimas a la edición de lreneo Paz de la Información de 1556 (México, 1891); en Ernesto de la Torre Villar y Ramiro Navarro de Anda, eds., Testimonios históricos guadalupanos, México, FCE, 1982, p. 107. En la primera versión de este artículo atribuyo estas Notas a Ireneo Paz. Según Manuel Toussaint (Pintura colonial en México (1965), México, UNAM, 3a. ed., 1990, p. 23) y Edmundo O'Gorman (Destierro de sombras, México, UNAM, 1986, p. 294) son principalmente obra de Francisco del Paso y Troncoso.