Cinco autorretratos y un ensayo: mujer, trabajo y familia en Río Blanco (1890-1950)
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Citas
Carmen Ramos Escandón, "Peones, bueyes, sacos de maíz pero no mujeres", Fem, núm. 11, nov-dic, 1979, p. 17. Este ensayo no puede ofrecer ni respuestas ni conclusiones definitivas puesto que se basa en evidencia particular y la literatura sobre las mujeres en México es aún escasa. La intención es continuar una discusión que ha sido ya abierta. Ver, por ejemplo, los trabajos citados por Ramos; Mary Goldsmith, "Trabajo doméstico asalariado y desarrollo capitalista", Fem, núm. 16, sept.-enero, 1980-81, pp. 10-20; Lourdes Arizpe, Indígenas en la Ciudad de México: el caso de las Marías, México, Sep-Setentas Diana, 1977; Helen Shapiro, "The many realities", NACLA, núm. 5, sept-oct. 1980, pp. 2-13; Ann Pescatello, ed., Female and Male in Latin America, Pittsburgh, University of Pittsburgh, 1973; Virve Piho, "La Obrera Textil", Acta Sociológica, núm. 4, UNAM, 1974.
La elaboración de este trabajo fue en mucho motivada por la lectura de Louise A. Tilly y Joan W. Scott, Women, Work and Family, Nueva York, Holt, Richart and Winston, 1978, quienes elaboran los conceptos de economía familiar de producción y economía familiar salarial. También fue muy útil el ensayo de Tamara K. Hareven, "Family time and industrial time", Journal of Urban History, núm. 1, 1975, pp. 365-389 quien estudia diferentes concepciones de tiempo y su importancia para el estudio de la familia. Ver, también, Tamara K. Hareven, "The history of the family as an interdisciplinary field", Journal of Interdisciplinary History, núm. 2, pp. 399-414; Alice Kessler-Harris, "Women's Wage Work as myth and history", Labor History, núm. 2, 1978, pp. 287-307.
No presentamos aquí los textos completos que fueron elaborados por sus autoras para el Taller de Historia Local, entre abril y septiembre de 1983. Los nombres de las autoras son: Osbella Araujo de Jurado, Lourdes Cabrera de Terrazas, Gudelia Hernández de Castro, Yolanda Ortega de Acuña, Ernestina Ramírez Romero.
Ver Tilly y Scott, op. cit., p. 4-8 y Sydel Silverman, "The life crisis as a clue to social functions", Anthropological Quarterly, núm. 40, 1967, pp. 127-138.
Ver la discusión sobre este punto en Goldsmith, op. cit., pp. 14-15; ver también el muy sugerente ensayo de Joan Kelly, "The doubled vision of feminist theory: a postscript to the 'women and power' conference", Feminist Studies, núm. 2, 1979, pp. 216-227.
Para mayores detalles de la migración al vallde de Orizaba, ver Bernardo García Díaz, Un Pueblo Fabril del Porfiriato: Santa Rosa, Veracruz, México, Fondo de Cultura Económica-SEP/80, (Colección SEP/80, 2), 1981.
Sobre periodización de generaciones, ver T. H. Hollingsworth, Demografía Histórica, México, Fondo de Cultura Económica, 1983, pp. 321-334. Luis González y González utiliza los periodos de 14 años para marcar el principio y el fin de cada generación, ver Pueblo en Vilo, México, Colegio de México, 1968, pp. 11, 75-77.
No de manera exacta, ya que Ernestina nació en 1912 y Yolanda en 1949. Ya hemos apuntado algunas de las particularidades que resultan de esta divergencia en edades. La similitud entre Ernestina y las otras mujeres apunta hacia la existencia de un grupo entre la segunda generación más asimilado a la vida urbana y fabril. La similitud entre Yolanda y sus compañeras, que son mayores, sugiere que los cambios de los que tratamos se afianzan en la cuarta generación. "Entrevista de Gerardo Necoechea con Blanca Aída Terrazas Cabrera", Río Blanco, mayo 1983.
Para la familia campesina, ver Julio de la Fuente, Yalalag, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1949; Doren L. Slade, "Status marital e identidad sexual: la posición de la mujer en la sociedad campesina mexicana", en Olivia Harris y Kate Young, eds., Antropología y Feminismo, Barcelona, Anagrama, 1979, pp. 181-204; E. Wolf, Campesinos, Barcelona, Labor, 1978; A. Chayanov, La Organización de la Unidad Económica Campesina, Buenos Aires, Nueva Visión, 1974; Teodor Shanin, ed., Peasants and Peasant Societies, Middlesex, England, Penguin Books, 1971, pp. 21-80.
Julio de la Fuente describe la muy diferente y abrupta manera en que una niña campesina se convierte en mujer: "Las niñas de once años son retiradas de la escuela y recluidas en casa, conforme a un antiguo patrón comarcano que subsiste más reciamente en Yalalag... Con muy escasas excepciones, los padres proceden al 'encierro' de las doncellas, restringiendo su vida pública, ... El casamiento... es asunto que se resuelve por los padres y pocos familiares muy cercanos. Al darse pasos para realizarlo, se está buscando que dos familias no emparentadas lleguen a ser 'una'. Hombres y mujeres deben casarse cuando han llegado a su desarrollo biológico y físico conveniente... Ya no se casa a las doncellas de 12 a 14 años con varones de 14 y 15, y se acata la ley estatal casándose a las primeras cuando ya tienen 16 años con varones de 18 a 21", op. cit., pp. 182-3, 190-1.
"Entrevista del Taller de Historia Local a Altagracia Ramírez", Río Blanco, julio 1983; "Entrevista de Gerardo Necoechea con Blandina Terrazas Vda. de Cabrera", Río Blanco, junio 1983; "Entrevista de Gerardo Necoechea con Elodia Gordillo Contreras", Río Blanco, julio 1983; también los hombres que entran a trabajar en la fábrica presentan un patrón similar de supervisión por parte de parientes, como lo demuestran las entrevistas realizadas durante el "Primer Foro de Jubilados", evento organizado por el T.H.L., Río Blanco, 27 mayo 1983; ver Tilly y Scott, op. cit.
Ver Virve Piho, op. cit., pp. 40-41.
Carmen Ramos, op. cit., pp. 22-23; Josefina Vázquez, "De encomenderos, colonizados y otros animales de razón", Fem, núm. 11, 1979, pp. 5-11; ver también Luis Vitale, Historia y Sociología de la Mujer en América Latina, Barcelona, Fontamara, 1981.
Tilly y Scott hablan de la importancia de esta continuidad en "Women's work and the family in nineteenth-century Europe", Comparative Studies in History and Society, núm. 17, 1975, pp. 36-64.
l5 Sobre este punto, ver Julio de la Fuente, op. cit.; May N. Díaz, Tonalá, Berkeley, University of California Press, 1966; William I. Thomas y Florian Znaniecki, "A Polish peasant family", en Shanin, op. cit., pp. 23-29; Paul Friederich, Revuelta Agraria en una. Aldea Mexicana, México, Fondo de Cultura Económica, 1979. Hasta no contar con estudios sobre las comunidades de las que salen los migrantes a Río Blanco, la discusión sobre los patrones de relaciones familiares tiene, por necesidad, un carácter teórico.
Ver García Díaz, op. cit.; Virve Piho, op. cit.; y Mario Camarena, B. García Díaz y G. Necoechea, "La Acción directa y los obreros textiles en los veintes", de próxima publicación.
Tilly y Scott, "Women's work..." cit., pp. 47-50; el ya citado artículo de Doren Slade trata precisamente este punto.
Esta conclusión se desprende de repetidas pláticas con las autoras y con compañeras de ellas durante la realización del proyecto del Taller de Historia Local. Los ya citados trabajos de Tilly y Scott reafirman esta conclusión.
Chayanov y Wolf describen con detalle la economía familiar de producción y reproducción; Tilly y Scott describen el surgimiento de la economía familiar salarial en "Women's work..."
Ver T. Hareven, "Family time and industrial time", op. cit.
Roger D. Hansen, La Política del Desarrollo Mexicano, México, S. XXI, 1971, pp. 41-43.
Una discusión de este proceso para los trabajadores textiles se encuentra en Camarena, Díaz y Necoechea, "La Acción directa..."; ver también los ensayos aquí reunidos, que problematizan algunos aspectos del periodo.
En México nos falta aún pormenorizar la complejidad de este proceso, tal como E. P. Thompson lo ha hecho en La Formación de la Clase Obrera en Inglaterra, Barcelona, Laia, 1977. Trabajos sugerentes para abordar las peculiaridades del caso mexicano son Gastón García Cantú, El Socialismo en México. Siglo XIX, México, Era, 1969; John Hart, El Anarquismo y la Clase Obrera Mexicana, 1860-1931, México, Siglo XXI, 1980: Hamza Alavi, Las Clases Campesinas y las Lealtades Primordiales, Barcelona, Anagrama, 1976; Sidney Mintz, "A note on the definition of peasantries", Journal of Peasant Studies, núm. 1, 1974, pp. 91-106.
Siguiendo este razonamiento, podríamos hablar de la educación como ejemplo de la planificación a largo plazo de los obreros. No es lo mismo una lucha por cambios departamentales que una inversión a largo plazo para resolver la condición individual de clase. Los obreros entrevistados hablan en repetidas ocasiones de la importancia de la educación. Ver Ana Laura Delgado R., "La construcción de la Escuela América en Santa Rosa, Veracruz", ponencia presentada en el primer Encuentro de Historia del Movimiento Obrero, CEHSMO, Xalapa, Ver., 1978.
En la industria textil se inicia la introducción de nueva tecnología entre los años cuarentas y cincuentas; las características de esta modernización no se han estudiado. Hay que señalar también una nueva política de inversión extranjera, que se inicia en los años de posguerra y que va a afectar el crecimiento económico en tanto que está dirigida no a la extracción de materias primas sino al establecimiento de plantas industriales, problema también poco estudiado.