Entre la cruz gamada y la cruz de Cristo: apuntes para examinar el antijudaísmo de Salvador Borrego Escalante

Autores/as

  • Rodrigo Ruiz Velasco Barba Universidad Panamericana, Campus México

Palabras clave:

antijudaísmo, nacionalsocialismo, conservadurismo, catolicismo, anticomunismo

Resumen

Salvador Borrego fue un escritor insignia para ciertos sectores de la derecha mexicana durante la segunda mitad del siglo XX. Su trayectoria se relaciona con la historia del periodismo en México, con el manejo de la información durante la Segunda Guerra Mundial, y luego, con las campañas de la prensa anticomunista durante la Guerra Fría. En su obra, Borrego insistió en presentar una visión de la historia centrada en la idea de la conspiración judía mundial, en sus simpatías por el nacionalsocialismo alemán y en la aparente defensa del catolicismo. Sin embargo, su pretensión de armonizar causas tan disímbolas no estuvo exenta de contradicciones que abonan a su singularidad.

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Citas

Miguel Abruch Linder, “Algunos aspectos del antisemitismo en México”, tesis de licenciatura, FCPS-UNAM, México, 1971, pp. 218, pp. 232-236; Olivia Gall, “Discursos de odio antisemita en la historia contemporánea y el presente de México”, Desacatos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 51, México, mayo-agosto de 2016, p. 72.
Franco Savarino, “Los avatares del fascismo en México”, en Xóchitl Campos López y Diego Velázquez Caballero (coords.), La derecha mexicana en el siglo XX: agonía, transformación y supervivencia, Puebla, BUAP, 2017, p. 159; Miguel Ángel Jasso Espinosa, “Las simpatías por el fascismo y el nacionalsocialismo en México”, tesis de maestría, FCPS-UNAM, México, 2004; Mario Estrada Roldán, “Simpatías silenciadas: la proximidad ideológica de José Vasconcelos al fenómeno fascista”, tesis de licenciatura, ENAH, México, 2011; Héctor Orestes Aguilar, “Ese olvidado nazi de nombre José Vasconcelos”, Istor, Revista de Historia Internacional, año 8, núm. 30, México, 2007, pp. 148-157.
La dicotomía entre una derecha radical secular y otra de tipo religioso tiene, en México, un antecedente: Hugh G. Campbell, La derecha radical en México, 1929-1949, México, SEP (SEP Setentas), 1976, pp. 8 y 9.
Algo de esto refleja la declaración del católico Juan Ignacio Padilla, uno de los líderes del movimiento sinarquista entre 1937 y 1945: “Seríamos insinceros si negáramos la influencia ejercida sobre el sinarquismo por los movimientos de tipo totalitario, victoriosos entonces por Europa [...] Claro que la admiración y el aplauso no eran para las ideas y sistemas en sí, lacrados de errores y graves violaciones de la dignidad humana [...] los errores de a libra, como aquello de la deificación del Estado y del Caudillo, la mecanización de los pueblos, la superposición del Estado a la persona humana, etc. [...] nunca pudieron hacer prosélitos en pueblos, como el nuestro radicalmente católicos”. Juan Ignacio Padilla, Sinarquismo: contrarrevolución, México, Polis, 1948, p. 218.
La filósofa Hannah Arendt refiere: “El antisemitismo, una ideología secular decimonónica [...] y el odio religioso hacia los judíos, inspirado por el antagonismo recíprocamente hostil de dos credos en pugna, es evidente que no son la misma cosa; e incluso cabe poner en tela de juicio el grado en que el primero deriva sus argumentos y su atractivo emocional del segundo”. Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo I: antisemitismo, Madrid, Taurus, 2004, p. 13; una obra de interés relativa a las fuentes del antisemitismo nazi es la de César Vidal Manzanares, Los incubadores de la serpiente: orígenes ideológicos del nazismo, la segunda guerra mundial y el holocausto, Madrid, Anaya & Mario Muchnik, 1997; un caso paradigmático del antijudaísmo católico, teológico, que además fue apreciado y empleado por Salvador Borrego, se encuentra en Julio Meinvielle, El judío en el misterio de la historia, 5ª ed., Buenos Aires, Theoria, 1963.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, Salvador Borrego E., el escritor prohibido, México, s. e., 2015, p. 23. Especialmente en este apartado seguiré muy de cerca esa biografía, que hasta donde sé, es la única escrita y publicada sobre el personaje, imprescindible —entre otras cosas— por el acceso que su autor tuvo al archivo personal de Salvador Borrego. Véase también sobre datos biográficos del padre de Borrego: “Murió ayer el Sr. Lic. Onésimo Borrego”, El Siglo de Torreón, 29 de agosto de 1935.
Entrevista realizada a Salvador Borrego por Rodrigo Ruiz Velasco Barba, en Ciudad de México, el 9 de agosto de 2006. Archivo personal.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, p. 24.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, Semblanza de Miguel Ordorica Castillo (1884-1963), “el periodista non de América”, México, s. e., 2014.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015 pp. 67-69. [17] Silvia González Marín, Prensa y poder político: la elección presidencial de 1940 en la prensa mexicana, México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas-UNAM / Siglo XXI, 2006, p. 20.
José Antonio Matesanz, Las raíces del exilio: México ante la Guerra civil española, 1936-1939, México, UNAM / El Colegio de México, 1999, pp. 44 y ss.
José Luis Ortiz Garza, México en guerra: la historia secreta de los negocios entre empresarios mexicanos de la comunicación, los nazis y E. U. A., México, Planeta (Espejo de México), 1989, p. 81.
Cabe decir que algunos historiadores llevan esta afirmación de las supuestas simpatías pro-Eje de Miguel Ordorica al grado de indicar que recibió cheques de la legación alemana durante 1939. Raquel Sosa Elízaga, Los códigos ocultos del cardenismo, México, UNAM / Plaza y Valdés, 1996, p. 374. Luis Reed Torres, sin embargo, sostiene que tanto Miguel Ordorica como Rodrigo de Llano debieron esa actitud a su costumbre de probar los límites de la libertad de expresión establecidos por ley. Luis Reed Torres, El periodismo en México: 500 años de historia, México, Edamex, 1995, pp. 306 y 307.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp. 88 y 89. [22] Ibidem, p. 91. [23] ibidem, p. 97. [24] Ibidem, pp. 106-110.
Se puede leer en ese texto: “La noticia es la significación de un suceso probable o consumado. Más que el hecho, la significación del hecho. Los acontecimientos son apariencias, pero no esencias en sí mismas; su esencia sólo nos es dada por su significación”. Salvador Borrego, Periodismo trascendente, 17ª ed., México, s. e., 1989, p. 9. A mi entender, el texto deja ver que la función principal del periodismo es social, es indicar el sentido de los acontecimientos, interpretarlos. Desde luego, esta pedagogía era compatible con la defensa y transmisión de una determinada visión del mundo, previsiblemente anticomunista.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp.131-134; vésae la versión de Borrego en Salvador Borrego, México futuro, 7ª ed., México, s. e., 1984, pp. 53-57. Salvador Borrego, Batallas metafísicas, 8ª ed., México, s. e., 1988, pp. 71 y 72.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp. 147 y 148. [28] Ibidem, pp. 150-153. La investigación del periodista Jorge Fernández Menéndez apunta hacia la posible responsabilidad indirecta del gobierno de Echeverría, que se habría beneficiado con el homicidio al tomar definitivamente el control de un emporio periodístico tan importante y orientarlo ideológicamente en conformidad con sus intereses. Jorge Fernández Menéndez, Nadie supo nada: la verdadera historia del asesinato de Eugenio Garza Sada, México, Grijalbo, 2006, pp. 3 y 105. El propio Borrego dejó su versión testimonial en: Salvador Borrego, Cómo García Valseca fundó y perdió 37 periódicos y cómo Eugenio Garza Sada trató de rescatarlos y perdió la vida, 2ª ed., México, Tradición, 1985.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp. 154 y 155.
María Martha Pacheco, “Cristianismo sí, comunismo no. Anticomunismo eclesiástico en México”, Estudios de historia moderna y contemporánea de México, núm. 24, México, 2002, pp. 143-170.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp. 180 y 181.
Salvador Borrego, “Noticias de Fondo” [sección], La Hoja de Combate, núm., 6, 4 de marzo de 1967.
La Hoja de Combate, en palabras de su primer director, originalmente se trató de una “publicación mensual creada para combatir el progresismo religioso”. Antonio Rius Facius, En mi sillón de lectura, Guadalajara, Asociación Pro-Cultura Occidental, 2002, p. 297.
Jaime del Arenal Fenochio, “’La Otra Historia’: la historiografía conservadora mexicana”, en Conrado Hernández (coord.), Tendencias y corrientes de la historiografía mexicana del siglo XX, Zamora, Instituto de Investigaciones Históricas-UNAM / El Colegio de Michoacán, 2003, pp. 73 y 81.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, p.198. En 2019 se anunció la próxima aparición de un libro póstumo de Salvador Borrego.
Austreberto Martínez Villegas, Tradicionalismo y conservadurismo integrista en el catolicismo en México después del Concilio Vaticano II: continuidades y transformaciones en Guadalajara, Jalisco y Atlatlahucan, Morelos (1965-2012), tesis de doctorado, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, México, 2016, pp. 298-300.
Aclara el mismo autor que la Dirección Federal de Seguridad, creada en 1947 por Miguel Alemán, “fue el servicio civil de inteligencia mexicano más conocido”. Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp. 166-168. [39] Édgar González Ruiz, La última cruzada de los cristeros de Fox, México, Grijalbo, 2001; Álvaro Delgado, El Yunque: la ultraderecha en el poder, México, Plaza y Janés, 2003, p. 67.
Álvaro Delgado, El Ejército de Dios, México, Plaza y Janés, 2004, p. 255.
Miguel Ángel Jasso Espinosa, op. cit., 2015, pp. 192 y 193.
José Vasconcelos, “Prólogo” en Salvador Borrego, Derrota mundial, 50a ed., México, s. e., 2008, p. 6. ¿Qué tan coincidente era el pensamiento de Vasconcelos con el de Borrego? Desde 1937, por lo menos, Vasconcelos publicaba textos relativos a la conspiración judía mundial. José Vasconcelos, “México en 1950”, Hoy, núm. 14, México, 29 de mayo de 1937, p. 25.
Otto Skorzeny a Salvador Borrego, 2 de abril de 1958, en Salvador Borrego, op. cit., 2008, p. 10. Las Waffen-SS fueron un cuerpo militar de élite al servicio del partido nacionalsocialista. Borrego las exaltó en una de sus obras: Salvador Borrego, Waffen SS, ¿criminales o soldados?, México, s. e., 2001.
Salvador Abascal, En legítima defensa y más en defensa del Papado, México, Tradición, 1973, p. 30.
Entrevista realizada a Salvador Borrego por Rodrigo Ruiz Velasco Barba, en Ciudad de México, el 10 de diciembre de 2007. Archivo personal de Rodrigo Ruiz Velasco Barba. El propio Abascal reconoce que aproximadamente en 1961 tuvo la primera discusión con Manuel Gómez Morin, fundador del PAN y de la editorial Jus, cuando “le mandé [...] un ejemplar, cosa de rigor. Pocos días después me habló por teléfono para condenar el libro y mi edición. Sostenía la tesis de que los judíos no tienen la culpa de nada. Discutimos acaloradamente más de hora y media, y ninguno de los dos cedió. Según él, ni Isabel la Católica había tenido la razón en sus medidas respecto a los judíos, etc., etc.” Salvador Abascal, op. cit., p. 27.
Ibídem, 29 y 30; sobre Abascal como censor de Jus, remito a la siguiente obra: Rodrigo Ruiz Velasco Barba, Salvador Abascal: el mexicano que desafió a la Revolución, México, Rosa María Porrúa Ediciones, 2014, pp. 199-210.
De Salvador Borrego para Rodrigo Ruiz Velasco Barba, Ciudad de México, 23 de febrero de 2007. Archivo personal. [48] Con la caída del Muro de Berlín en 1989 y la desaparición de la Unión Soviética, su interpretación apocalíptica de la historia señaló a la globalización y al neoliberalismo como el relevo del “judeobolchevismo”. Véase: Salvador Borrego, Globalización, México, s. e., 2007; Salvador Borrego, Soy la Revolución Neoliberalizada, 3ª ed., México, s. e., 1999; Salvador Borrego, Neoliberalismo: nuevo plan de la Revolución, 4ª ed., México, s. e., 2000.
Salvador Borrego, op. cit., 2008, p. 14. La fuente no aparece en Derrota mundial, pero he logrado identificar que en algunas ediciones de Los Protocolos de los Sabios de Sión suele añadirse. Cfr. Los Protocolos de los Sabios de Sión, trad. de Pablo Montesino y Fernández-Espartero (duque de la Victoria), 9ª ed., México, Época, 1975, pp. 34 y 35. [50] Henry Ford, El judío internacional, Santa Fe de Bogotá, Pensar Editores. Véanse citas de Ford, por ejemplo, en: Salvador Borrego, op. cit., 2008, pp. 16, 23, 36-38, 78, 88-89.
Norman Cohn, El mito de la conspiración judía mundial, Madrid, Alianza Editorial, 1995, pp. 63, 75-81.
Salvador Borrego, op. cit., 2008, p. 595. En su libro, cita con aprobación a algunos de los llamados negacionistas del Holocausto, como el francés Paul Rassinier. Una extensión de Derrota mundial, de cierto volumen, es Infiltración mundial (1968), que junto con América peligra (1964) —su interpretación de la historia de México con la clave de la “conspiración judía mundial”— conforman la tríada de sus obras más voluminosas y populares.
Salvador Borrego, Pintor, soldado, Fuehrer, México, s. e., 2006, p. 73. Otra obra donde Borrego deja ver su toma de posición a favor de la política económica nazi es: Salvador Borrego, Arma económica, 5ª ed., México, s. e., 2000, pp. 47 y ss.
Salvador Borrego, La cruz y la espada, 3ª ed., México, s. e., 2001, pp. 24 y 25; en una ruta parecida: Salvador Borrego, Batallas metafísicas, 8ª ed., México, s. e., 1988. [55] Salvador Borrego, op. cit., 2001, p. 77. [56] Ibidem, p. 93. [57] Ibidem, p. 94.
David Benjamín Castillo Murillo, “A la extrema derecha del conservadurismo mexicano: Salvador Abascal y Salvador Borrego”, tesis de doctorado, UAM-A, México, 2012, pp. 144 y ss.
Si bien Borrego ya había avanzado en ese sentido de manera un poco anterior: Salvador Borrego, Panorama, México, s. e., 1998, pp. 54-60.
Salvador Borrego, A dónde nos quieren llevar, México, s. e., 2002, p. 60.
Catecismo de la Iglesia católica, parágrafos 121-123, disponible en: http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s1c2a3_sp.html (consultado el 28 de febrero de 2019). [64] Ibidem, parágrafo 123.
Así, por ejemplo: “[Hay que] librarse, en el servicio divino y en la confesión, de todo lo que no es alemán, liberarse del Viejo Testamento con su moral judía, y de estos cuentos de tratantes de ganado y rufianes. Con razón se ha calificado a este libro como uno de los más dudosos de la historia mundial”. Discurso pronunciado en el Palacio de los Deportes de Berlín el 13 de noviembre de 1933 por el doctor Reinhold Krause, jefe de distrito de los “Cristianos Alemanes” del gran Berlín, citado en Kurt Zentner, El Tercer Reich, 2 vols., Barcelona, Bruguera, 1978, vol. 2, pp. 364 y 374.
Me refiero a una determinada forma de relación social y del historiador con el pasado, un modo de articulación de los diferentes tiempos, en nuestros días marcada por la memoria de grandes catástrofes ocurridas en el siglo precedente.

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Publicado

2019-06-30

Cómo citar

Ruiz Velasco Barba, R. . (2019). Entre la cruz gamada y la cruz de Cristo: apuntes para examinar el antijudaísmo de Salvador Borrego Escalante. Con-temporánea, (11), 61–74. Recuperado a partir de https://revistas.inah.gob.mx/index.php/contemporanea/article/view/15034