Laicismo y laicidad. Escudos para promover agendas ideológicas
Resumen
Las definiciones, como la estadística, pueden esconder un mundo de motivos ocultos. El autor de este artículo que comentamos en este “debate” no esconde su punto de vista. Lo insinúa desde el principio y lo hace explícito al final: devolverle su lugar a la Iglesia como actor político dentro de las actividades del Estado moderno y revertir la separación de Estado e Iglesia, todo en nombre de una ciudadanía reunida en una comunidad incluyente e integral. Éstas son palabras clave en el discurso del autor: la inclusión y lo integral. Es su manera de justificar una participación intensa de la religión en la vida social del conjunto de ciudadanos, supuestamente dominados por cuestiones políticas y económicas impuestas por una sociedad burguesa que deja de lado lo espiritual, evidente necesidad social según González Martínez. El planteamiento de González Martínez va encaminado a comprobar la necesidad de una presencia religiosa, sancionada y protegida por el Estado, dentro de sociedades que ya no exigen, mayoritariamente, esa presencia. El autor cree realmente que la presencia del elemento religioso resolverá los problemas de convivencia que aquejan a las sociedades del siglo XXI...