La "autoridad moral": significante en la encrucijada de dos dimensiones irreconciliables, lo político y lo ético
Abstract
La sola mención de "autoridad moral" evoca de inmediato la integridad personal y/o profesional de la persona que la pronuncia, o a quien se alude, ésta debe ser creída y obedecida sin necesidad de acudir a ninguna prueba o medio de coerción físico o argumentativo, sino por la única razón de su prestigio (del latín praestigium, embaucamiento; o sea "engaño realizado por artes de magia "). Lo más desconcertante en un primer momento podría ser la falta de escrúpulos y el descaro con que actúan, en las esferas pública y privada, los que tienen vínculos con el poder.