Publicado 2014-06-30
Palabras clave
- muerte,
- entidades anímicas,
- etnografía,
- mayas,
- cosmovisión
Cómo citar
Resumen
El ser humano en Mesoamérica era entendido como un conjunto de entidades anímicas que le otorgaban desde la vitalidad hasta características propias, como la personalidad. De manera general se trataba de entidades anímicas: ave del corazón, ch’ulel y lab, de acuerdo con la concepción de los tzeltales según Pitarch. Así, la muerte se ha concebido como la separación de estas entidades anímicas. Sin embargo, ¿qué pasa con ellas cuando el ser humano muere? Para responder a esto se ofrece un análisis etnohistórico del destino de las entidades anímicas después de la muerte entre los mayas actuales, al comparar las concepciones regionales y temporales sobre estas creencias.