Encuentro de voces en exhibiciones de etnografía. Yumanos, el mundo, Jalkutat y la serpiente divina como ejemplo
Resumen
La frase “Los kiliwa ya no queremos reproducirnos” fue lapidaria desde que apareció en un diario nacional1. Esta sentencia tuvo serias repercusiones: en términos de la investigación se sometió a una intensa búsqueda de los últimos hablantes de las lenguas yumanas para testimoniar su estado actual. En el ámbito de las instituciones como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y el Gobierno del estado de Baja California se atendieron apresuradamente sus demandas.
En el Museo Nacional de Antropología (MNA) se revisaron los acervos y la exhibición temporal y permanente. Se concluyó que los kiliwa y sus grupos vecinos, llamados, en general, yumanos, habían sido sujetos de exclusión, ya que ni en los acervos, ni en la exhibición había una ponencia significativa, apenas se contaba con presencia de algunos objetos de chaquira y poca cerámica, incluso en la salas de etnografía había un silenciamiento sobre los yumanos...