Modos de decir: La pintura y los conservadores
Palabras clave:
Academia de San Carlos, Arte, Conservadores, Instituciones, Liberales, Siglo XIXResumen
La producción plástica de la Academia de San Carlos siempre se ha considerado como algo ajeno a la formación de las clases sociales, a la lucha por el poder y a la conformación de la nación mexicana del siglo XIX. Esto se debe a dos hechos. El primero, el más importante: que el arte siempre ha sido visto desde el ámbito cerrado de lo artístico, sin considerar los procesos que dan lugar a la aparición de la obra. El segundo, el de las consecuencias más profundas, tiene que ver con que la Academia de San Carlos fuera originalmente una institución fundada, dirigida y auspiciada por los conservadores. En repetidas ocasiones se ha hablado de que la Academia de San Carlos se encontró desvinculada por la historia nacional de la conformación del país. Además de falsa esta afirmación sólo resulta admisible si se le ve desde el discurso liberal de la historia político-militar del país en el siglo XIX.
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Una primera versión de este trabajo fue presentada como ponencia en el VII Coloquio del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, en noviembre de 1981.
El estudio se apoya en la recopilación da los catálogos de las exposiciones de la Academia: Catálogos de las exposiciones de la antigua Academia de San Carlos de México (1850-1898) de Don Manuel Romero de Terreros, publicada por el Instituto de Investigaciones Estéticas en 1936. La información se obtuvo a partir de las listas de suscriptores que se publicaban en los años 1850-57 como anexos a los catálogos de las exposiciones y no se cuenta para la muestra con información anterior. Con ellas se hizo un primer listado cuya suma nos dio 3918 personajes; dado que éstos se repetían en los diferentes años, se aglutinaron en una segunda lista, reduciéndose el número total a 1648. La información era tan abundante que se imponía un criterio de selección que nos permitiera medir la efectividad de estos grupos en el patrocinio. En lugar de un sistema aleatorio, se decidió que se tomarían en cuenta aquellos individuos que hubieran participado en más de cinco ocasiones, además incluyó a los que participaron menos veces pero cuyo apoyo monetario fue significativo, lo mismo que aquellos cuya vida política fue importante. Esta muestra dio por resultado un nuevo listado de 358 individuos, de los que esperábamos se pudieran encontrar datos biográficos que permitieran ubicar su acción y formar con ellos una muestra representativa. La representatividad de dicha muestra quedó supeditada desafortunadamente a los límites que presentó la fuente de investigación biográfica de los mismos, ya que solamente fue posible estudiar la situación de los patrocinadores que por su actividad en la vida pública del país tuvieron algún tipo de trascendencia histórica. El total de este listado fue de 110 suscriptores, número sobre el cual se considera la relatividad de los porcentajes.
La división de los suscriptores por ramos responde a la actividad que fue prioritaria en sus relaciones sociales, y no a una connotación teórica de las clases sociales. De ahí que, en orden de importancia por su número, fueron los siguientes: abogados (21%), artistas plásticos (17%), militares (13%), escritores (13%), empresarios (11%), médicos (9%), editores (6%), políticos (6%), clérigos (4%). Las variables que permiten detectar las características de los grupos en el patrocinio de la producción artística, son el grado de relación de estos grupos con el gobierno, la posición politica que detentaron, las propuestas culturales que sustentaron, y su mayor o mejor injerencia en la vida de la Academia (académicos de honor, lotería, maestros, número de acciones compradas y colecciones prestadas). Los indicadores que se consideraron para evaluar estas variables fueron los siguientes: los cargos públicos que desempeñaron durante el periodo señalado, su posición política como liberales o conservadores, su relación con instituciones culturales, ya fuera como fundadores, miembros o patrocinadores de ellas, y los nombramientos o cargos que desempeñaron en la Academia de Bellas Artes.
En el Archivo del Grupo Siglo XIX de la Dirección de Estudios Históricos existe el listado de los suscriptores y las gráficas respectivas.
Las limitaciones del trabajo por un lado se ubican en la falta de datos biográficos que permitan precisar mas la vinculación de estos personajes; otras limitantes resultan de la imposibilidad de rehacer las colecciones que cada individuo fue guardando en sus casas, así como la falta de un catálogo general de la producción pictórica del siglo XIX.
Carlos San Juan y Salvador Velázquez, "El Estado y las políticas económicas 1821-1880", en Ciro Cardoso (coord.), México en el siglo XIX, 1821-1920, historia económica y de la estructura social, México, Nueva Imagen, 1980, p. 66.
Margarita Urías, "Manuel Escandón, de las diligencias al ferrocarril, 1833-1862", en Varios, La formación y desarrollo de la burguesía en México, siglo XIX, Siglo XXI Edit., 1978, p,25.
En este inciso se anotaron algunos acontecimientos claves, que tuvieron lugar básicamente durante los años cuarenta y que permitieron el desarrollo ulterior de la actividad académica, sin que se retomaran todos y cada uno de los sucesos de la Institución que tuvieron lugar de 1843 a 1857.
Esther Acevedo, "La producción plástica 1821-1843", en Historia social de la producción plástica en la Ciudad de México 1781-1910, México, UAM Atzcapotzalco, División de Ciencias y Artes para el Diseño (Cuaderno 12-II).
En la formación de la Academia de la Lengua participaron tanto Bernardo Cuoto como Manuel Díaz de Bonilla, futuros miembros de la Academia, a más de que en la de Historia participaron José Gómez de la Cortina y cuatro miembros de la Academia de 1835.
Eduardo Báez, Guía del archivo de la antigua Academia de San Carlos 1844-1867, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1976 (Estudios y Fuentes del Arte en México, XXXI), pp. 96-97.
La información referente a la lotería y su desarrollo proviene de: Artemio Valle Arizpe, la Lotería en México, México, Lotería Nacional para la Asistencia Pública, 1943, y Rómulo Velazco Veballos, Las Loterías, México, se, 1934.
Retrató a los siguientes suscriptores que formaron parte de la muestra final: Bernardo Cuoto, Juan de la Granja, Octaviano Muñoz Ledo, Lorenzo de la Hidalga, Lucas Alamán, Eugenio Landesio. También pintó a suscriptores que no formaron parte de la última muestra: Cayetano Rubio, Antonio Tomasich, Antonio Echeverría, Manuel Rionda, Francisco Sáyago y Méndez, Diego Durán y Domínguez, Juan Lasqueti, Rafael Cancino, Manuel Gutiérrez de Rosas y Cándido Guerra.
Se trata de pintores europeos que realizaron su trabajo en el viejo mundo y que no tuvieron mayor contacto con México, a diferencia de otros artistas que, como Gualdi y Pingret, sí estuvieron en México.
Entre ellas Angela Icaza e Iturbide, Guadalupe Rincón Gallardo de Tornel, Soledad Cervantes y Pilar de la Hidalga.
Nicolás Zárate, Carlos Whitehead y Carlos Byrn.
Manuel Serrano, por ejemplo.
Carlos Paris, Eduardo Pingret, Antonio Tomasich e Hipólito Bellange.
Eduardo Báez, op. cit., p. 246.
Ibid. p. 208.
Eloísa Uribe, "La producción plástica 1843-1860". Historia social de la Producción Plástica en la Ciudad de México. 1781-1910, México. UAM Atzcapotzalco. División de Ciencias y Artes para el Diseño, 1983 (Cuaderno 12-II).
Romero de Terreros, Manuel, Catálogos de las Exposiciones de la Antigua Academia de San Carlos, pp. 272-275-276.
Ibid.
Dos de los cuadros representaban a Iturbide como consumador de la Independencia y uno a Santa Anna en la batalla de Tampico. Este fue un triunfo liberal contra la invasión española, pero para el momento en que se expuso -1855- Santa Anna representaba un fuerte apoyo de los conservadores.