Speranskii y Batenkov

Autores/as

  • John Gooding
  • Antonio Saborit Museo Nacional de Antropología, INAH

Resumen

Tomado de The Slavonic and East European Review, vol 66, núm. 3, julio de 1988.

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Citas

1 "The Liberalism of Michael Speransky", en The Slavonic and East European Review, 64, 3, Londres, julio de 1986, pp. 401-424.
2 "O korennyj zakonaj gosudarstava", en M.M. Speranskii, Proiekti i zapiski, edición de S.N. Valk, Moscú-Leningrado, 1961 (en adelante: Proiekti), p. 33, nota al pie.
3 Sin embargo, Speranskii no empleó el término "falso constitucionalismo"; en Rusia lo emplearon por primera vez un siglo después P.N. Miliukov y otros Cadetes, quienes lo tomaron de Max Weber (Scheinkonstitutionalismus). Los liberales que aplicaron el término a la constitución de 1906 no veían mérito alguno, desde luego, en la idea de instituciones dependientes de la autocracia; pero lo que para ellos fue un término absolutamente peyorativo describía una relación de poder que recomendó Speranskii.
4 4 "Vvedenie k Ulozheniu gosudarstvennyj zakonov", en Speranskii, Proiekti, p. 164.
5 Véase el escrito de Alejandro del 22 de marzo de 1818: A.F. Bychkov (ed.), V pamiat Grafa Mijaila Mijailouicha Speranskogo 1772-1872, San Petersburgo, 1872 (en adelante Bychkov, V pamiat), pp. 105-107. Lo mismo se sugiere con más fuerza en una carta personal de Alejandro a Speranskii en la misma fecha: Bychkov, V pamiat, p. 108.
6 Barón M. Korof, Zhizn Grafa Speranskogo, San Petersburgo, 1861 (en adelante Korf, Zhizn Speranskogo), II, p. 211.
7 "Otchot taynogo sovietnikaSperanskogo v obozrenii Sibiri s predvaritelnymi svedeniami k obrazovaniiu iego upravleniia" (en adelante "Otchot taynogo sovietnika Speranskogo"), en S. Prutchenko, Sibirskiie okrainy, 2 vols., San Petersburgo, 1899, 11, p. 81.
8 Así se definen los poderes del Consejo. "El Consejo no tiene un poder ejecutivo: al Gobernador-General corresponde aceptar la opinión del Consejo; pero la opinión del Consejo tiene que ver necesariamente con los asuntos que se limitan a su escrutinio; en los casos que se relacionen con la resolución del supremo gobierno, el Gobernador-General presentará asimismo, junto con su propia conclusión, la opinión del Consejo, aun cuando estuviera en desacuerdo con el Consejo..." Polnie SobraniieZakonov Rossiiskoi lmperii s 1649 goda, 44 vols., San Petersburgo, 1830, vol. 38 (1822-1823), p. 385, pará. 545.
9 Bychkov, V pamiat, p. 504.
10 "Otchot taynogo sovetnika Speranskogo", p. 83, nota al pie.
11 "Zapiska ob ustroystve sudiebnij i pravitelstvennij uchrezhdeniy v Rosii", en Speranskii, Proiekti, p. 132.
12 Para una relación completa del trabajo de Speranskii en Siberia véase Marc Raeff, Siberia and the Reforms of 1822, Seattle, 1956.
13 Gavrila Stepanovich Batenkov nació en 1793 en Tobolsk en el seno de la familia de un humilde oficial del ejército, quien murió cuando Gavrila, su vigésimo hijo, empezaba su adolescencia. Educado en el Segundo Cuerpo de Cadetes, Batenkov se destacó en el servicio y resultó gravemente herido en la campaña de 1812-1814. Al volver a Rusia obtuvo el grado de ingeniero y fue enviado a su natal Siberia, y aquí, en 1819, conoció a Speranskii.
14 B.P. Kozmin (ed.), Pisma G.S. Batenkova, I.I. Pushchina i E.G. Tolia, Moscú, 1936 (en adelante Kozmin, Pisma), p. 105.
15 Korf, Zhizn Speranskogo, 11, p. 194.
16 Kozmin, Pisma, p. III.
17 Korf, Zhizn Speranskogo, 11, p. 207.
18 A.A. Pokrovskii, M.N. Pokrovskii, M.V. Nechkina (eds.), Vosstaniie dekahristov: materialy i dokumenty, 17 vols., 1925-1980 (en adelante Vd), 14, p. 94.
19 Para su idea sobre la incompatibilidad de la autocracia y la ley, véase, por ejemplo, "Razmyshleniia o gosudarstvennom ustroystve imperii", en donde afirma que "en este gobierno [el autocrático] no puede haber leyes"; y "Otryvok o Komissii Ulozhenüa", en donde observa que lo que en los régimes despóticos se llama una ley "no es más que un acto arbitrario del poder gobernante...": Speranskii, Proiekty, pp. 63 y 21. El mismo argumento está, también, en "Vvedeniie k Ulozhenüu gosudarstvennyj zakonov", especialmente en las pp. 165-168.
20 Bychkov, V pamiat, p. 307.
21 Ibid.; "Otchot taynogo sovietnika Speranskogo'', p. 24.
22 G.S. Batenkov, "Avtobiograficheskiye rasskazy v pismaj", carta del 1 de julio de 1860, en Yu. G. Oksman y S.N. Chernov (eds.), Vospominaniia i rasskazy dieiteley taynyj obshchestu 20-j godov, II (en adelante Oksman y Chernov, Vospominaniia, II), p. 124.
23 Véase Korf, Zhizn Speranskogo, II, p. 285, en donde se ofrecen los siguientes números para ilustrar la caída del lugar que ocupaba después de las relativas "alturas" de 1821-1822: en 1823 Alejandro lo recibió por cuestiones de negocios sólo tres veces y ni una sola vez en 1824 y 1825. La misma tendencia se refleja en las invitaciones a la mesa de Alejandro. Luego de cenar ahí con frecuencia en 1821, Speranskii fue requerido muchas menos veces en 1822 y sólo una vez en 1823 y ninguna en 1824 y 1825.
24 Kozmin, Pisma, p. 125.
25 Oksman y Chernov, Vospominaniia, II, p. 126.
26 "Opyt teorii pravitelstvennyj uchrezhdeniy".
27 Vd., 14, pp.37, 137; M.N. Pokrovsky (ed.), Vosstaniie dekabristov: materialy, vol. 2, Moscú-Leningrado, 1926 (en adelante Vd., 2), p. 76.
28 Vd., 14, p. 49.
29 Véase I.D. Yakushkin, Zapiski, stati, pisma, edición de S. Y. Strayj, Moscú, 1951, p. 14.
30 Existe una abundante literatura sobre la influencia de los acontecimientos europeos contemporáneos en los decembristas. Véase, por ejemplo, O.V. Orlik, Dekabristy i ieuropeyskoie osuoboditelnoie dvizheniie, Moscú, 1975; M.V. Nechkina, "Dekabristy v vsemirnoy istorii" (Voprosy istorii, 12, Moscú, 1975); S.S. Landa, Duj revoliutsionnyj preobrazouaniy... iz istorii formirouaniia ideologii i politicheskoy organizatsii dekabristou 1816-1825, Moscú, 1975; Isabel de Madariaga, "Spain and the Decembrists" (European Studies Review, 3, Londres, 1973); y P.Y. Shchogolev, Dekahristy, Moscú-Leningrado, 1926.
31 Sobre todo de parte de la rama Vasilkov de la Sociedad del Sur, dirigida por Serguei Muraviov-Apostol.
32 Vd., 14, p. 94.
33 Batenkov admitió ante Avdotia Yelaguin: "En la medida en que dos deseos distintos actúan en mí, me veo jaloneado hacia distintos rumbos y, en consecuencia, condenado a no hacer nada...", Kozmin, Pisma, p. 152.
34 La "clase media", tal y como la veía Batenkov, abarcaba no únicamente a la gente de la ciudad y al clero sino a todos los miembros de la dvorianstuo, a quienes había que excluir de la velmozhestvo. Véase Vd., 14, pp. 136, 137. La totalidad de su programa está expuesta en ibid., pp. 135-138.
35 En donde se aprecia mejor a la Sociedad del Norte es en el estudio de P.J. O'Meara del hombre que para 1825 se había vuelto su dirigente: K.F. Ryleev. A Political Biography of the Decembrist Poet, Princeton, 1984. Vale la pena señalar que la creencia medio extraña de Batenkov en una nobleza fuerte la compartía su amigo Alexander Yakubovich, quien en una carta a Nicolás I fechada el 28 de diciembre de 1825 defendió el caso de una aristocracia como contrapeso al poder del estado: A.K. Borozdin (ed.), Izpisem i pokazaniy dekabristov, San Pertersburgo, 1906, pp. 79-80.
36 En una reflexión posterior, realizada en aras de reconciliarse con Nicolás, Batenkov añadió que también el gobierno y los ministros debían rendir cuentas al soberano: Vd., 14, p. 137.
37 lbid., p. 95.
38 Kozmin, Pisma, p. 154.
39 Vd., 14, p. 96.
40 Oksman y Chernov, Vospominaniia, II, p. 124.
41 Kozmin, Pisma, p. 160.
42 V.G. Kartsov sostiene que Batenkov era en esencia un republicano que quería conservar la monarquía sólo por motivos de una utilidad a corto plazo (Dekabrist G.S. Batenkov, pp. 127-132). Sostiene su afirmación sugiriendo que la velmozhestvo que veía Batenkov era simplemente una élite, en la cual se incorporarían los miembros de la sociedad secreta y los "liberales", y la cual tendría muy poco en común con la aristocracia tradicional. Sin embargo, Batenkov creía fuertemente en que la velmozhestvo fuese hereditaria; cabe destacar también que él tiende a emplear las palabras velmozhestvo y aristokratiia indistintamente. El argumento de Karstov sufre en términos generales su poco conocimiento de las fuentes occidentales del pensamiento político de su sujeto -una carencia característica, desde luego, de casi todos los estudios soviéticos sobre el decembrismo que se publicaron entre los años treinta y los setenta-. Por tanto, Karstov parece intrigarse ante el argumento de Batenkov en contra de las repúblicas en las que la gente "está oprimida por el poderoso despotismo de las leyes" (op. cit., p. 128; las palabras de Batenkov se encuentran en Vd., 14, p. 136). La idea era de hecho un lugar común del liberalismo restauracionista y se asoció en particular a Benjamín Constant, ese vigoroso apologista de la monarquía constitucional que reiteró frecuentemente el argumento de que la actividad legislativa sin rumbo presentaba una amenaza a la libertad individual. Para el argumento en contra del "despotismo de las leyes", véase, por ejemplo, Constant, "Commentaire sur l'ouvrage de Filangieri", en Oeuvres de G. Filangieri, 3 vols., París, 1840, III, p. 210.
43 Sobre sus supuestas palabras, véase Oksman y Chernov, Vospominaniia, II, "Donos na G.S. Batenkova, predstavlennyy P.A. Kleinmikeliu v 1825 g.", p. 143.
44 Kozmin, Pisma, p. 157.
45 Ibid.
46 Sus cautos aliados fueron, en particular, el príncipe Trubetskoi y el barón Shteynguel'. Otro tipo de amigo fue Alexander Yakubovich, el futuro asesino de Alejandro I, un hombre sumamente temido en la sociedad por su salvajismo. Compartía con Batenkov cierta facilidad para despertar las pasiones populares en nombre de la sociedad y, al igual que él, combinaba ese radicalismo táctico con objetivos moderados precisos.
47 Vd., 14, p. 97.
48 N.I. Grech, Zapiski o moiey zhizni, Moscú-Leningrado, 1930, p. 450, dice que lo llamaron "tú, espía de Arakcheiev"; sobre las sospechas de que era un espía véase, también, Vd., 14, p. 44.
49 Algo de la idea que tenían de Speranskii entre los decembristas asoma en el comentario de Nikita Muraviov, hecho en el exilio siberiano, según el cual "Speranskii fue exiliado ... por presentarle al emperador proposiciones para separar el sistema judicial del gobierno y por la introducción permanente del gobierno representativo": Muraviov, "Primechaniia", en Poliarnaia Zvezda na 1859, Moscú, 1961, p. 71.
50 Al menos así explicó Batenkov la manera en que lo cortejaron los revolucionarios: Vd., 14, p. 48. Sobre el tema de Speranskii y los decembristas, véase, inter alia, M. Aldanov, "Speranskii i dekabristi" (Sovremennie zapiski, 26, París, 1925); M. Muraviov, "Ideia vremennogo pravitelstva u dekabristov i ij kandidaty", en Tainnie obshchestva v Rossii v nachale XIXv., Moscú, 1926; y A. V. Semionova, Vremennoie revoliutsionnoie pravitelstvo v planaj dekabristov, Moscú, 1982.
La extendida opinión según la cual Speransky estaba en el secreto de los planes de los decembristas y que los aprobó, la repudia el biógrafo de Speransk.ii, Marc Raeff. Tal vez esté en lo cierto al hacerlo. Sin embargo, la premisa sobre la cual Raeff descansa su argumentación es dudosa: "Como los decembristas acusados eventualmente lo dijeron todo de manera muy precisa, no hay motivo para dudar del testimonio del propio Batenkov quien estaba en la mejor condición de saberlo." (Michael Speranskii: Statesman of Imperial Russia 1772-1832, La Haya, 1957, p. 311.) Batenkov se encontraba de hecho en la mejor condición de saberlo; pero su testimonio sobre Speranskii, como sugerirá este ensayo, fue todo menos verdadero.
51 D.I. Zavalishin, Zapiski dekabrista, 2 vols., Munich, 1904, I, p. 374.
52 Kozmin, Pisma, p. 152.
53 Vd., 14, pp. 143, 139.
54 M.K. Azadovski e l.M. Trotski, Vospominaniia Bestuzhevyj, 1931, p. 80.
55 Vd., 14, p. 101.
56 El heredero reconocido; Constantino, hermano de Alejandro, se encontraba en Varsovia a varios cientos de miles de millas de distancia. Más aún, había fuertes rumores -y bien fundados, como luego se vio-- de que había renunciado a sus derechos de sucesión en favor de su hermano Nicolás. Hasta el historiador oficial del ascenso de Nicolás reconoció que la confusión que siguió a la muerte de Alejandro puso al Consejo de Estado en posición de ejercer un poder verdadero. Véase al barón M.A. Korf, Vosshestviie na prestol Imperatora Nikolaia I-go, San Petersburgo, 1857, p. 64.
57 Vd., 14, pp. 101, 83; AK. Borozdin (ed.), Iz pisem I pokazaniy dekabristov, San Petersburgo, 1906, pp. 42-43.
58 En 1802 había especulado al azar con la cifra de cincuenta años: "Otryvok o Komissii Ulozheniia'', en Speranskii, Proiekti, p. 22.
59 Vd., 14, pp. 69-70. V.G. Kartsov, interpretando la evidencia de una manera muy distinta, ve a Batenkov como un revolucionario comprometido con este paso y su desesperación el día 27 como una respuesta a la inhabilidad de la sociedad para montar una revolución (Dekabrist G.S. Batenkov, p. 139). Pero hay que señalar que cuando Batenkov dijo "todo está perdido" se refería claramente al fracaso del Consejo de Estado, y de Speranskii en particular, para aprovechar la oportunidad de un cambio constitucional pacífico. Más aún, la reunión con Shteynguel en la cual Batenkov relató su explosión con Speranskii y su sensación de estar inerme precedieron a las reuniones de los miembros de la sociedad secreta en las que se discutieron las perspectivas de un levantamiento armado -para una cronología de las acciones de Batenkov el 27 de noviembre, véase Vd., 14, p. 101-, y Kartsov se confunde al sugerir que las confrontaciones entre Batenkov y Speranskii no ocurrieron sino hasta la mañana del 28. Eran evidentes el fracaso del Consejo y el consecuente alejamiento de Speranskii, el cual precipitó al volátil Batenkov en la desesperación el día 27 -una desesperación de la que se burló, al parecer, Ryleiev, quien no albergó ilusiones semejantes sobre las posibilidades de un cambio pacífico (Vd., 2, p. 30); y de esta desesperación Batenkov sería rescatado, más adelante en el mismo día, por el breve prospecto de la revolución.
60 Vd., 2, p. 75.
61 Vd., 14, p. 104.
62 Vd., 2, p. 77.
63 Vd., 14, p. 70. Sin embargo, el príncipe Trubetskoi sugiere que Speranskii no estaba solo entre los miembros del Consejo en su simpatía hacia el constitucionalismo: véase S.P. Trubetskoi, "Zapiski", en V.A. Fiodorov (ed.), Memuary dekabristov: severnoie obshchestvo, Moscú, 1981 -en adelante Trubetskoi, "Zapiski"), p. 70.
64 Trubetskoi lo propuso como secretario del gobierno provisional y el 13 de diciembre Ryleiev le dijo que sería parte del gobierno, junto con Speranskii y Mordvinov; Vd., 14 pp. 104-05.
65 Vd., 14, p. 103; Trubetskoi, "Zapiski", p. 70.
66 Vd., 14, pp. 102, 82.
67 En su testimonio, Trubetskoi atribuyó la pieza clave del proyecto -que los regimientos insurrectos debían salirse de la ciudad y acampar lejos de ella- a Batenkov (Vd., 14, p. 63). La Comisión Investigadora no vio razón alguna para rechazar esta atribución, comentando sobre Batenkov y Turbetskoi en su informe que "Ellos acordaron el siguiente proyecto, diseñado por Batenkov...": "Doneseniie Sledstvennoy Komissii", en Protsess dekabristov, Moscú, 1905, p. 48.
68 Sin embargo, antes de retirarse, la tropa se apoderaría del arsenal y de la fortaleza de Pedro y Pablo: Trubetskoi, "Zapiski", p. 74.
69 Trubetskoi, "Zapiski", p. 74; Vd., 14, pp. 63; Vd., 1, pp. 36, 37.
70 Vd., 1, p. 65.
71 Vd., 1, p. 63.
72 Ibid., p. 99.
73 Oksman y Chemov, Vospominaniia, II, p. 91.
74 Vd., 14, p. 102; Vd., 1, p. 60.
75 Vd., 14, p. 91.
76 Kozmin, Pisma, pp. 142, 143.
77 Vd., 14, pp. 65, 171.
78 Ibid., p. 35.
79 79 Para la actitud de Trubetskoi hacia las colonias militares, véase el testimonio de M.P. Bestuzhev-Ryumin en Vd., vol. 9, p. 57. La negativa de Batenkov a revelar sus intenciones a Trubetskoi se sugiere en Vd., 14, p. 98.
80 Vd., 2, p. 77.
81 Vd., 14, pp. 59, 70.
82 Ibid., pp. 90-91.
83 Esta última es la interpretación de M.V. Nechkina, quien ve a Batenkov "jugando" con sus inquisidores al cambiar constantemente de tácticas: Vd., 14, "Predisloviie", en especial la p. 10.
84 F.F. Vigel, Zapiski (ed.), S. Y. Straykh, 2 vols., Moscú, 1928, 11, p. 271.
85 Vd., 14, p. 106.
86 lbid. p. 58.
87 V.G. Kartsov va más allá y sugiere que Batenkov inventó un testimonio autoincriminatorio, porque quería que Speranskii quedara fuera del gobierno provisional con el fin de que él, Batenkov, fuera el verdadero gobernante de Rusia con el niño-emperador, Alejandro II- con el fin de borrar toda sospecha de Speranskii y atraerse hacía sí toda la furia de Nicolás. (Dekabrist G.S. Batenkov, p. 157. El testimonio en cuestión se encuentra en Vd., 14, p. 92.) La hipótesis no se puede verificar, desde luego, y quien esto escribe se inclina a dudar que Batenkov llegara a cortejar su propia aniquilación por defender a Speranskii. Pero si Batenkov en efecto mostró tal fidelidad a Speranskii, se vuelve más difícil, con seguridad, evitar la conclusión de que debió sentir hacia él una deuda en un grado inusual.
88 Vd., 14, pp. 139, 106.
89 lbid., pp. 107-108, 108, 139.
90 Ibid. pp. 125, 138.
91 lbid., pp. 122, 126-27, 127.
92 Tan poco se mitigaron que Nicolás echó a andar una investigación secreta sobre la conducta de Speranskii y de otras personas, pero la investigación no logró encontrar evidencia alguna en contra de Speranskii. Véase A.D. Borovkov, "Avtobiograficheskiie zapiski" (Russkaia Starina, 96, San Petersburgo, noviembre 1898, p. 348).
93 Korf, Zhizn Speranskogo, II, p. 309.
94 Una actitud de principios como ésta estaba tan fuera del perfil general del carácter de Speranskii que, hasta los recientes hallazgos de A.V. Semyonova, se asumía generalmente que él "traicionó" a Batenkov, junto con los demás acusados.
95 A.V. Semyonova, Vremennoie revoliutsionnoie pravitelstvo v planaj dekabristov, p. 56.
96 M. Gershenzon (ed.), Russkiie propilei, Moscú, 1916, II, p. 45.
97 Kozmin, Pisma, p. 189.
98 Oksman y Chernov, Vospominaniia, 11, p. 126.

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Publicado

2001-12-31

Cómo citar

Gooding, J., & Saborit, A. (2001). Speranskii y Batenkov. Historias, (50), 81–102. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/historias/article/view/13440

Número

Sección

Ensayos