¿Cómo resolver el problema económico de la Revolución? La política hacendaria del constitucionalismo
Resumen
Se dice que para Venustiano Carranza el país era una totalidad conceptual y administrativa de la que él era el único representante legítimo, sin que importara cuánto de ese territorio se dominara. Esto también es cierto en lo que se refiere a la administración de las finanzas. Comúnmente se piensa que las finanzas del carrancismo sólo consistieron en la emisión de papel moneda, los llamados “bilimbiques”. Por lo contrario, hubo toda una estrategia económica, dirigida por el Primer Jefe, destinada a hacerse de recursos, tanto como a controlar políticamente a los jefes militares y a los grupos regionales. La obtención y el manejo de los recursos económicos tuvo un papel muy importante en la búsqueda por lograr la centralización política, sobre todo en los años 1916 y 1917.
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2 Durante los años de 1913 a 1917 se vivió un proceso de regionalización, por lo que la lucha por la hegemonía se dio en diferentes frentes: tanto contra la oposición como en el interior mismo del heterogéneo grupo constitucionalista. En este último caso, la pugna de Carranza contra los jefes militares ha sido bastante documentada. Al respecto véase: Charles C. Cumberland, La Revolución mexicana, los años constitucionalistas, México, FCE, 1980 y Alicia Hernández Chávez, "Militares y negocios en la Revolución mexicana", Historia Mexicana, vol. XXXIV, México, octubre-diciembre de 1984, pp. 181-212.
3 De hecho, fue Rafael Nieto quien estuvo al frente de la Secretaria por más tiempo. Luis Cabrera ocupó el cargo del 14 de diciembre de 1914 al 30 de abril de 1917, con varias interrupciones: en abril de 1915 viajó por tres meses a Yucatán, Tabasco y Chiapas; en julio de 1915 y mayo y agosto de 1916 y febrero de 1917 viajó a Estados Unidos. Durante este tiempo, Rafael Nieto atendió los asuntos económicos como subsecretario de Hacienda. En el periodo constitucional, Rafael Nieto fue nombrado secretario de Hacienda del 2 de mayo de 1917 al 5 de abril de 1919 y Luis Cabrera del 9 de abril de 1919 al 20 de mayo de 1920. Carlos Sierra, Historia de la administración hacendaría en México, 1971, pp. 10-12.
4 El Pueblo, 28 de mayo de 1916.
5 Moisés González Navarro, "La ideología de la Revolución mexicana", Historia Mexicana, México, vol. X, abril-junio de 1961, p. 633. Véase también: ArnaIdo Córdova, La ideología. de la Revolución mexicana, México, Era, 1973, y Guillermo Palacios, La idea oficial de la Revolución mexicana, México, El Colegio de México, tesis de maestría, 1969.
6 Eugenia Meyer, Luis Cabrera, teórico y crítico de la Revolución, México, SEP (SepSetentas, 48), y G. Beer, Luis Cabrera, un intelectual de la Revolución, México, FCE, 1984.
7 Jesús Silva Herzog, El pensamiento económico, social y político de México, 1810-1964, México, FCE, 1974, pp. 517-527.
8 Marcello Carmagnani, Boletín de fuentes para la historia económica de México, México, El Colegio de México, 1991, p. 53.
9 Luis Cabrera, Discusión de la credencial del diputado don Luis Cabrera y documentos justificativos, México, Imprenta de la Cámara de Diputados, 1917.
10 Véase, principalmente, La herencia de Carranza, op. cit., donde Cabrera hace una apología de la labor de Carranza.
11 El texto de Jesús Guiza y Acevedo, La Revolución y su Luis Cabrera, México, Editorial Polis, 1975, recopila una serie de críticas contra Cabrera como secretario de Hacienda e incluye escritos de: Salvador Alvarado, Jesús Urueta, Carlos Díaz Duffo y José Vasconcelos.
12 John Rutberford, en La sociedad mexicana durante la Revolución, afirma que de los pensadores revolucionarios, sólo uno es convincente como tal, por lo que por todas partes aparece Luis Cabrera. Solamente él da la impresión de entender suficientemente bien los acontecimientos como para imponer sobre ellos su voluntad, en vez de ser manipulado por los acontecimientos, como sucede con los personajes de las novelas de Azuela.
13 Luis Cabrera, Obras políticas del Lic. Blas Urrea: una recopilación de escritos publicados durante los años de 1909, 1910, 1911 y 1912, con numerosas notas históricas y explicaciones y un apéndice con los documentos políticos principales de esa misma época, México, Imprenta Nacional, 1920.
14 Jesús Silva Herzog, op. cit., p. 517.
15 El Pueblo, 8 de abril de 1915.
16 Luis Cabrera et al., Tres intelectuales hablan sobre México, México, 1916, p. 12.
17 La mayor parte de los artículos de Rafael Nieto de estos años se recopilaron en el texto: Más allá de la patria, México, 1922, pp. 207-209.
18 Luis Cabrera, op. cit., p. 26.
19 Rafael Nieto, op. cit., pp. 197-201.
20 Ibid., pp. 127-165.
21 Ibid., pp. 57-117.
22 Véase Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Decretos, circulares y demás disposiciones emitidas por el gobierno constitucionalista desde abril de 1913 a diciembre de 1916, 3 tomos, México, Oficina Impresora de la Secretaría de Hacienda, Palacio Nacional, 1917 (todos los decretos y circulares corresponden a esta obra, por lo que se citarán de acuerdo con el número de tomo, su fecha y número de página).
23 El Universal, 6 de junio de 1917 y Luis Cabrera, Discusión, op. cit., pp. 44-45.
24 Véase, principalmente, El Constitucionalista, El Demócrata, El Nacional y El Universal.
25 E. W. Kemmerer, "Inflación y Revolución (la experiencia mexicana de 1912 a 1917)", Problemas agrícolas e industriales de México, enero-marzo, 1953, y Enrique Cárdenas y Carlos Manns, "Inflación y estabilización monetaria en México durante la Revolución", El Trimestre Económico, México, enero-marzo de 1989.
26 El Universal, 6 de junio de 1917 y Bertha Ulloa, Historia de la Revolución mexicana, 1914-1917, La Constitución de 1917, t. 6, México, El Colegio de México, 1987.
27 Alfredo N. Acosta, La gestión hacendaria de la Revolución, México, 1917, p 6.
28 Decreto, 21 de octubre de 1914, t. I, p. 56.
29 El Universal, 6 de junio de 1917.
30 Circular, 6 de mayo de 1914, t. 1, p. 214.
31 Circular, 26 de febrero de 1916, t. 2, p. 191.
32 Decreto, 9 de julio de 1915, t. 2, p. 140.
33 Circulares del 15 y 17 de agosto de 1916, t. 3, pp. 417 y423.
34 Luis Cabrera, Discusión..., op. cit., p. 43.
35 Ibid., p. 143. En este texto Cabrera presenta telegramas entre él y Obregón que hacen referencia al problema de la distribución de fondos en 1915, pp. 233-244.
36 Alicia Hernández Chávez, op. cit., pp. 201-202. Véase también Hans Werner Tobler, "La burguesía revolucionaria en México: su origen y su papel, 1915-1935", Historia Mexicana, vol. XXXIV, México, octubre-diciembre de 1984, pp. 213-237 y Friedrich Katz, La guerra secreta en México, México, Era, 1982, t. 2, p. 278.
37 Los días 5, 6, 7 y 8 de junio de 1917, Luis Cabrera escribe en El Universal una serie de artículos defendiéndose de los ataques de Jesús Urueta, Juan Sánchez Azcona, Rafael Zubarán, etc., pero al descubrir, según sus propias palabras, que detrás de ellos hay el poder de los militares de alto rango, decide retirarse de la polémica sobre los fondos de la Revolución.
38 Decreto, 26 de abril de 1913, t. 1, p. 3.
39 Decreto, 12 de febrero de 1914, t. 1, p. 12; Decreto, 4 de marzo de 1914, t.1, p. 16; Decreto, 19 de septiembre de 1914, t. 1, p. 38; Decreto, 18 de junio de 1915, t. 1, p. 128; Decreto, 21 de julio de 1915, t. 1, p. 145.
40 E. Martínez Sobral, Principios de economía, con especial referencia a las condiciones mejicanas, México, Vda. de Ch. Bouret, 1919, p. 677 y Kemmerer, op. cit.
41 Florencio Barrera Lavalle, La cuestión monetaria en México, México, 1914.
42 El dinero llegó a ser tan barato y los precios se elevaron enormemente porque hubo una cantidad excesiva de dinero en circulación y fueron pocas las mercancías existentes para comprarse y venderse, apunta Kemmerer, op. cit., p. 186. Véase también Ricardo Torres Gaytán, Un siglo de devaluaciones del peso mexicano, México, Siglo XXI Editores, 1988, pp. 127-129.
43 Comúnmente se dice que 1915 fue el año del hambre. Kemmerer señala que los precios de los víveres fueron particularmente altos durante este año. Las cosechas habían sido destruidas o confiscadas por los diversos ejércitos revolucionarios, mientras que las siembras habían disminuido a consecuencia de las condiciones inciertas y en virtud de que muchos de los trabajadores agrícolas fueron reclutados. Y agrega: "el hambre se extendió considerablemente durante el año de 1915 y muchas gentes murieron de inanición", op. cit., p. 183.
44 Mensaje, 25 de febrero de 1916, t. 2, pp. 186-189.
45 Luis Cabrera, La herencia..., op. cit., p. 473.
46 El Pueblo, 1 de julio de 1916.
47 Decreto, 4 de abril de 1916, t. 2, p. 39 y Decreto, 5 de abril de 1916, t. 2, p. 41.
48 Decreto, 21 de septiembre de 1914, t. 1, p. 56.
49 Decreto, 1 de abril de 1915, t. 1, p. 110.
50 Decreto, 21 de julio de 1915, t. 1, p. 145 y Decreto, 28 de julio de 1915, t. 1, p. 150.
51 Decreto, 28 de abril de 1916, t. 2, p. 59.
52 Enrique Cárdenas, op. cit., p. 67.
53 El Pueblo, 9 de junio de 1916.
54 Ibid. Más adelante dirá Cabrera que no se quiso pagar un peso oro por un peso papel por el cual el gobierno, soldados y empleados no habían recibido en el comercio ni 10 centavos de mercancías. Por lo tanto, no quisieron echar sobre el país, sobre tres o cuatro generaciones de contribuyentes, una deuda de 1,300 millones de pesos oro a cambio de 100 millones escasos que recibió y aprovechó el gobierno. Luis Cabrera, La herencia, op. cit., p. 477.
55 Diario de Debates de la Cámara de Diputados, 14 de agosto de 1917, p. 365 y Alicia Hernández Chávez, op. cit., pp. 208-209.
56 Circular, 20 de mayo de 1916, t. 2.
57 Decreto, 31 de mayo de 1916, t. 2.
58 El Pueblo, 2 de junio de 1916.
59 El Pueblo y El Nacional, 5 de junio de 1916. El doctor Alfredo Casturegli, agente financiero en Nueva York, declaraba que de una investigación llevada a cabo por la Secretaría de Hacienda, los grandes comerciantes, los bancos y las instituciones bancarias no tenían en México a principios de mayo ni 20 millones de pesos de la antigua emisión y que sistemáticamente habían venido deshaciéndose de ese papel moneda para hostigar al gobierno. De lo que resultaba que casi la totalidad de los 700 millones del antiguo papel se encontraba entre las clases populares y los pequeños comercios. Éstos eran los únicos que sufrían la depreciación de la moneda. Por ello debía hacerse obligatoria la circulación simultánea de las dos emisiones. El Pueblo, 4 de julio de 1916.
60 El Nacional, 16 de junio de 1916.
61 El Pueblo, 20 de junio de 1916.
62 El Economista, noviembre de 1916.
63 El Nacional, 13 de noviembre de 1916.
64 El Nacional, 23 y 30 de noviembre de 1916.
65 El Demócrata, 2 de enero de 1917.
66 En la prensa de la época, así como en los debates del Congreso de 1917, hay muchas opiniones sobre el fracaso del papel infalsificable. Pero estas discusiones tienen la mayoría de las veces un fondo político: la pugna entre carrancistas y obregonistas. A partir de 1917 se incrementan los ataques contra Luis Cabrera y la política hacendaria es cada vez más cuestionada por los obregonistas. Por otra parte, está la explicación mera mente económica de Kemmerer y recientemente el texto de Enrique Cárdenas, op. cit.
67 El Pueblo, 19 de mayo de 1916.
68 Antonio Manero, El Banco de México, sus orígenes y fundación, Nueva York, 1926.
69 El Demócrata, 2 de enero de 1917.
70 Kemmerer, op. cit., p. 173.
71 Ricardo Torres Gaytán, op. cit., p. 143.
72 D. Torres Mejía, "La reforma bancaria dela Revolución", Trimestre Politico (2) octubre-diciembre, 1975, p. 82.
73 Citado por Antonio Manero, La reforma bancaria en la Revolución constitucionalista, México, Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1958, p. 63
74 Jean Bazant, Historia de la deuda exterior de México (1823-1946), México, El Colegio de México, 1968, pp. 175-177.
75 Circular, 7 de octubre de 1913, t. 1, p. 186.
76 Circular, 6 de diciembre de 1913, t. 1, p. 194 y Circular, 18 de febrero de 1914, t. 1, p. 208.
77 Decreto, 12 de septiembre de 1914, t. 1, p. 36 y Rafael Nieto, Más allá..., op. cit, p. 213.
78 Huerta toma estas medidas el 7 de enero de 1914, Antonio Martínez Sobral, op. cit., pp. 651 y 652.
79 Antonio Manero, La reforma bancaria..., p. 68.
80 Decreto, 29 de septiembre de 1915, t. 1, p. 163.
81 La Comisión Reguladora de Instituciones de Crédito se formó el 22 de octubre de 1915.
82 Bertha Ulloa, op. cit., p. 181.
83 Antonio Manero, op. cit., p. 71.
84 Bertha Ulloa, op. cit., p. 182.
85 Antonio Manero, op. cit., p. 81.
86 Ibid., p. 86.
87 Idem.
88 Decreto, 15 de septiembre de 1916, t. 3, p. 317.
89 Bertha Ulloa, op. cit., pp. 184-187.
90 Idem.
91 El Demócrata, 3 de abril de 1913.
92 El Pueblo, 31 de mayo de 1916.
93 El Pueblo, 21 de septiembre de 1916.
94 El Pueblo, 3 de junio de 1916.
95 El Universal, 26 de febrero de 1921.
96 Las críticas contra la política hacendaria carrancista y particularmente sobre la política bancaria se incrementan en 1918. El periódico Excélsior acoge a los principales opositores. Por un lado, reaparecen antiguos ex porfiristas: Heliodoro Duñes, Carlos Díaz Duffoo y Francisco Barrera Lavalle. Por otro, obregonistas como Salvador Alvarado.
97 Hernández Chávez, op. cit., pp. 201-202.
98 Véase Zavala, op. cit., p. 349.
99 Adiciones al Plan de Guadalupe, 12 de diciembre de 1914.
100 Antonio Manero, Por el honor y por la gloria, México, 1916, p. 119.
101 Luis Cabrera, La herencia…, p. 473.
102 Ibid., p. 474.
103 Marcello Carmagnani, "El liberalismo y los impuestos internos y el Estado Federal 1857-1911 "', Historia Mexicana, vol. XXXVIII, México, enero-marzo de 1989.
104 Así lo asienta Luis Cabrera, La herencia..., p. 474.
105 H. F. Chandler, Estudio preliminar sobre el sistema de impuestos del gobierno mexicano con indicaciones para su reorganización, México, 1917, p. 12.
106 Lorenzo Meyer, Los grupos de presión extranjeros en el México revolucionario, México, Secretaría de Relaciones Exteriores, 1977, y Katz, op. cit., p. 345.
107 Cabe señalar que durante el gobierno de Huerta se empezaron a gravar aisladamente artículos de exportación, como oro, caucho, goma, guayule, café y vainilla. Zavala, op. cit., p. 341.
108 Decreto, 17 de octubre de 1914, t. 1.
109 Decreto, 30 de septiembre de 1915, t. 1.
110 Anuario de estadística, 1912-1913, pp. 160-163.
111 Mareello Carmagnani, op. cit.
112 Chandler, op. cit., p. 19.
113 Luis Cabrera, La herencia..., p. 475.
114 En 1918 Rafael Nieto elaboró una iniciativa para establecer un impuesto sobre las ganancias, pero por ciertos obstáculos no fue enviada al Congreso. Nieto fue uno de los primeros que abogó por establecer el impuesto sobre la renta; su idea era sustituir paulatinamente la renta del timbre por el income tax. Rafael Nieto, Más allá..., op. cit., pp. 270-277.
115 El Pueblo, 5 de julio de 1916.
116 Luis Cabrera, La herencia..., op. cit., p. 475.