Núm. 740 (2016): El Tlacuache
Descripción del número
Un tema interesante y poco conocido –quizás olvidado por muchos– es la Patrística o Patrología, la ciencia que tiene por objeto el conocimiento de la vida, la doctrina y las obras de los Padres de la Iglesia, aquellos grandes maestros, monjes y ascetas del cristianismo primitivo, formados en la cultura grecolatina clásica, que se consideraban “Hijos de los Apóstoles”. El título de Padre de la Iglesia se reserva, en sentido estricto, a los escritores cristianos que responden a cuatro características: antigüedad (tanto en Occidente como en Oriente se cierra hasta el s. VIII, es decir, que abarcan la “era patrística” habiendo pertenecido a la época de los siete primeros concilios ecuménicos); santidad de vida; universalidad o conformidad de su enseñanza con la de la Iglesia universal; y aprobación de la Iglesia, es decir, la que cita oficialmente su doctrina. Poseedores de estas características, amén de una enseñanza eminentemente ejemplar para la Iglesia, están ocho reconocidos Doctores de la Iglesia: cuatro en la Iglesia Latina de Occidente y cuatro en la Iglesia Griega de Oriente. En la de Occidente se encuentran: San Gregorio Magno, San Jerónimo, San Ambrosio y San Agustín; en la de Oriente están: San Basilio, San Gregorio Nacianceno, San Atanasio y San Juan Crisóstomo. Por motivos de espacio presentaremos únicamente a San Agustín y a San Juan Crisóstomo, cuyas personalidades han sido tremendamente importantes a través de los siglos.