Publicado 2014-07-03
Palabras clave
- Educación,
- Museos,
- Políticas educativas,
- Instituto Nacional de Antropología e Historia
Cómo citar
Resumen
Desde diciembre de 1915 don Jesús Galindo y Villa, profesor decano del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, argumentaba la necesidad de distinguir entre la educación y la instrucción: atribuía a la primera la tarea de establecer los principios de perfeccionamiento del ser humano, mientras que la segunda tendría que dedicarse a formular los preceptos a practicarse con base en los fines de la enseñanza. Se refería al trabajo educativo como “la educación múltiple y simultánea de la atención, de la abstracción, de la vista, de la percepción, del sentimiento estético, del raciocinio; en suma, de las facultades en general, de consuno con el desarrollo paralelo de la instrucción”.
A casi cien años de aquel discurso y 75 desde la fundación del INAH, vale la pena detenernos un momento a pensar acerca de la función educativa de los museos institucionales. A primera vista encuentro dos campos problemáticos: la multiplicidad de significados que atribuimos al concepto de “educación” y, en segundo término, la ausencia de una política educativa que oriente y articule las actividades dedicadas a diversos públicos. Este trabajo intenta al menos ampliar el marco de referencia de los dos problemas señalados.