Este número nos ofrece un festín de vida y muerte, algarabía y recogimiento ante la partida de tantos entrañables hombres y mujeres que han dejado una honda huella en la historia de la investigación de nuestro país. En un estoico ejercicio de reflexión, su partida nos recuerda que el patrimonio, su conservación y difusión son motivo de celebración ya que la institución que les dio cobijo para el desarrollo de sus aventuras intelectuales, el INAH, se ufana al conmemorar su 82 aniversario.