Publicado 2011-05-01
Palabras clave
- primatología,
- paleoantropología,
- Ardipithecus ramidus.
Cómo citar
Resumen
Desde los sesenta la primatología se ha desarrollado como una disciplina científica por derecho propio. Sin embargo, uno de los principales objetivos desde su origen ha sido proporcionar modelos sobre el comportamiento de los primates (sobre todo gorilas y chimpancés) que sirvan para interpretar la posible evolución del comportamiento de los homínidos. Se ha asumido, por lo general, que el chimpancé constituye un ejemplo de cómo debió haber sido el ancestro común de los póngidos y los homínidos, y por lo tanto constituye una especie de ventana para conocer el origen de los comportamientos que hacen únicos a los seres humanos. Los modelos de la primatología se han empleado en la paleoantropología de tres maneras distintas: como fuente de metáforas de carácter anecdótico, como modelos de carácter heurístico para guiar la investigación, y como marco teórico para explicar los procesos de hominización y humanización. Las comparaciones entre el comportamiento de dos especies pueden tener dos bases de justificación: la homología y la analogía. La primera supone que los comportamientos observados se heredaron de un ancestro en común, mientras que en la analogía se asume que los rasgos observados se han podido desarrollar independientemente bajo la influencia de presiones selectivas similares. Las recientes publicaciones sobre los fósiles de algunos de los homínidos más antiguos (Ardipithecus ramidus) indican que una cantidad importante de rasgos anatómicos propios de los chimpancés se desarrollaron, de hecho, después de la separación de su linaje y el de los homínidos, por lo que es muy probable que su comportamiento también sea muy derivado, por lo que es muy cuestionable el uso de la comparación por homología. Por otra parte, desde un enfoque por analogía, los modelos de comportamiento de otros primates pueden ser todavía de gran utilidad, con la finalidad de entender las relaciones de los homínidos tempranos con el entorno y su posible vida social. Los primates son nuestros parientes más cercanos. Muchas de las especies que constituyen este orden están amenazadas o en peligro de extinción, su estudio se justifica por sí mismo, independientemente de su validez como fuente de comparaciones antropocentristas. La primatología se constituye, entonces como un campo de investigación independiente y de gran importancia para nuestra sociedad.