El surgimiento del sindicato de trabajadores ferrocarrileros en México
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Para un bibliografía general sobre ferrocarriles y ferrocarrileros: Ingrid Ebergenyi, Primera aproximación al sindicalismo ferrocarrilero (1917-1936), México, Tesis en Antropología Social, ENAH, 1983.
Ver Marcelo Rodea, Historia del movimiento obrero ferrocarrilero en México (1890-1947), México, s. ed. 1944; Servando Alzate, Historia de la mexicanización de los Ferrocarriles Nacionales de México, México, s. ed. 1946.
Los ferrocarrileros de FN de M fueron prácticamente militarizados durante algunos años del movimiento armado y la presencia de oficiales del ejército en muchos de los puestos importantes fue un problema para la operación eficiente de la empresa. Ver Alfredo B. Cuéllar, La situación financiera de los Ferrocarriles Nacionales de México con relación al trabajo, Tesis de Economía, México, UNAM., 1935.
Así lo dice, por sugerencia del entonces gerente Luis Gómez Z., la placa conmemorativa del 50 aniversario del STFRM en 1983.
Ver Esther Shabot, "La Unión de Mecánicos Mexicana y la huelga de 1906"; José Woldenberg, "La huelga de mecánicos de 1912", los dos en II Congreso Nacional de Historia Obrera del CEHSMO, Mérida, 1979. El movimiento de 1921 es considerado por Marcelo Rodea, op. cit. y por una monografía hemerográfica: Rogelio Vizcaíno, "Recordando 1921", Yucatán: Historia y Economía, año 3, Núms. 15 y 16, Sept-Dic. 1979, Revista del Departamento de Estudios Económicos y Sociales, Universidad de Yucatán. La huelga de 26-27 es el tema de: Elías Barrios, El Escuadrón de Hierro, México, Ed. de Cultura Popular, 1978, y existe un trabajo de Marcelo Rodea: "El movimiento huelguista de 1926-27", Ponencia presentada en el Congreso Ferrocarrilero de Puebla, agosto 1980.
Nuestra Palabra, Organo de la Confederación General de Trabajadores, núm. 33, junio 19 de 1924. La nota firmada por José C. Valadés acerca de la CFS se llama "Revisionismo Sindical".
Entrevista de Ingrid Ebergenyi con Guillermo Treviño, México, mayo 1981.
Una caracterización rigurosa del STFRM requiere un estudio que no ha sido realizado. Es sabido sin embargo, que éste es la cuna del "Charrismo Sindical": desde 1948 cuando el "Charro" Jesús Díaz de León se apoderó de la directiva del sindicato por la fuerza, los secretarios generales (a excepción de Demetrio Vallejo), son designados al igual que el Gerente de FN de M por los representantes del gobierno o el mismo presidente. Entrevista de Ingrid Ebergenyi con Juan Gutiérrez, México, septiembre de 1983.
La empresa regresó a sus dueños privados -siempre con mayoría del gobierno mexicano- en enero de 1926. En 1937 fue expropiada por el presidente Cárdenas.
Esta parece ser una condición compartida por todas las empresas de grandes dimensiones. Ver John T. Dunlop, Industrial Relations Systems, Harvard University, USA, Southern University Press, 1971, pp. 44-47
Colpitts y Coverdale, Consulting Engineers, National Railways of Mexico. Report to the International Committe of Bankers on Mexico. New York, septiembre 1929. Los técnicos ferroviarios recomiendan explícitamente una "descentralización" de la empresa que otorgara mucho más autoridad y responsabilidad a los superintendentes de división. Esta recomendación, que no fue atendida en su momento, sigue vigente. FN de M es un mostruo macrocefálico del estilo de otros que abundan en nuestro país.
Esto es general para el sector en todos los países, John T. Dunlop, op. cit., pp. 19-23.
El caso de la rebelión de la huertista parecer ser la excepción, pero requiere de más investigación.
No se discute si el término valga, entre otras cosas, para ellos mismos y su propia identificación. Para nuestros fines es necesario distinguir radicalmente a un oficinista de un tallerista, pero sabemos que ambos se sienten, y son, "ferrocarrileros".
Estos trabajadores "de segunda" se encontraban incorporados a las organizaciones gremiales en las jerarquías menores. Pero hay casos en la historia de la organización ferrocarrilera como el de la American Railroad Union (ARU), protagonista de la huelga contra Pullman en 1895 ("the Debbs rebellion"), y la Gran Liga de Empleados de Ferrocarril (1904-1908) en México, en que fueron sobre todo estos trabajadores los que se agruparon "sin distinción de especialidad", ya que los de "primera" se encontraban en sus hermandades. La fuerza desplegada en sus movimientos fue bastante impresionante, al igual que la drástica represión ejercida por las empresas y el estado.
A la organización del departamento de vía se le conocía en las asambleas como "la aplanadora de vía". Entrevista de I. Ebergenyi con Guillermo Treviño, México, mayo 1981.
Dos documentos proporcionan una visión bastante completa, especialmente para la situación del personal: Coverdale & Colpitts, op. cit.; Jesús Silva Herzog, Los salarios y la empresa de los Ferrocarriles Nacionales de México, Informe núm. 1, del Comité Reorganizador de los FN de M, México, 1931, véase también Alfredo Cuéllar, op. cit.
Aunque el recurso es demasiado fácil, no se puede evitar relacionar este despido con la entrada de los mismos 11 000 trabajadores a la nómina de Nacionales en el conflicto de 1921. La razón: se quedaron los esquiroles y regresaron los huelguistas. Ver Vicente Fuentes Díaz, El Problema Ferrocarrilero de México, México, Ed. del autor, 1951.
La lucha por la destitución de Sánchez Mejorada es el episodio "más heroico" en la lucha de la CTC en esos años. Ver Gudelio Morales, Contra la dictadura ferroviaria, México, s. ed., 1932. Don Gudelio, secretario general de la CTC y su personaje más destacado, sostuvo una campaña en la prensa donde desplegó su poderosa retórica en contra del gerente mientras tenía lugar el reajuste masivo de la empresa.
Véase Gudelio Morales, Tres años de lucha sindical, Informe rendido a la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos en su carácter de Presidente General de la misma, 1928-1931, México, s. ed., s.f.
Elías Barrios, op. cit. Los gobiernos generales no secundaron el movimiento mientras los consejos divisionales -las representaciones locales- sí lo hicieron. Esta falta de unidad explica en parte la derrota. Otras razones, además de la parcialidad de Morones como ministro, la total ausencia de adhesión de los trenistas y, más en el fondo, la indisciplina y la soberbia de los dirigentes de la Unión de Mecánicos, quienes lanzaron a su organización a la huelga sin consulta previa en la CTC y pidieron que "sólo no estorbaran". Entrevista de I. Ebergenyi con Guillermo Treviño y Juan Gutiérrez.
Contrato de trabajo colectivo celebrado entre los Ferrocarriles Nacionales de México y la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos, México, marzo de 1930, Imp. E. Limón, 1930.
Gloria Tirado Villegas, "Acerca de la lucha por la titularidad del contrato entre los conductores del ferrocarril (1927-1930)", Boletín de Investigaciones del Movimiento Obrero, Año 1, núm. 2, febrero de 1981. Universidad Autónoma de Puebla.
Barry Carr, "Marxists, Communists and Anarchists in the Mexican Labor Movement, 1910-1925", Australia, La Trobe University, sin fecha, para lo relativo al PCM; y Fabio Barbosa, La CROM de Luis N. Morones a Antonio J. Hernández, México, Universidad Autónoma de Puebla, 1980.
El Machete Ilegal en todos sus ejemplares entre 1929 y 1934 contiene una sección sobre problemas ferrocarrileros, terminando siempre con la consigna "pro-sindicato único".
Este punto requiere más investigación. Sin embargo, los comentarios del mismo Machete Ilegal son indicadores de esta incapacidad política. Véase El Machete Ilegal, 30 de enero y 28 de febrero de 1933.
Entrevista de I. Ebergenyi con Juan Gutiérrez, septiembre 1983.
Véase Alfredo Navarrete, Informe que rinde el Secretario General por su periodo social de febrero de 1934 a enero de 1936, México, Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la RM, 1936.
Idem.
La visión de evolución de "lo gremial" a "lo sindical" es la línea de interpretación aun en los trabajos más recientes sobre movimiento ferrocarrilero.
Entrevista de Ingrid Ebergenyi con Juan Gutiérrez, septiembre de 1983.
Idem.
Tenemos evidencias, aunque muy pocas, de actitudes contestatarias, concretamente en algunos números de "Fuerza y Cerebro", la publicación de la Unión de Carpinteros, hacia 1924. Este tipo de problemas son materia para la investigación monográfica. El juicio sobre la relación con el estado vale, de cualquier modo, para la orientación general del sindicalismo ferrocarrilero.