Los secretos de los órganos de la epístola de la Catedral Metropolitana de México, 1689-1736: profundizando en la historia de la organería novohispana
Palabras clave:
órgano, catedral, Joseph Nassarre, organería, organ, Cathedral, organizationResumen
Según una tradición ampliamente difundida, el órgano de la epístola de la Catedral de México es el que construyó Jorge de Sesma y fue entregado en 1695, pero hoy en día se sabe que en realidad tiene que considerarse un trabajo de Joseph Nassarre, quien lo fabricó de 1735 a 1736 utilizando componentes del órgano de Sesma. Incluso la historia de este instrumento de Sesma ya era bastante complicada debido a que en 1692, cuando el organero Tiburcio Sanz llegó a la Nueva España con aquel, construido en 1689 en Madrid, anunció que los secretos (del órgano mayor y cadereta de espalda) de 45 canales se mojaron y dañaron en el viaje. Después de una amarga discusión, el cabildo contrató a Sanz para la construcción de nuevos secretos (igual, con 45 canales).
Sin embargo, hubo quejas de los nuevos secretos durante todos los años en el periodo de 1695 a 1734, cuando el cabildo contrató a Joseph Nassarre, recién llegado de Morelia, donde había construido un órgano para la catedral, para “componer” el órgano de Sesma y construir un nuevo secreto (de 47 canales) para el órgano mayor.
Causa asombro que un mes después de finalizado el trabajo, el cabildo lo contrató nuevamente para la reconstrucción completa del órgano. El definitivo órgano de la epístola construido por Nassarre llegó a incluir tres secretos nuevos de cincuenta y un notas, dos de los cuales se encuentran actualmente en el órgano (el tercero se incendió en 1967).