Núm. 1144 (2024): El Tlacuache

Las lluvias, el temporal, está en pleno… hasta con excesos, que eso también es malo para el medio ambiente y las cosechas. Creo que hemos recibido, como una verdadera bendición las lluvias y recordamos que en meses pasado tuvimos calor, mucho calor, con temperaturas particularmente altas. Pero basta realizar un poco de memoria y recordar que en el año 2023 casi no llovió, perdiéndose cosechas y tras la llegada destructiva del huracán Otis. He percibido que esas anomalías climáticas han generado un poco de conciencia sobre las causas: el cambio climático. Me lo dicen taxistas, alumnas, gente del común. Pero ¿cuál es nuestra responsabilidad ante ello? El consumismo, es una respuesta generalizada. La contaminación, también aparece como causa. Creo que hay que hilar un poco más fino y ver el proceso histórico de las transformaciones socio-territoriales en cada región. En ese sentido, este artículo hace una breve revisión sobre el impacto que ha tenido la población “originaria” asentada en la cuenca del río Apatlaco, la idea de “desarrollo”, que ha llevado a la desestructuración de la vida comunitaria en las poblaciones pre-existentes al crecimiento urbano de los últimos cincuenta años, afectando las prácticas culturales y productivas, así como generado resistencias sociales.