Sindicalismo y sistema político en Uruguay. ¿Integración o confrontación? (1875-1905)

Authors

  • Carlos Zubillaga
  • Jorge Balbis CLAEH, Montevideo, Uruguay

Abstract

Un conjunto de factores y alternativas específicas dotó a la experiencia política uruguaya del siglo XIX de algunas singularidades respecto de otros procesos latinoamericanos coetáneos. En efecto, sin desconocer las evidentes coincidencias del caso uruguayo con los grandes lineamientos del desarrollo histórico del subcontinente, es posible identificar algunos rasgos peculiares en el proceso político vivido por el Uruguay. desde su constitución como estado en 1830 hasta los primeros años del presente siglo.

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References

1 Crf. Carlos Real de Azúa, La historia política, "Enciclopedia Uruguaya", núm.1, Montevideo, Editores Reunidos-Editorial Arca, Mayo 1968.
2 Héctor Gros Espiell, Esquema de la Evolución constitucional del Uruguay, Montevideo, FCU, 1981.
3 Carlos Real de Azúa, "Política, poder y partidos en el Uruguay de hoy", Varios Autores, Uruguay hoy, Buenos Aires, Siglo XXI Argentina, 1971, p. 176.
4 Al respecto se ha señalado que la centralidad del rol de los partidos dentro del sistema político constituye un fenómeno altamente atípico en la mayoría de los países de América Latina, habituados por lo general al predominio de otros actores en la tramitación de las políticas estatales y en los ámbitos decisorios. Cfr. Andrés Thompson, Los partidos políticos en América Latina. Notas sobre el estado de la temática, Buenos Aires, CEDES, 1987 (Documento de Trabajo 1, Grupo de Trabajo de Partidos Políticos).
5 Cfr. Gerardo Gaetano y José P. Rilla, Historia política como Historia de partidos, Ponencia presentada en el Seminario sobre "Los Partidos Políticos uruguayos: un itinerario de aprendizajes y bloques", Montevideo, CLAEH, Octubre de 1987,
6 "El Tipógrafo", Montevideo, 1-9 1888, p. 387.
7 La norma había sido inspirada por el artículo 6 numeral 7 de la Constitución de las Provincias Unidas del Río de la Plata, sancionada el 24 de diciembre de 1826, que establecía como causales de suspensión de la ciudadanía -entre otras- la condición de "criado a sueldo" o de "peón jornalero"; al debatirse en la Asamblea General Constituyente, la iniciativa no mereció observación alguna. Cfr.: Diario de Sesiones de la Asamblea General Constituyente y Legislativa. 1828-1830, tomo III, Montevideo, 1899, pp. 252-253.
8 Ley del 17 de julio de 1858. Cfr.: Matías Alonso Criado, Colección Legislativa de la República Oriental del Uruguay. Tomoll (1852-1865), Montevideo, 1877, p. 218.
9 Alonso Criado, Colección Legislativa, tomo IV, Montevideo, 1878, p. 227.
10 Luis Ponce de León, Apuntes sobre la ley de registro cívico permanente, Montevideo, 1902, p. 67.
11 En 1897 Francisco Bauzá, figura relevante del Partido Colorado, expresaba la opinión favorable a la norma constitucional, en clara discrepancia con esa tendencia mayoritaria: "... el ciudadano uruguayo debe ser un hombre... independiente... En caso de que carezca de esta... condición..., el ejercicio de su ciudadanía queda en suspenso, hasta que su... posición social prometa dejarle la independencia suficiente para gobernarse". (Francisco Bauzá, Estudios constitucionales, Montevideo, Biblioteca Artigas, 1953, p. 139.
12 Francisco del Campo, "Naturaleza y extensión del sufragio", Tesis para optar al grado de Doctor en Jurisprudencia, Montevideo, Imprenta Liberal, 1880, p. 13.
13 Justino Jiménez de Aréchaga, Curso de Derecho Constitucional, en "Revista del Plata", tomo I, Montevideo, 1881, pp. 176 y 177.
14 E. Armand Ugon, J.C. Cerdeiras Alonso, L. Arcos Ferrand y C. Goldaracena, República Oriental del Uruguay. Compilación de Leyes y Decretos. 1825-1930. Tomo 8 (1869-1872), Montevideo, MCMXXX, p. 222.
15 Juan Campisteguy, "Breves consideraciones sobre Nacionalidad y Ciudadanía", Tesis para optar al grado de Doctor en Jurisprudencia, Montevideo, Tipografía a vapor de A. Godel, 1887, pp. 110 y 111.
16 "El Tipógrafo", Montevideo, 1-3-1886, p. 245 (iLa Guerra!, por Yorik "seudónimo de Ramón Marín").
17 "El Obrero Panadero", Montevideo, 5-5-1895, p. 3.
18 Los delegados de los diversos gremios montevideanos, convocados por la Sociedad de Obreros Albañiles (de orientación socialista), decidieron por unanimidad adherirse al mitin de respaldo al Gobernador Provisorio, celebrado el 17 de febrero de 1898 (Cfr.: "La Reacción", Montevideo, 16-2-1898, p. 2, A los Obreros en General).
19 "El Siglo", Montevideo, 19-6-1904, p. 1 (Manifiesto obrero. Petición al cuerpo legislativo).
20 Florencio Sánchez, Teatro Completo. Veinte piezas seguidas de otras páginas del autor compiladas y anotadas por Dardo Cúneo, 3a. edición, Buenos Aires, Ed. Claridad, 1964, pp. 504 y 505.
21 "Revista de la Unión Industrial Uruguaya", V, 100, 1-2-1904, pp. 1165 y 66.
22 "El Obrero Panadero", Montevideo, 3-4-1903, p. 2 (La paz de los obreros).
23 "El Tipógrafo", Montevideo, 16-4-1888, p. 349 (La actitud de los gobiernos, por Juan Verdad).
24 "La Voz del Obrero", Montevideo, 3er. domingo de noviembre de 1896, p. 1 (Nuestra ruta).
25 "El Trabajo", Montevideo, 20-9-1901, p. 1 (Contra la farsa electoral).
26 Ibidem.
27 Cfr. "El Trabajo", Montevideo, 13-11-1901, p. 1 (El acuerdo); y 14-11-1901, p. 1 (Superstición política).
28 "La Voz del Pueblo", Salto, 19-12-1905, p. 1 (Desde las filas).
29 "El Trabajo", Montevideo, 13-11-1901, p. 11 (Alerta iTrabajadores!. La pretensión de los blancos de inmiscuirse en la lucha obrera. Cuidado con los mistificadores!).
30 Por acción directa se entendía la acción desarrollada por los asalariados mismos en procura de sus reivindicaciones, sin confiar en la actividad providente del gobierno, ni en la acción de partidos políticos obreros integrados al sistema o de gestores ajenos a la clase.
31 "El Partido Obrero", Montevideo, 2-9-1890, p. 1 (El salario, por Vindicio).
32 "El Partido Obrero", Montevideo, 2-9-1890, p. 1.
33 Ibidem.
34 Jacinto Oddone, Historia del Socialismo Argentino/ 1 (1896-1911), Buenos Aires, CEDAL, 1983, pp. 24 y ss.
35 El texto aclaraba: "Se entiende por instrumentos de trabajo; las tierras, las minas, los transportes, las fábricas, las maquinarias, capital, moneda, etc.".
36 "El Defensor Obrero", Montevideo, 22-9-1895, p. 1.
37 Ya en 1898 José Ingeniero participó en actos socialistas en Montevideo, dictando una conferencia con motivo de la inauguración del Centro Socialista situado en la Plaza Cagancha, Cfr.: "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo julio 1898; p. 4.
38 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. Domingo diciembre 1901, p. 1.
39 Ibidem.
40 El vocero anarquista "El Trabajo" consignó 19 votos, en tanto que el órgano socialista "La Voz del Obrero" estimó en 109 los votantes comprometidos, "sin contar con los que simpatizaban con sus doctrinas".
41 "EI Trabajo", Montevideo, 16-12-1901, p. 1 (Adormideras).
42 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo enero 1902, p. 2 (Los socialistas y las elecciones).
43 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo junio 1903, p. 1.
44 Este programa contenía los siguientes puntos: 1o. Libertad legal de reunión y de asociación. 2o. Derecho de iniciativa y referéndum para la creación de leyes. 3o. Naturalización de los extranjeros después de dos años de residencia. 4o. Autonomía municipal. 5o. Separación de la Iglesia y del Estado. 6o. Abolición de las leyes que impedían el divorcio definitivo por mutuo consentimiento. 7o. Jornada legal de ocho horas. 8o. Reglamentación del trabajo, especialmente el de los niños y las mujeres. 9o. Descanso dominical obligatorio. 10o. Responsabilidad de los patrones en los accidentes de trabajo. 11o. Disminución de los impuestos sobre artículos de primera necesidad y su sustitución por un impuesto territorial. 12o. Instrucción laica, científica, profesional, gratuita y obligatoria para todos. 13o. Impuestos directos y progresivos sobre la renta y la herencia. "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo junio 1903, p. 1.
45 "Diario Nuevo", Montevideo, 23-12-1904, p. 2.
46 "Diario Nuevo", Montevideo, 9-12-1904, p. 1 (Dr. Emilio Frugoni. Un nueuo combatiente).
47 "La Democracia", Montevideo, 20-1-1905, p. 2 (La Buena Doctrina. Resultados de nuestra propaganda).
48 Al efecto resulta ilustrativo el pasaje de la Nota Autobiográfica suscrita en octubre de 1955 por Alvaro Armando Vasseur y dedicada al Senador socialista Dr. José Pedro Cardoso, en el que se refiere a este episodio en términos esclarecedores: " (...) desde 1903 a 1904 había yo entrevistado tres veces al Presidente de la Comisión Nacional Colorada, Don Antonio N. Rodríguez, en su casa de 8 de Octubre, a fin de lograr hiciera incluir a Frugoni, como candidato obrerista, socialista, en la lista de Diputados por Montevideo; a lo cual Rodríguez replicaba: 'A usted sí, a él nadie lo conoce como obrerista'".
49 "Diario Nuevo", Montevideo, 27-1-1905, p. 2 (Las Elecciones. Los socialistas. La proclamación del señor Gesto).
50 "Diario Nuevo", Montevideo, 31-1-1905, p. 1.
51 Acompañaron esta iniciativa el Centro Obrero Socialista 1o. de Mayo de Bella Vista, el Centro Obrero Socialista del Pantanoso, Evolución socialista Trabajadores del Campo, la Agrupación Socialista Femenina del Paso del Molino, la Unión Cosmopolita de Mozos, la Cooperativa de Carniceros, la Cooperativa de Panaderos y Fideeros, la Agrupación de Obreros de los Saladeros.
52 "La Tribuna Popular", Montevideo, 10-2-1905, p. 2.
53 "La Tribuna Popular", Montevideo, 19-2-1905, p. 2.
54 No obstante el traspiés de 1905, el Partido Socialista reincidiría un lustro más tarde en la coalición electoral, esta vez con los elementos liberales sin partido y con mayor éxito, aunque para lograrlo hubo de recurrir al apoyo (mantenido en reserva vergonzante) del electorado colorado excedente.
55 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo octubre 1905, p. 1 (El Partido Socialista y los proletarios, por José Puig y Roig).
56 "El Tipógrafo", Montevideo, 16-1-1890, p. 519 (Los doctores de "El Siglo").
57 En 1893 circuló entre los tipógrafos montevideanos la idea de levantar la candidatura de Daniel Muñoz para la Cámara de Representantes "en atención a los buenos servicios en pro de la clase (trabajadora)". No obstante el buen recibimiento que la iniciativa tuvo, la percepción generalizada del fraude electoral que los círculos oficialistas practicaban hizo desistir del intento a sus impulsores. (Cfr.: "El Tipógrafo", Montevideo, 26-1-1893, p. 4, Buena idea, si no hubiera gobiernos electorales).
58 "El Siglo", Montevideo, 24-2-1897, p. 1 (Notas del día. La manifestación de hoy. Invitaciones).
59 Decía al respecto "El Siglo" en su edición del 25-2-1897, bajo el título La manifestación de ayer. Los vendedores de diarios: "Acaudillados por el popular Payaso, se agolpó en un momento a la ventana (de la casa de Gomensoro) un grupo de más de trescientos vendedores de diarios. Aquél y uno de sus tenientes los arengaron, terminando sus originales alocuciones con vivas a... Gomensoro, al doctor Blanco, a la Comisión colorada... Es excusado decir que las aclamaciones del gremio más alborotador de la ciudad, fueron ruidosas y entusiastas".
80 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo marzo 1898, p. 1 (Cambio de situación).
61 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo febrero 1899, p. 4 (Pensemos).
62 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo abril 1903, p. 1 (La presidencia de Batlle y las necesidades del pueblo).
63 Una de las primeras medidas en este sentido adoptadas por Batlle y Ordóñez fue el decreto del 26 de junio de 1903 por el que se dispuso que la Unión Industrial Uruguaya (órgano corporativo del empresariado) fuera oída, preceptivamente, en las cuestiones referentes a la industria fabril. Los fundamentos de la medida resultan por demás significativos: "... hay positiva conveniencia en conocer las aspiraciones y opiniones de todos los intereses económicos y sociales de la nación para de esa manera propender al progreso general y al fomento del trabajo nacional, conocimientos que hasta el presente sólo se han tenido en parte, oyendo a la Cámara de Comercio y a la Asociación rural del Uruguay que han prestado buenos servicios a la Administración, lo que justifica una vez más el pensamiento del gobierno y demuestra las ventajas de oír, también, cuando el caso lo requiera, a la Unión Industrial Uruguaya como representante de los gremios industriales, medida que deberá extenderse más tarde a las organizaciones obreras con el propósito de mejorar la situación material, social, intelectual y moral de los trabajadores". 1903. Colección Legislativa de la República Oriental del Uruguay, tomo XXVI, Montevideo, Antonio Barreiro y Ramos, 1904, pp. 226 y 227).
64 Discurso pronunciado por el presidente Batlle y Ordóñez en el banquete ofrecido por los industriales el 15 de octubre de 1903, publicado en la Revista de la Unión Industrial Uruguaya", Montevideo, 1-11-1903, p. 1108.
65 "La Voz del Obrero", Montevideo, 1er. domingo diciembre 1904, p. 1 (Anhelos populares).
66 "Un peluquero huelguista" decía en mayo de 1905: "Tenemos razón para levantarnos en huelga y protestar en esa forma digna y enérgica, generalizada hoy en todas las naciones cultas del mundo, contra la tiranía de los patrones. Se nos obliga a trabajar como si fuéramos cavadores; se nos trata peor que a perros, y el fruto de nuestra labor que nos pertenece en justicia y con arreglo a la equidad, pasa a engrosar el capital y a llenar los bolsillos de los que no hacen nada sino esquilmarnos. Pero nosotros triunfaremos en nuestra brega. Nos asiste el derecho y la razón más perfecta, y tenemos de nuestro lado la protección más decidida del presidente de la República. Ello nos salvará... Si los mandatarios de otras partes entendieran así el cumplimiento de sus deberes, otra sería la suerte del pueblo. Por doquiera veríamos flamear la bandera del socialismo triunfante y redimida a la sociedad de toda especie de coacción y de tiranía". "La Tribuna Popular", Montevideo, 21-5-1905, p. 7. En el mismo mes "Un sastre huelguista" reiteraba tales conceptos: "Nuestro mejor aliado, nuestro gran compañero en la benéfica obra social en que estamos empeñados, es el propio Excmo. señor presidente de la república, ciudadano don José Batlle y Ordóñez. El será el héroe de esta campaña redentora en pro del menesteroso y del desvalido". "La Tribuna Popular", Montevideo, 22-5-1905, p. 7.
67 "La Tribuna Popular", Montevideo, 12-8-1905, p. 1 (El anarquismo del presidente, o el Presidente del anatquismo).
68 Cfr. "El Obrero"', Montevideo, 2-9-1905 (La huelga de La Teja. Hazañas de la policía); 10-9-1905, p. 1 (La huelga de La Teja).
69 "La Rebelión'" del 10-4-1903 publicaba bajo el título O Temporas o Mores (sic) el siguiente cuestionamiento del militante anarquista Mario Lazzoni: "Estamos en completa evolución: los revolucionarios de otrora, hanse tornado políticos acomodaticios. El abdomen ha vencido al cerebro y lo que es peor aún hay quien quiere enlodar nuestra dignidad obrera con transacciones vergonzantes y cobardes rebajamientos... el compañero Mario Lazzoni nos arroja un salivazo, desde un diario burgués, en nombre de una Cooperativa Obrera de la que se hace secretario, publicando una nota nombrando socio honorario al presidente de la República José Batlle y Ordóñez. Este rebajamiento y esta perversión moral hiere... mucho más por cuanto que se trata de un compañero y amigo de los pocos que hasta la fecha habían luchado con energía, con lealtad, sinceridad y sin interés personal".

Published

1990-03-31

How to Cite

Zubillaga, C., & Balbis, J. (1990). Sindicalismo y sistema político en Uruguay. ¿Integración o confrontación? (1875-1905). Historias, (23), 141–158. Retrieved from https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/14677

Issue

Section

Ensayos