Núm. 1156 (2024): El Tlacuahce

Descripción del número

El periodo Olmeca en Morelos y en general en el Altiplano Central es cada vez mejor entendido como un proceso social y cultural sincrónico y de largo alcance, que incluye los desarrollos sociohistóricos del Altiplano Central, la Costa del Golfo de México, los Valles Centrales de Oaxaca, el estado de Guerrero, la Costa del Pacífico, y otros sitios de América Media. Los cuales comparten pese a la diversidad étnica, incluso lingüística y cultural de ese momento, un sistema de valores que podemos leer en los signos de su cultura relacionados con el Hombre-Jaguar, el llamado Dragón Olmeca, las figuras infantilizadas denominadas Baby face, la cerámica con signos excavados o excisos, la presencia del signo cuatripartita, la llamada Cruz de San Andrés, etc.     La escultura en piedra y madera, petrograbados, pintura rupestre, cerámica y lapidaria fueron los soportes de ese sistema sígnico olmeca que acompasó la transformación de sociedades que desarrollarían cacicazgos, sentando así, la base desde donde emergerían siglos después, las clases sociales.     En el centro de la comunidad de Xochitepec, Morelos, recientes investigaciones nos permiten constatar la presencia de este sistema sígnico asociado a la cultura arqueológica olmeca presente entre otros artefactos, en las figurillas cerámicas que son testimonio de estos procesos de transformación social. Esta investigación se suma a los descubrimientos que el INAH realizara en el cercano sitio de Zazacatla y sus inmediaciones en esta misma comunidad, y abre un panorama sobre la complejidad de este importante asentamiento humano de carácter arqueológico en esta comunidad.

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